Comparecencia en Barcelona

Garzón anuncia para 2022 el veto a publicidad de alimentos no saludables en horario infantil

Consumo vetará totalmente los anuncios para menores de 16 años sobre confitería y barritas energéticas, pasteles, galletas y dulces, zumos, bebidas energéticas y helados, entre otros

Un niño obeso come mientras ve la televisión

Un niño obeso come mientras ve la televisión / 123RF

Patricia Martín
Toni Sust
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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado este jueves en Barcelona que el Gobierno prohibirá la publicidad de alimentos no saludables en horario infantil, en concreto para menores de 16 años, en 2022, "lo antes posible", mediante un real decreto que servirá para regular este aspecto y para el que se han iniciado los trámites. Garzón ya había anunciado esta medida, como hizo en una entrevista concedida a El Periódico, que nace de la convicción de que las precauciones tomadas hasta ahora en este campo no han funcionado.

La regulación no afectará solo a la televisión, sino también a medios escritos, de radio, de internet, cine, redes sociales y aplicaciones que estén dirigidas a menores de 16 años. El ministro ha recordado los datos del Informe Aladino que indican “niveles alarmantes” entre los niños de 6 a 9 años de sobrepeso, lo sufre un 23,3%, y de obesidad, que afecta a un 17%.

En un inicio, Garzón preveía aplicar el etiquetado frontal Nutriscore para decidir qué publicidad prohibir y cuál no en función de la nota obtenida en el polémico semáforo alimenticio, del que muchos nutricionistas recelan. Pero finalmente Consumo ha optado por un sistema más restrictivo y basado en los perfiles nutricionales marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ha sido aplaudido, tras el anuncio, por las principales asociaciones de consumidores.

Las cinco categorías

En base a los criterios de la OMS, se prohibirá completamente la publicidad, en franjas y espacios dirigidos a menores de 16 años, de cinco categorías de productos: la primera es la referida a la confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres; la segunda, la que incluye pasteles, galletas dulces y demás productos de pastelería; la tercera, la de los zumos; la cuarta, la de las bebidas energéticas, y la quinta, la de los helados.

Para el resto de productos se fijará un límite de contenido en nutriente por cada 100 gramos y se podrá hacer publicidad si las grasas totales y saturadas, el azúcar total y añadido y los niveles de sal se mantengan por debajo de los límites establecidos cada producto.

9 de cada 10 anuncios

“Queda mucho camino por hacer y hay que ser más ambicioso”, ha declarado Garzón, que ha comparecido en al Ayuntamiento de Barcelona junto a la alcaldesa, Ada Colau. También ha señalado que el código PAOS de autorregulación del sector audiovisual en publicidad sobre esta cuestión, nacido en 2005, “no funciona de manera eficaz, ha tenido muchos fallos y es un instrumento insuficiente”. De hecho, un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revela que nueve de cada 10 anuncios de alimentos dirigidos a niños son de productos no saludables. Un dato "alarmante" para la asociación dado que "son especialmente susceptibles a la hora de dejarse influir por las prácticas comerciales".

Frente a ello, el Ministerio de Consumo ha optado por emprender “una actividad regulatoria directa”, según ha explicado Garzón, siguiendo las recomendaciones y los perfiles de la OMS, tal como han hecho ya el Reino Unido, Noruega y Portugal. El ministro ha recordado que al tratarse de un real decreto la norma no debe pasar por el Congreso, lo que evitará algunos retrasos potenciales.

Acciones en Barcelona

Durante la comparecencia, Colau ha anunciado que el Ayuntamiento de Barcelona aprobará dos instrucciones municipales que regularán la presencia en el espacio público de publicidad de alimentos y bebidas perjudiciales para la salud y que reforzará la presencia de productos saludables en los servicios de alimentación de los equipamientos municipales.

Las dos instrucciones se aprobarán en las próximas semanas, según el consistorio. La primera, limitará la presencia de publicidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional en los soportes publicitarios que gestiona el ayuntamiento: marquesinas, banderolas y lonas. La segunda supondrá la aplicación de criterios de sostenibilidad en la compra de productos que se venden en equipamientos y servicios municipales, como las máquinas expendedoras y los catérings.