Debate lingüístico en Catalunya

La comunidad educativa pide un nuevo consenso en torno al modelo lingüístico catalán

Los docentes llaman a actualizar la inmersión para adaptarla a la nueva realidad social y pedagógica, pero con el catalán como eje

Una alumna colorea el horario del curso escolar.

Una alumna colorea el horario del curso escolar. / Anna Mas

Montse Baraza

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La comunidad educativa catalana anda especialmente inquieta estos días a raíz del revuelo originado alrededor de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar. Ya llevaba días preocupada por el aval del Tribunal Supremo a la sentencia del TSJC sobre el 25% de castellano en todos los colegios de Catalunya y por los informes que apuntan a un descenso en el uso del catalán en el entorno educativo. En este contexto, una cincuentena de entidades defensoras de la escuela en catalán acudieron este jueves a una cumbre por la lengua, convocadas por el 'president' Pere Aragonès. Y de ahí han salido con la convicción de que es necesario un nuevo consenso entorno al modelo lingüístico catalán. Un consenso que recupere el amplio acuerdo histórico sobre el catalán como lengua central en la escuela y sobre el modelo de inmersión. Modelo que coinciden en diagnosticar necesita una actualización, para adaptarlo a la nueva realidad sociolingüística y pedagógica, pero sin perder de vista que el catalán ha de seguir siendo el eje.

Las entidades consultadas por EL PERIÓDICO que acudieron a la cumbre --defensoras todas de la escuela en catalán ya que a la reunión no estaban convocadas entidades que apoyan un modelo bilingüe--, han coincido en valorar positivamente el hecho de que hay una voluntad de que no se instrumentalice la lengua ni se lleven los conflictos políticos a la escuela. "Hay que mantener la escuela al margen de estas polémicas. Hay que dejar trabajar tranquilos a los profesores", es el deseo común que han expresado y que creen que el Govern recogió en el encuentro en Palau.

Maria Vinuesa, de la Associació de Mestres Rosa Sensat, señala que hubo "unanimidad en que la lengua catalana es de todos y se ha de preservar", manteniendo al margen de cualquier polémica a docentes y alumnos. Este fue el eje de las intervenciones en la cumbre. "La lengua es comunicación, no confrontación. Cuando hay confrontación, haces un mal favor a la lengua", advierte esta maestra. También Pilar Gargallo, presidenta de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica (FMRP), celebra que el Govern "pase a la acción desde la cohesión" y subraya la necesidad de buscar "el máximo consenso", rehuyendo la confrontación. En este sentido, asegura que "no hay problemas en las escuelas por la lengua". "Hay que despolitizar el tema", reclama.

Desde la Fundación Bofill, Elena Sintes defiende la urgencia de "evitar que la escuela sea el centro de una batalla política". "Hay que liberar a los colegios de este peso y sacarlos de la confrontación política. Así lo transmitimos al Govern, que cogió el guante". Sintes insiste en que la comunidad educativa necesita ese consenso que lleve tranquilidad a los centros escolares para que estos se centren en su tarea de educar y formar.

La 'exconsellera' de Educació y actual secretaria general de la Federació d'Escoles Cristianes de Catalunya (FECC), Meritxell Ruiz, asegura que "recuperar los consensos históricos ayudaría a rebajar la tensión". "No puede ser que la escuela sea objeto de confrontación política. No podemos poner esa presión sobre los colegios", ha advertido. "Hay que sacar a la escuela de esa batalla", ha insistido, porque "la realidad es que en los colegios no hay conflicto lingüístico". Recuerda que la Ley de Educación de Catalunya (LEC) fue aprobada con el 80% de apoyos en el Parlament. Es a ese acuerdo mayoritario al que apela ahora la comunidad educativa.

Y es posible lograrlo. Así lo ve Lluís Vila, presidente de la Federación de Padres y Madres de Alumnos de Catalunya (FAPAES). "Todos los partidos con los que hemos hablado están por la labor de sentarse y pactar un nuevo marco común en defensa del catalán", asegura. "Creo que lo conseguirán. Los contrarios a esto tienen poca representación parlamentaria. El resto está por la labor", afirma. "Hay que dejar al margen los partidismos. Buscar un entendimiento", afirma, preocupado por el descenso en el uso social del catalán. "Cuesta encontrar a gente que hable catalán, ya sea en el patio, en el trabajo, en la calle, en los comercios. Pedimos a toda la sociedad un esfuerzo por volver a poner en valor el catalán", defiende.

