Pandemias

El covid provoca un “efecto devastador” en el sida, la tuberculosis y la malaria

La lucha contra las tres grandes pandemias retrocede por primera vez en 20 años 

Pruebas de VIH en un hospital de Yakarta

Pruebas de VIH en un hospital de Yakarta / The Global Fund

Patricia Martín

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Aunque los ojos del mundo están puestos en la batalla contra el covid, la fuerte expansión del virus SARS-COV-2 está perjudicando gravemente a la lucha contra las otras tres grandes pandemias de la humanidad: el sida, la malaria y la tuberculosis, que cada año matan a más de dos millones de personas. Según el último informe del Fondo Mundial, el movimiento global que aúna a países, sanitarios, sector privado y sociedad civil, el coronavirus ha tenido un efecto tan “devastador” que los programas de prevención y tratamiento que arrancaron en 2002 han retrocedido por primera vez en 20 años.

“Para celebrar nuestro 20 aniversario teníamos pensado dedicar el informe de resultados a las extraordinarias historias de valor y resistencia que han hecho posible avanzar contra el VIH, la tuberculosis y la malaria. Sin embargo, las cifras de 2020 nos obligan a adoptar un enfoque diferente. Confirman lo que temíamos que pudiera ocurrir cuando nos golpeó la Covid-19”, destaca Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial.

Esas cifras indican que el número de personas que recibió tratamiento para la tuberculosis resistente a los medicamentos en los países donde el Fondo invierte cayó un abrumador 19% en 2020 y para la tuberculosis ultra resistente un 37%. Y el número de pacientes seropositivos con tuberculosis que recibía tratamiento para ambas infecciones disminuyó un 16%. 

El sida

El informe también muestra un descenso importante en las pruebas y los servicios de prevención del VIH, dirigidos a poblaciones vulnerables, que ya se veían muy afectadas por una enfermedad que los países desarrollados han logrado mitigar. Así, se realizaron pruebas diagnósticas a 104 millones de personas, lo que supone un descenso del 22% respecto al año anterior y, por tanto, un retraso en el inicio del tratamiento. Y el número de personas que recibieron servicios de prevención se redujo un 11% (un 12% en el caso de los jóvenes). Asimismo, el porcentaje de madres que recibió medicamentos para evitar transmitir el VIH a sus bebés cayó un 4,5%.

Mejor parada ha resultado la lucha contra la malaria, debido a que se consiguió adaptar las actividades de prevención a la irrupción del covid. Si bien, el Fondo considera que el “progreso se mantuvo estable y no avanzó”.

Más muertes

La problemática coyuntura se va a traducir en más infecciones y, previsiblemente, en más muertes, según avisa en declaraciones a EL PERIÓDICO la directora de relaciones externas del Fondo, Françoise Vanni. Asimismo, el objetivo para 2030 de acabar con las tres epidemias “es ahora más difícil de alcanzar”.

La parte positiva es que la lucha contra el covid se ha beneficiado de las infraestructuras creadas para atajar las tres grandes epidemias previas. “Los países donde invertimos han respondido usando los mismos laboratorios, los sistemas de vigilancia, las redes comunitarias, los trabajadores sanitarios formados y las cadenas de suministro, lo que ha permitido que el daño por el coronavirus sea menor”, sostiene Vanni. “Los socios saben qué hacer, pero necesitan apoyo”, añade.

El apoyo

De hecho, el consorcio multilateral calcula que se necesitan 17.000 millones de dólares para reforzar la batalla mundial contra el covid (7.000 de ellos urgentes), especialmente para impulsar la adquisición de pruebas diagnósticas y de elementos básicos como los equipos de protección en los países menos desarrollados. “Se habla mucho de vacunas, pero donde hace falta más dinero es en esto”, señala.

Asimismo, la directiva del Fondo Mundial pide “aprender las lecciones” de los programas que sí han “resistido”. Entre ellos destaca un aumento de casi un 9% del número de personas con tratamiento antirretroviral para el VIH y un crecimiento del 17% en el reparto de mosquiteros para proteger a las familias de la malaria, pese a los cierres de fronteras.