EXPOSICIÓN VIRTUAL

Rafa Ruiz, un fotógrafo de otros tiempos

Maduración y putrefacción de bananas

Rafa Ruiz. Maduración y putrefacción de bananas. / Rafa Ruiz

Carles Cols

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Antes que nada, una aclaración. El cine, en realidad, no existe. Solo son fotografías. Muchas fotografías. A los humanos, con un sentido de la vista que en realidad no es gran cosa comparado con el de otras especies, nos basta con juntar 25 fotos en un segundo para ver movimiento donde realmente no lo hay. La razón por la que las moscas no van al cine (es un decir, pero fundamentado científicamente) es porque para ellas con 25 fotogramas por segundo no hay acción. Para una simple ‘Musca domestica’, con sus prodigiosos ojos compuestos, una película, por ejemplo, de la saga ‘The Fast and the Furious’ (carreras ilegales de coches, escotes y bofetadas) es más o menos como películas de Albert Serra. Ven el mundo, en cierto modo, a cámara lenta. Aclarado esto, he aquí, ahora sí, a Rafa Ruiz, fotógrafo de lo invisible, como él se autodenomina, o, disfrutada con calma su obra, literalmente un fotógrafo de otros tiempos.

Rafa Ruiz. Eclipse total de Luna

Rafa Ruiz. Eclipse total de Luna. /

Nacido en Castellón hace 30 años y actualmente residente en Morella (dato importante para cuando lleguemos a sus plátanos momificados), Ruiz era ya desde hace muchos años un aspirante a polímata o, como se dice en algunas casas aún, un catacaldos, alguien con ganas de saber más de muchas y variadas áreas del conocimiento, en su caso, la biología, la meteorología, la astronomía, la informática y, claro, la fotografía. Cursó estudios superiores de imagen, pero el poso de todas sus curiosidades anteriores seguía ahí. Según se mire, era inevitable lo que iba a suceder. Con una primera cámara digital adquirida, mucha prueba y error y, por que no subrayarlo, una chispa muy poética a la hora de titular sus obras, comenzó a obtener unos resultados que merecen ser conocidos, en los que aúna todas sus pasiones.

Rafa Ruiz. Gota impactando sobre una superficie de agua

Rafa Ruiz. Gota impactando sobre una superficie de agua. /

‘Gota de betadine impactando sobre una superficie de agua’. A ver, Ruiz no es el primero que ralentiza la caída de una gota para que podamos ver aquello que las moscas ven a diario, pero habrá que aceptar que el título, tan quisquillosamente descriptivo como lo eran los títulos de las obras de Piet Mondrian, no pasa desapercibido.

La cámara lenta es siempre hermosa, pero en lo que despunta Ruiz es el sometimiento de otro tiempo, el llamado ‘time-lapse’, el clímax de la falsa ilusión de movimiento que es el cine.

Rafa Ruiz. Caracoles comiéndose una hoja de lechuga

Rafa Ruiz. Caracoles comiéndose una hoja de lechuga. /

Su plusmarca personal son los plátanos antes citados. Con 2.200 fotografías a lo largo de 70 días, los plátanos que eligió pasan ante los ojos del espectador de una lozanía verde intensa a una apetitosa madurez primero, a una otoñal decadencia después y, a continuación, a la muerte. No es ni siquiera esa la última fase. Los plátanos se momifican de forma natural. A veces, cuando se exhibe un experimento en los medios de comunicación, se advierte de que nadie trate de hacer eso en casa. Bien, esto es justo lo contrario. ¿A quién no se le han marchitado unos plátanos en la cocina? La cuestión es que los 70 días de la película de Ruiz parecen muchos. Eso es porque no conocen bien ustedes el clima de Morella. En invierno es una nevera.

Rafa Ruiz. Salida del Cometa C-2020 F3 NEOWISE por detrás de una montaña

Rafa Ruiz. Salida del Cometa C-2020 F3 NEOWISE por detrás de una montaña. /

A caballo de los años 80 y 90 (disculpen la excursión y la imprecisión) un conocidísimo bar de la plaza del Sol de Barcelona encontró una singular manera de fidelizar a su parroquia. Nada más entrar por la puerta de Eldorado y a mano izquierda había una urna de cristal perfectamente sellada. Dentro, los dueños del negocio tuvieron la ingeniosa idea de poner una pizza recién sacada del horno. Cada poco tiempo le sacaban una fotografía que colgaban de la pared. Claro, lo interesante, en aquellas largas noches de juventud, era hacer una parada en Eldorado para visitar la pizza. Aquello era, y entonces no lo sabíamos, un ‘time-lapse’ arcaico y etílico. Es imposible no recordar aquellas noches a la vista de los trabajos de Ruiz.

Detrás de cada pequeña película hay mucho más oficio del que pueda parecer a simple vista. Se aprende los errores. Así le ocurrió la primera vez que quiso ver crecer 13 judías mundo en un tiesto rectangular. Había un fallo en su plan. Iluminó lateralmente la escena y las plantas, cosas de su ‘software’ genético, alzaron su tallo en busca de la luz. O sea, vuelta a empezar.

Rafa Ruiz. Luna creciente durante el día

Luna creciente durante el día / Rafa Ruiz

Un punto y a parte merece su otra gran pasión, la astronomía, que le ha proporcionado ya alguna notable alegría. En 2019 se llevó uno de los premios anuales que concede el Royal Observatory Greenwich’s a los mejores fotógrafos del espacio. En su caso, se alzó con el primer puesto en la categoría dedicada a la Luna por un retrato en cuarto creciente y a pleno día del satélite de la Tierra. Era una imagen fija, una sola foto, pero la Luna también ha sido objeto de sus secuencias animadas. El 21 de enero del 2019 la retrató una noche de eclipse un total de 9.100 veces. El resultado es una minúscula pero emocionante película en la que la Luna se ruboriza a ojos del espectador.

Para saber más sobre Rafa Ruiz, no hay mejor consejo que visitar toda su obra en su web, 'Fotografía de lo invisible’. Lo que hay que ver.