la crisis del coronavirus

Educació llevará a domicilio la comida a los niños vulnerables confinados

Comedor escolar en el instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramanet, el pasado día 29.

Comedor escolar en el instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramanet, el pasado día 29. / periodico

Elisenda Colell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Durante el próximo curso escolar, el Govern no volverá a usar las tarjetas monedero. Un mecanismo que, durante el confinamiento, ha garantizado la alimentación de 142.000 menores que percibían una beca para el comedor escolar. La Conselleria d'Educació quiere ahora que los comedores escolares permanezcan abiertos, y en caso de que un grupo, o el cole entero, deba confinarse, el centro distribuirá la comida directamente a las familias necesitadas. Lo ha anunciado este martes el 'conseller' de Ensenyament, Josep Bargalló, en una comparecencia en el Parlament. 

"Nosotros priorizaremos llevar la comida a las familias, que se puede hacer si no hay un confinamiento total, o que las familias puedan ir al centro a recoger la comida", ha dicho Bargalló ante la diputación permanente del Parlament de Catalunya este martes. Esta es la fórmula que va a aplicar la Generalitat para garantizar la alimentación de todas las familias que percibann una beca comedor el próximo curso escolar. 

El Govern descarta, pues, volver a recurrir a las tarjetas monedero, que se distribuyeron a 142.000 niños para garantizar una comida diaria durante la pandemia, y que tuvieron dos sobrecostes. El primero, los casi 30 millones de euros que Educació ha pagado como indemnización a las AMPAS y a las empresas que gestionan comedores escolares para que no despidieran a su personal por el cierre. El segundo, los 320.000 euros que ha costado la gestión de esta 'visa' gestionada por La Caixa.  

Precisamente el 'conseller' Bargalló, y el de Afers Socials, Chackir el Homrani, han comparecido en el Parlament para dar explicaciones sobre el uso, y la gestión de estas tarjetas que, en muchos casos, han permitido a familias poder alimentar a sus hijos durante el confinamiento. Bargalló ha afirmado que la última recarga de estas tarjetas se hizo "a finales de mayo" y que si bien se siguió pagando durante la Semana Santa, no ha sido posible hacerlo una vez terminado el curso escolar, aunque una moción aprobada en el Parlament durante los días de pandemia así lo exigía.

Esta gestión es la que la oposición ha criticado duramente. Ciutadans, el PSC, los Comuns y el PP han lamentado la "deslealtad", la "mala gestión", y la "dejadez de funciones" que significa dejar a estos hogares sin la ayuda económica para garantizar una alimentación a los menores. El 'conseller' de Afers Socials ha respondido que su departamento abonará las ayudas de emergencia que los Servicios Sociales de los municipios den a las familias en riesgo social que no puedan alimentar a sus hijos. Sin embargo, no ha dicho de cuánto dinero se trata, bajo qué criterios se otorgan las ayudas, ni cuándo se harán estos pagos a los ayuntamientos que avancen el dinero a las familias. La medida no ha contentado a la oposición. "Avisaron a los ayuntamientos de ello el 1 de agosto", ha reprochado, además, la diputada del PSC, Esther Niubó.

Una beca que no es justa

"Las becas comedor solo llegan a la mitad de los niños que sufren pobreza infantil en Catalunya", ha asegurado el mismo 'conseller' Bargalló. Si bien estas ayudas sirven para que las familias en riesgo social puedan pagar el comedor escolar de sus hijos, no se benefician de ellas los niños que acceden a un servicio de comedor escolar gratuito, ni aquellos cuya escuela no dispone de comedor escolar. En esta situación, precisamente, se encuentran cientos de institutos, que tras aplicar una jornada intensiva, durante los años de los recortes el Govern, eliminaron el servicio de comedor escolar. "El curso que viene vamos a reabrir cantinas de institutos", ha anunciado Bargalló, aunque tampoco ha cuantificado.

Los datos del 2019, antes de la crisis social que ha estallado con la pandemia, ya muestran un escenario preocupante. El riesgo de pobreza infantil ascendió en Catalunya y escaló por primera vez hasta el 30%. El responsable de Educació, aunque ha defendido su gestión con las becas durante la pandemia, ha emplazado al resto de grupos políticos a trabajar en una herramienta que garantice la alimentación de todos los menores en riesgo social en Catalunya.