Escándalo en Roma

La RAI descubre que le han saqueado obras de Monet, De Chirico, Modigliani y Messina

La policía apunta a una trama de extrabajadores de la tele que actuó durante décadas sustituyendo las piezas con copias

Vittorio Sgarbi

Vittorio Sgarbi / WIKIMEDIA COMMONS

Irene Savio

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De historias novelescas sobre robos de arte ha habido muchas en la historia, incluso algunas con tramas de película aunque sean reales. Pero lo que ha salido a la luz en estos días en Italia, sin duda, no se queda atrás: esto es, la desaparición de decenas de obras de arte de artistas célebres que eran de propiedad de la RAI, la televisión pública italiana, que se encontraban en las sedes de Roma y de otras ciudades italianas, y ahora nadie sabe dónde están. Se han contado ya 120 de las que se ha perdido el rastro, pero se cree que podrían ser más. 

Lo que distingue el caso es también la sospecha que detrás no haya simples ladrones, si no que se trate de un robo orquestado por exempleados de la RAI insatisfechos, a los que podrían haber recurrido traficantes de arte. Habrían robado las piezas a lo largo de las últimas décadas, aunque el misterio es cómo pudo ser que nadie se diera cuenta hasta ahora. Algunas piezas fueron sustituidos por copias falsas, otras sencillamente no se encuentran, según la versión que se ha filtrado. Por ello, investiga el Comando Carabinieri Tutela Patrimonio Culturale.

Litografías, tapices, tallas y cuadros

En verdad, la investigación policial empezó gracias a los medios que, con la llegada del buen tiempo y la pandemia en retroceso en Italia, están volviendo a ocuparse de asuntos ajenos a la Covid. En concreto, fue el diario romano Il Messaggero que, a comienzos de mayo, informó de un cuadro del florentino Ottone Orsai que, al caer y dañarse, fue enviado a reparar. De esta manera se descubrió que lo que se creía un original, en realidad, era una copia.

La noticia ha sorprendido también por los autores de las obras de arte desaparecidas. De acuerdo con lo conocido, entre las piezas hay esculturas, litografías, estampas, tapices y cuadros de artistas de la talla del pintor griego-italiano Domenico de Chirico, del apasionante siciliano Renato Guttuso, de los impresionistas Claude Monet, Camille Corot y Alfred Sisley, así como del muy cotizado Amedeo Modigliani. 

Incluso se desconoce el paradero de la escultura “Caballo” de Francesco Messina, cuya reproducción en tamaño grande se encuentra delante de la sede romana del canal de televisión, y que para muchos es el símbolo de la RAI. Algunas piezas habrían desaparecido ya a finales del siglo pasado, otras fueron vistas por última vez hace pocos años. El valor de las obras desaparecidas, según ha dicho el crítico de arte Vittorio Sgarbi, sería de varios millones de euros. 

“El saqueo de la RAI”, ha sido uno de los comentario más impiadosos sobre la cuestión, que ha provocado un silencioso magna de malestar en una Italia que desde décadas lucha contra el estigma de la corrupción. Tanto así que, hasta la fecha, ni los carabineros del Comando Carabinieri Tutela Patrimonio Culturale (considerado un cuerpo de élite), ni la RAI, han emitido comunicado alguno. 

De igual manera, preguntada por este diario, una portavoz de la policía dijo no estar autorizada para hablar públicamente sobre el asunto, mientras que uno de los pocos de la RAI que se ha pronunciado ha sido Nicola Sinisi, un ejecutivo del canal. “Estamos rastreando una serie de desapariciones que parecen selectivas”, dijo a La Repubblica.

Que la noticia haya provocado un pequeño terremoto en Italia, en verdad, no sorprende. La razón es que las obras proceden de la colección de la RAI (unas 1.500 obras de arte aproximadamente, que han sido comprados en los años con fondos públicos. Fondos que también proceden de los 90 euros que cada familia en Italia debe pagar de canon anual a la emisora, la cual, aún así, acumula deudas por más de 520 millones de euros, según recientes estimaciones. 

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