Lo ve igual Carlos de Pablo (UGT). "El 83% de la sociedad catalana está de acuerdo con el modelo de inmersión. Los partidos han de ser conscientes de esto. Los partidos mayoritarios en el Parlament formaron parte de ese consenso que impulsó el sistema de inmersión. Han de estar activos. Y la obligación del Govern es integrarlos a todos. Lo primero que tiene que hacer es buscar consenso máximo en el Parlament. Confío en que será así". También Teresa Esperabé (CCOO) valora que en la cumbre hubiera acuerdo en "no instrumentalizar la lengua ni caer en partidismos" y en que la defensa del catalán "ha de ser de consenso". El sindicato mayoritario entre el profesorado, la USTEC, está "a la expectativa" de que las intenciones del Govern se concreten en hechos. Lo mismo que Òmnium, que salió satisfecho del frente común.

Actualizar la inmersión

El colectivo docente admite que en el marco de ese consenso habrá que revisar y actualizar el modelo de inmersión. "Sería raro no revisar un modelo creado hace casi 40 años. Además la escuela está en un momento de cambio profundo, con nuevas metodologías, con un nuevo paradigma pedagógico. La lengua no puede quedar al margen de esa revisión", subraya Vinuesa. La portavoz de Rosa Sensat apunta, sin embargo, que la inmersión es "para proteger el catalán" y "no se ha de perder esa esencia". Por tanto, cualquier revisión ha de girar "alrededor del catalán, porque es la lengua de Catalunya". "Habrá que buscar también mecanismos de convivencia con el castellano", añade. En este sentido, Sintes apunta hacia un modelo con el catalán como lengua vehicular pero "de carácter inclusivo y con convivencia".

En la misma línea, Gargallo subraya que "la sociedad catalana ha cambiado. Ya no hay solo dos lenguas, hay más de 200. Ha cambiado también el modelo pedagógico, ahora basado en competencias. Hemos de actuar para atender mejor al alumnado, especialmente en la ESO, ya que hasta ahora la inmersión ha estado centrada en la primaria", describe . Esa revisión, añade la presidenta del FMRN, ha de tener como objetivo que mejoren las competencias de los alumnos "en todas las lenguas, también en el inglés". Ahí coincide Meritxell Ruiz: "Hemos de garantizar el dominio de catalán, castellano e inglés".

La 'exconsellera' también apuesta por revisar la inmersión --modelo que asegura sigue siendo válido y vigente--, pero advierte de que ese es "un debate pedagógico, no político". Y aclara: "el debate sobre cómo se actualiza ese modelo lo han de hacer expertos, docentes, que son los que saben".

Iolanda Segura (USTEC) añade otra perspectiva: "Se ha de revisar porque no se está aplicando al 100%. Hay un uso devaluado y minorizado del catalán. Y el trabajo pasa por reforzar el catalán". Defiende que "el castellano está garantizado en Catalunya. No hay ningún alumno que no domine el castellano, pero sí que no domine el catalán. Por eso, la única manera es que la lengua vehicular de la educación sea el catalán". Esperabé apunta que la actualización ha de ser con "los mismos parámetros, con el catalán como lengua vehicular y garantizando las competencias en ambas lenguas".

Normativa para blindar el modelo

Ese consenso que reclaman es el que debe regir el nuevo marco normativo que, según anunció Aragonès, blindará el modelo educativo catalán. Un marco que apuntalará el catalán como lengua vehicular y el sistema de inmersión. "Hay que lograr el máximo consenso aquí. No será fácil, pero hay que que asirse al objetivo común: no poner en riesgo la escuela en catalán", apunta Vinuesa.

Vila subraya la necesidad de que esa nueva normativa, de la que todavía no hay detalles sobre cómo se articulará, si a través de un decreto, de una ley, o de un reglamento, "tenga cobertura jurídica sólida" para evitar acciones judiciales que la cuestionen o invaliden. "Hay que tener la inteligencia para blindar el catalán de manera segura. No legislar por legislar", apunta el presidente de FAPAES, que insiste en que "hay que defender el catalán como eje gravitatorio de toda la enseñanza en Catalunya".

Sobre este marco normativo, el 'conseller' de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, ha señalado que se desplegará "con consenso político y pedagógico" y que permitirá "constatar que el aprendizaje no es cuestión de porcentajes, sino de pedagogía". Cambray ha admitido que "la escuela no es igual que hace 20 años, por tanto el proyecto lingüístico de país tampoco debe ser igual", en unas declaraciones que abren la puerta a esa revisión de la inmersión.

Segura apela al Govern a ser "valiente" e impulse una ley que "blinde la escuela, la inmersión y sitúe el catalán como lengua vehicular". Recuerda que la LEC no recoge que el catalán sea lengua vehicular --solo lo recoge el Estatut-- y pone este detalle de ejemplo de la "dejadez" de la Generalitat. "No han dado suficiente importancia al catalán y se habían relajado", remacha.

Todas estas entidades se encontrarán este sábado en la manifestación convocada por Som Escola en defensa de la escuela en catalán.

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