En Barcelona
Once años para juzgar el 'caso Macedonia' de narcotráfico y corrupción policial
![El juez Joaquín Aguirre durante un registro de la 'operación Macedonia' en el 2012.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/60628c55-52a3-435b-96d7-f3485af6d5c5_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
El juez Joaquín Aguirre durante un registro de la 'operación Macedonia' en el 2012. / periodico
![J. G. Albalat](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2024/0418/10/albalat.png)
![J. G. Albalat](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2024/0418/10/albalat.png)
J. G. Albalat
Redactor
Ha trabajado en el Diario de Barcelona, El País y AVUI. Desde hace años en El Periódico cubriendo los acontecimientos judiciales. Premios Ortega y Gasset, Save the Children, Ramon Barnils y Josep Maria Planes por la investigación del 'caso Maristas' sobre abusos sexuales en los colegios. En el 2016, mención honorífica de la Generalitat en el Día de la Justicia. Colaborador de publicaciones jurídicas. Profesor asociado Master de Criminología de la Universitat de Barcelona.
Once años después de que estallar la investigación sobre una presunta trama de trafico de drogas y corrupción policial, el denominado ‘caso Macedonia’, que llenó páginas y páginas en la prensa, llega por fin a juicio. En la Audiencia de Barcelona ha empezado este miércoles la vista contra 17 imputados, entre ellos un mosso, José R., destinado en la comisaría de Vilanova. La fiscalía reclama para los imputados penas de entre los cuatro y los 11 años de prisión, aunque cinco de ellos se han conformado con penas menores.
La acusación pública sostiene que en el “entramado criminal” creado para la distribución de droga era destacable la facilidad de los acusados “para relacionarse con miembros de las fuerzas y cuerpos policiales”, que añadían a su conducta delictiva un “plus de peligrosidad” al poder desarrollarla con mayor eficacia, “sin temor a ser descubiertos”, y con impunidad, “al ser dificultosa su identificación y detención”. La red, a su entender, presuntamente estaba encabezaba por el confidente Manuel G. C. Precisamente el abogado de este empresario ha solicitado de nuevo (ya se rechazó) la declaración del excomisario José Manuel Villarejo, un expolicía y un exjefe de la UDEF por un audio en el que se planeaba desacreditar a este imputado.
La 'operación Macedonia' se inició a finales del 2010. Durante las pesquisas dirigidas por el juez de Barcelona Joaquín Aguirre se han abierto una decena de procesos. En algunos de ellos, que fueron archivados o terminaron en una absolución, se vieron involucrados mandos de los Mossos, policías nacionales y guardias civiles. También hubieron algunas condenas de otros implicados. Ahora llega a juicio una de esas piezas, la que trata de una presunta organización de tráfico de cocaína, marihuana y hachís. El supuesto cabecilla, Manuel G. C., obtuvo entre el 2003 y el 2010 ingresos que pueden alcanzar los 2,4 millones de euros, según la fiscalía.
El caso puso sobre la mesa la delgada línea roja en la que se mueven las relaciones de los policías con sus confidentes, y colocó en el alambre la labor antidroga -en algunos casos muy meritoria- de las fuerzas de seguridad del Estado. En la causa judicial figuran conversaciones entre confidentes en las que se citan agentes policiales, funcionarios de prisiones, juristas, políticos y periodistas.
Contactos con agentes
La acusación pública sostiene que los 17 imputados, de “forma estructurada, jerarquizada y con un determinado reparto de funciones”, se dedicaron, junto con otras personas no identificadas, a la adquisición, adulteración, dosificación y venta de droga. La trama tuvo un alcance “mucho mayor” por la red de contactos que tenían, sobre todo entre las fuerzas de seguridad del Estado, y la “profesionalización en la ejecución del delito”.
En su escrito, el ministerio público precisa que durante la investigación sí se comprobó la “facilidad” de la organización para contactar con agentes "no identificados", lo que hacía que las medidas de seguridad adoptadas, como el cambio constante de móviles, “impidiera” la vigilancia y el seguimientos de los investigadores. En este sentido, la fiscalía detalla que Manuel G. fue confidente de miembros “preminentes” de cuerpos policiales.
- La persona más mayor del mundo, la catalana Maria Branyas, se convierte en la octava más longeva de la historia
- Crisis en una escuela compleja de Badalona: pierde a 20 profesores de un plumazo tras el proceso de estabilización docente
- Puente de cuatro días a la vista en Barcelona: esta es la fecha
- Un brote de salmonelosis en un bar de Barcelona deja al menos 22 afectados tras comer tortilla de patatas
- Incautadas cuatro toneladas de cocaína escondidas entre sacos de arroz en el puerto de Barcelona
- La Policía Nacional advierte del “smishing”, la nueva forma de estafarte a través del móvil
- Víctor Dieste, profesor en el barrio de Sant Roc: 'Tenemos alumnado que no tiene informe de notas porque no viene lo suficiente
- Un episodio de calor extremo y polvo sahariano inundará Catalunya la semana que viene