El verano acaba con 191 muertos en carretera, la menor cifra de la historia

El verano de 2021 ha terminado con 191 muertos en las carreteras españolas, la cifra menos trágica de fallecidos desde que se existe un registro de siniestralidad y a pesar de que se ha recuperado el número de viajes a niveles previos a la pandemia de la covid, con 90,8 millones de desplazamientos en julio y agosto. En el mismo periodo se han contabilizado 752 heridos graves u hospitalizados. Estos datos han sido dados a conocer este viernes por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha presentado un balance de siniestralidad de este verano y que ha dejado traslucir su sorpresa ante los resultados. "La estadística es menos mala de lo que nos esperábamos", ha dicho el ministro tras valorar un verano que deja 11 muertos menos respecto a 2020 y 24 menos que en 2019, el año de referencia, pues el pasado estuvo marcado por la pandemia.

Para el ministro, la recuperación de la movilidad "previa a la pandemia" es una "buena noticia", porque implica el regreso a la normalidad tras los duros meses del covid. Marlaska también ha celebrado que se haya mantenido "la tendencia a la reducción" de siniestralidad de los últimos años. Aun así ha insistido en "no caer en el triunfalismo: 191 fallecidos son muchos, demasiados, como lo son los 651 contabilizados desde el pasado 1 de enero. Por eso animo a todo el mundo a mantener el esfuerzo y el trabajo constante", ha subrayado el titular de Interior.

El mejor julio

Durante el mes de julio se registraron 95 accidentes mortales con 99 víctimas, lo que suponen 16 fallecidos menos que en julio de 2020 y 18 menos que en julio de 2019. Eso sitúa a este mes de 2021 como el mejor julio de la serie histórica en cuanto a siniestralidad. En agosto se produjeron 83 siniestros con 92 fallecidos, cinco más que el año pasado, si bien en cinco días de este mes ninguna persona perdió la vida en las carreteras españolas.

“No debemos admitir la siniestralidad y mortalidad vial como un mal inevitable. Podemos y debemos acabar con las muertes en carretera. Vamos a seguir trabajando para alcanzar esa meta y confío en contar con la colaboración de todos los actores del sector y de la ciudadanía en su conjunto para conseguirlo”, ha reiterado Grande-Marlaska. 

En los meses de julio y agosto se han registrado casi 91 millones de desplazamientos de largo recorrido, un 0,8% menos que hace dos años. Esto se debe a que en julio se contabilizaron 43,2 millones (0,15% menos que en 2019) y 47,5 millones en agosto (un 0,6% menos que en 2019). Los viernes han sido los días de más tráfico en verano y los martes los que menos. Además, el cambio de quincena y el traslado en algunas comunidades autónomas de la festividad del 15 de agosto hizo que la Operación Salida del mismo 15 fuera la que mayor número de desplazamientos de largo recorrido registrara con casi 7 millones.

Datos en profundidad

Durante este verano se han producido 11 accidentes mortales múltiples, lo que representa que un 6% de los accidentes totales han ocasionado el 12% de los fallecidos. Por tipo de vía, tres de cada cuatro accidentes mortales siguen produciéndose en carreteras convencionales. En estos siniestros fallecieron 138 personas, la cifra más baja de la serie histórica. En autopistas y autovías se han registrado 53 fallecidos.

Disminuyen también las muertes de usuarios denominados vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas), especialmente estos últimos que han visto reducida su siniestralidad en un 30%, seguido de los ciclistas. Los fallecimientos de peatones han aumentado, registrándose 23 víctimas, nueve más que en 2019.

La salida de vía sigue siendo el accidente que más víctimas mortales ocasiona (45%) con 86 fallecidos, seguida de la colisión frontal (17%) con 32. Aumentan los accidentes mortales en la franja de edad entre 15 y 24 años y disminuyen los fallecidos en la franja de edad de más de 65 años con 5 menos que en el año 2019. El 83% de los son hombres y el 17% mujeres.

De los 25 fallecidos en turismos y furgonetas, uno de cada cuatro no hacía uso del cinturón de seguridad, mientras que dos de los seis ciclistas fallecidos no llevaban el casco y tampoco lo llevaba uno de los 48 motoristas que fueron víctimas de un accidente mortal.