Comicios en el colegio oficial

Batalla por liderar el futuro de los abogados de Barcelona

La posible alta abstención marca las elecciones que se celebran el 3 de junio en el colegio de la abogacía barcelonesa

Repite como candidata a decana Maria Eugènia Gay, que se enfrenta a Gonçal Oliveros, Vanessa González y Josep Maria Paños

Fachada del Col.legi de l'Advocacia de Barcelona.

Fachada del Col.legi de l'Advocacia de Barcelona.

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Rechazo a las etiquetas políticas, combatir la desafección profesional hacia el colegio, abrir más la institución- una de las más influyentes de Catalunya- a la sociedad, y contribuir a la mejora y modernización de la justicia, marcada por la falta de jueces y la lentitud de los procesos y el colapso. Estos son algunos de los objetivos que tienen en común las tres candidaturas que compiten para ocupar el máximo de puestos en la junta de gobierno del Col·legi de l’Advocacia de Barcelona.

De las votaciones que se celebrarán el 3 de junio no solo saldrá el equipo que dirigirá en los próximos cuatro años los designios de esta entidad, sino también quién lo encabezará. Encima de la mesa están los nombres de Maria Eugenia Gay (que hasta ahora ha sido decana), Gonçal Oliveros y Vanessa González. Un cuarto aspirante, Josep Maria Paños, se presenta a modo individual.

24.000 colegiados

El futuro de la institución estará en manos de los 24.000 colegiados convocados a las urnas, aunque, antes, y en la recta final de la campaña, los candidatos deberán convencerles de no quedarse en sus despachos o en sus domicilios como históricamente ha pasado en esta entidad. El porcentaje de abstención en anteriores comicios asciende al 80%. Por ejemplo, en 2017 Gay logró vencer las elecciones con 3.801 votos y los diputados que entraron en la junta cosecharon entre 3.700 y 3.850 votos. Y eso que el voto de los abogados que ejercen contabiliza el doble. Ese año la participación fue del 19,83% del censo.

No solo Gay repite, pero también lo hacen González y Paños, que se presentaron en 2017. La novedad es Oliveros, que en su lista ha incorporado a abogados soberanistas y al exjuez Elpidio José Silva Pacheco. “No hacemos política”, sostiene Oliveros, aunque considera que el colegio debió pronunciarse sobre temas como la extradición de dirigentes independentistas y el rechazo de los países de acogida, la petición de la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa para que España modifique el Código Penal sobre las injurias a la Corona o las restricciones de derechos fundamentales por el covid. “Esto es derecho”, defiende.

Gay, que apuesta por “mantener la neutralidad” del colegio, y González también rehúyen de las etiquetas políticas. En la campaña se ha constatado la batalla electoral se centra en un todos contra la última decana.

Solidaridad, gestión económica y turno de oficio

Eugenia Gay

Gay reivindica “todo el trabajo” que ha realizado su junta durante los últimos cuatro años. Su intención es abanderar un colegio que “garantice la libertad” bajo los parámetros de “más solidaridad" e "innovación”. Dos de sus propuestas estrella se dirigen al ciudadano corriente: la creación un observatorio sobre los derechos de las personas para estudiar situaciones de vulnerabilidad y otro sobre insolvencia personal para impulsar el proceso de segundas oportunidades ante problemas económicos. Otros objetivos: convertir Barcelona en un “clúster jurídico” de estudio e innovación del derecho y ayudar a superar “la situación de colapso de la justicia”. 

Gonçal Oliveros

Oliveros pretende que los abogados sientan el colegio como suyo, con una junta directiva “comprometida con los intereses” de los profesionales del Derecho. En tiempos de crisis, propugna la racionalización de los recursos, evitando viajes innecesarios, así como transparencia en los criterios de selección del personal y de los colaboradores. “Rigor en la gestión económica”, recalca. También aboga para que el colegio sea una “fuente de servicios” con una eficiente bolsa de trabajo y el refuerzo de los cursos de formación. La lucha contra “la precarización de la profesión” y la mejora del turno de oficio son otros de sus rectos.

Vanessa González

González lleva años luchando por la dignificación, precisamente, del turno de oficio. “Mi candidatura es de renovación total del colegio para dar una respuesta individual a cada uno de los abogados, no a los despachos y empresas”. Defiende que la entidad debe mantener la neutralidad ideológica y denuncia que “no se ha hecho nada en defensa de la profesión” en los últimos cuatro años. A su entender, el colegio debe ser más “democrático y participativo”. “Me presento para defender a la libertad y la independencia de la abogacía”, concluye.

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