LA GESTIÓN DE LA SEGUNDA OLA

Illa deja en manos de las autonomías aplicar toques de queda

El ministro dice que el estado de alarma solo sería necesario si la medida se aplicara en todo el Estado

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, este viernes.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, este viernes. / periodico

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El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dejado en manos de las comunidades autónomas la aplicación de un toque de queda en sus territorios. Illa ha subrayado que el estado de alarma solo es necesario si se pretendiera aplicar la medida en todo el Estado o en zonas más extensas que una autonomía.

"Las comunidades tienen su marco competencial y lo ejercen", ha dicho el ministro en una rueda de prensa junto al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en la que este ha anunciado que Castilla y León aplicará el toque de queda de forma "inmediata"

Illa ha aclarado que el Gobierno español intervendrá si hace falta aplicar un toque de queda generalizado en todo el Estado y siempre que haya consenso con las autonomías. En este caso, ha añadido, el instrumento jurídico que daría "solidez y solvencia" a este escenario sería el estado de alarma.

"Respeto y apoyo a Madrid"

Preguntado por las nuevas medidas anunciadas por la Comunidad de Madrid, que prohíbe las reuniones entre las 00.00 y las 06.00 horas, Illa ha señalado que su departamento "respeta y apoya" las nuevas medidas adoptadas por la Comunidad y el resto de comunidades autónomas en el ejercicio de sus competencias y en beneficio de la salud pública.

Sobre la evolución de los contagios en Madrid, ha valorado que haya "mejorado" en los últimos días, pero ha insistido en que el objetivo no puede ser quedarse en el entorno de los 400 positivos por cada 100.000 habitantes, sino que "todavía tiene mucho margen de mejora" hasta llegar al objetivo, "como mínimo, de bajar de 100 casos".

"Hay que seguir tomando medidas duras", ha dicho respecto a Madrid, pero también lo ha extendido al resto de las comunidades autónomas ante una situación preocupante que se extenderá "cinco o seis meses", según ha reiterado.