Ola de calor

Obreros resignados bajo el sol abrasador

Los trabajadores que trabajan al aire libre siguen sus jornadas con normalidad, entre otras cosas, porque no se pueden permitir el lujo de parar, aseguran

El agua y la sombra son sus mayores aliados para afrontar este periodo de temperaturas extremas

ola de calor

ola de calor / Simone Boccaccio

Noèlia Villar

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"Llevamos fatal trabajar así, pero es lo que hay. Si quieres lo tomas, si no, lo dejas". Así describe la situación un obrero que este jueves trabajaba en las calles de Barcelona. Su jornada es de ocho horas diarias, estos días bajo el sol sofocante en plena ola de calor y con un bochorno que eleva aún más la sensación térmica.

Son muchas las personas a las que su trabajo les obliga a estar bajo el sol -barrenderos, obreros o repartidores-, pero, ¿qué hay de sus condiciones laborales? ¿Cambian en estas situaciones de calor extremo? Para afrontarlo el sindicato CCOO ha presentado una batería de propuestas y consejos para que los trabajadores minimicen al máximo los riesgos durante estos meses de verano. Entre los consejos se recomienda vigilar la temperatura, los 32 grados de sensación térmica es la barrera a partir de la cual la normativa de prevención de riesgos laborales aconseja extremar las precauciones. También se aconseja hacer descansos frecuentes, a poder ser de un mínimo de 10 minutos por cada hora trabajada en el exterior.  La hidratación deberá correr a cargo de la empresa, ya sea bajo techo o a pleno sol. Y siempre que sea posible, negociará una jornada intensiva y se dosificarán los esfuerzos.

Pero, ¿se aplican estas medidas?

Nikolay Pererunov es un albañil que trabaja ocho horas diarias a pleno sol. Asegura que por normativas de la empresa están obligados a llevar pantalón largo y aunque les faciliten agua, “por poco que haces es duro”. Otros dos compañeros suyos afirman que haga calor o frío trabajan de ocho de la mañana a cinco y media de la tarde de la misma manera. Con una hora para comer y 40 minutos para desayunar, tienen el mismo horario y esta nueva ola de calor no les libra de tener más descansos. Los trabajadores de unas obras que van desde la calle de Girona hasta el Paseo Sant Joan de Barcelona afirman que cada obra tiene su protocolo de seguridad y salud y diariamente reciben una supervisión por su parte. Aunque trabajan surtidos de agua, el pantalón largo e incluso manga larga haciendo esfuerzo físico bajo el sol no les ayuda.

Un trabajador de una obra de Barcelona hace una pausa para hidratarse durante su jornada laboral.

Un trabajador de una obra de Barcelona hace una pausa para hidratarse durante su jornada laboral. / Simone Boccaccio

En el mismo tramo de obras, trabaja Toni. Se encarga de reparar grandes máquinas en la misma zona y bajo el mismo sol. “Es horrible y el sueldo es el mismo” afirma. “Sobrevivimos con mucha agua”.

La limpieza bajo el sol

Antonio es un trabajador de Barcelona pel Medi Ambient, la empresa que se encarga del mantenimiento y limpieza de calles, plazas, parques y playas de la capital catalana. "Es lo que hay", comenta resignado, aunque se queja de que muchos camiones en los que van no tienen aire acondicionado, hecho que en plena ola de calor les supone cierto suplicio. Por otro lado, dos compañeras suyas aseguran "lo llevan muy mal". "Trabajamos las mismas horas y a eso súmale que tenemos que llevar la mascarilla de manera obligatoria", protestan. Explican que no se sienten apoyadas ni protegidas por ningún tipo de ayuda. “Lo único que hicieron fue darnos crema solar el primer día. Ahora hasta el agua nos la tenemos que traer de casa”, afirman.

Lejos de prever un recorte en los horarios, aseguran que ahora empezarán las fiestas de Gràcia y eso hará que su trabajo se alargue más y sea más duro. Andrea Corrionero, otra trabajadora, añade: "Es agobiante, intentamos no estar mucho al sol y trabajar lo más rápido posible”. Otra compañera suya que trabaja de ocho de la mañana a hasta las 18.45 horas afirma que "llueva o haga calor hay que trabajar las mismas horas". Confiesa eso sí, que eso le conlleva muchas veces bajadas de tensión.

"Hay que trabajar"

Aun así, la mayoría de trabajadores, sabiendo del agotamiento que suponen estas condiciones laborales, coinciden en una misma conclusión: "Hay que trabajar". Asis, trabajador de Barcelona pel Medi Ambient, aunque trabaja seis horas y media a pleno sol prefiere no quejarse. "Mi trabajo es más agradecido al ir por tramos de sombra, los que sufren de verdad son los obreros". Otro trabajador de la misma empresa asegura que la ola de calor de este año la están viviendo como cada verano. Explica que para sobrevivir a estos momentos les basta con aprovechar los lugares con sombra y las fuente. Todos se resignan ante la situación, y pese al calor que pasan y el esfuerzo que les supone, no le dan tanta importancia. Tal y como afirmaba un obrero: "Cuando hace frío y llueve también trabajamos".

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