EL PERIÓDICO, medio oficial del certamen

La fotografía de derechos humanos sale a la calle en Barcelona

Mònica Tudela

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Todos aquellos que paseen por las calles de Barcelona pueden toparse, hasta el próximo 20 de diciembre, con alguna de las 10 exposiciones fotográficas de gran formato que integran el primer Festival internacional de fotografia sobre derechos humanos y justicia global de Barcelona. Son 10 muestras, una por cada distrito de Barcelona, cada una en una instalación pública, pero siempre en exteriores

“La intención es sensibilizar al espectador sobre el tema de los derechos humanos, los problemas globales y sus causas, y la justicia desde la calle, fuera de los círculos habituales”, cuenta Lucas Vallecillos, miembro del colectivo Más retina --que tuvo la idea original del certamen-- y codirector del festival junto a los fotógrafos Sergi Reboredo y Javier Sulé.  

“Los actos de derechos humanos son un microcosmos donde siempre aparece la misma gente. Nosotros buscamos otros públicos fuera del circuito. Queremos que la gente no vaya a buscar fotos de estos temas, sino que se las encuentre en las calles de la ciudad”, añade. EL PERIÓDICO es el medio de comunicación oficial del certamen.

'Aulas peligrosas. Enseñar el Corán o morir'. Un niño muestra una pizarra con ejercicios que les ha pedido el profesor en una escuela cerca de la frontera de Burkina.

'Aulas peligrosas. Enseñar el Corán o morir'. Un niño muestra una pizarra con ejercicios que les ha pedido el profesor en una escuela cerca de la frontera de Burkina. / ANTONIO ARAGÓN

Un concurso, dos ganadores

El eje central del festival ha sido un concurso fotográfico, del que Marc Sanyé (La otra frontera) y Antonio Aragón (Aulas peligrosas. Enseñar el Corán o morir) se han proclamado ganadores tras empatar en las votaciones. Sus exposiciones podrán verse en el centro cívico Besòs y en el centro cívico Sagrada Família respectivamente. 

Las exposiciones restantes corresponden a los otros ocho finalistas del certamen y podrán verse en los siguientes edificios públicos de Barcelona, uno por cada distrito: Centro cívico La Sagrera ‘La barraca’ (Sebastián Gil Miranda); antiguo mercado de la Abaceria de Gràcia (Toni Arnau); centro cívico Casa Orlandai (Pau Coll); centro cívico Cotxeres de Sants (Pablo Tosco); centro cívico Pati Llimona (Mireia Comas); casal Mas Guinardó (Alessandro Cinque); escuela Víctor Català (Gabo Caruso), y centro cívico Can Deu (Lucie Hodiesne).

 “Todo suele pasar en el centro de Barcelona así que, con estas 10 muestras, lo que queríamos era, de paso, descentralizar la fotografía y repartirla por todos los barrios”, añade Vallecillos.

'Sobreviví a los campos de fresas'. En esta explotación agrícola de Huelva, 40 trabajadoras están fijas durante el año, pero para la cosecha de fresas, arándanos y frambuesas el empresario puede llegar a contratar a un centenar de temporeras.

'Sobreviví a los campos de fresas'. En esta explotación agrícola de Huelva, 40 trabajadoras están fijas durante el año, pero para la cosecha de fresas, arándanos y frambuesas el empresario puede llegar a contratar a un centenar de temporeras. / PABLO TOSCO

A la primera edición del concurso se han presentado 187 trabajos de todo el mundo. El jurado ha estado compuesto por Julio Carbó, jefe de Fotografía de EL PERIÓDICO; la fotoperiodista Sandra Balsells; Sílvia Omedes, de Photographic Social Vision, y Sàgar Malé, de la Associació Catalana per la Pau.

Agenda de actividades variada

El festival, además de las exposiciones, incluye una agenda de actividades, conferencias y presentaciones relacionadas con la fotografía de derechos humanos. Destacan, entre otros, la exposición fuera de concurso Quan tot s’ensorra, de Anna Surinyach y Agus Morales, en la Biblioteca Agustí Centelles; la presentación del libro de Gervasio Sánchez Violencias. Mujeres. Guerras, en el Pati Llimona; la charla de Ricardo García Vilanova ¿Cómo trabajar en zonas de conflicto?, y la conferencia de Juan Carlos Tomasi y Anna Surinyac El compromiso de la fotografía, estos dos últimos actos, en la Casa Golferichs.

El festival tiene el apoyo de la Associació Catalana per la Pau y el colectivo International action for peace. La intención es que, en el futuro, puedan celebrarse más ediciones del certamen. “Ha sido modesto y casero, pero queremos darle continuidad en el tiempo y mejorarlo”, añade Lucas Vallecillos.