ARDIERON MÁS DE 5.000 HECTÁREAS

La zona quemada por el incendio de la Ribera d'Ebre, un año después a vista de dron

El efecto de las llamas todavía es visible en las zonas más boscosas aunque los rebrotes recuperan terreno

La reforestación de la Ribera d'Ebre un año después del incendio

Recorrido a vista de dron por diferentes puntos de la zona quemada por el incendio de la Ribera d'Ebre un año después. / periodico

ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un año después del incendio de la Ribera d'Ebre que quemó más de 5.000 hectáreas de esta comarca pero también las Garrigues y el Segrià, la agencia de noticias ACN ha sobrevolado con dron algunos de los términos municipales más afectados. La grabación reproduce el mismo recorrido hecho, también en dron, el año pasado, pocos días después de que los Bombers comenzaran a controlar el incendio más devastador de la campaña de verano 2019.

La consecuencia de las llamas aún es visible en las zonas boscosas, con gran cantidad de árboles quemados que sin hojas dejan entrever el verde de la vegetación de sotobosque que crece en la tierra quemada gracias a la primavera lluviosa que hemos tenido este año. El efecto de la acción del hombre también se ve en los cultivos, que comienzan a recuperarse.

El vídeo comienza en el municipio de Bovera, en las Garrigues, donde las llamas quemaron unas 80 hectáreas. Desde el aire se pueden ver los bosques de la Vall de Bovera quemados y también cultivos de olivos que se están empezando a recuperar y otros que ya están a pleno rendimiento. El rastro del fuego también dejó destruidas algunas construcciones agrícolas como almacenes para guardar materiales.

El verde se empieza a dejar ver gracias al sotobosque que crece por la primavera lluviosa y a los trabajos de limpieza y reforestación que se han llevado a cabo durante el último año.

Flix, el municipio más afectado

Otro de los puntos captados desde el dron está situado en el entorno de la ermita del Remei, donde las llamas llegaron casi a las puertas de este santuario situado a unos seis kilómetros al norte del núcleo urbano de Flix, el municipio más afectado por el incendio con más de 3.000 hectáreas quemadas, la mayor parte de arbolado.

Desde este mirador privilegiado, la devastación de las llamas aún es bien palpable en kilómetros de bosque donde ahora solo hay árboles quemados.

Por otra parte, uno de los lugares que más ha cambiado este año se encuentra en el puente que cruza el río de la Cana, en el enlace entre la C-233 y la T-703 ,para ir hacia la Palma d'Ebre, donde el fuego quemó más de 220 hectáreas. Las imágenes de ceniza y vegetación quemada han dejado paso a un espacio verde lleno de cañaverales y plantas de ribera en el entorno de este pequeño río que este año sí que lleva agua en su curso.

Solo los árboles más grandes que había en esta zona ahora completamente quemados recuerdan la destrucción del paso de las llamas.

El incendio más importante del verano pasado también afectó Vinebre con más de 642 hectáreas, Maials (Segrià) con cerca de 574, Llardecans, también en el Segrià, con más de 281, la Torre del Espanyol, en la Ribera d'Ebre, con más de 130, y la Granadella, en las Garrigues, con 43 hectáreas.

La superficie más afectada fue arbolado, en concreto cerca de 2.500 hectáreas, lo que supone casi el 50% de toda el área arrasada por el incendio. Después hubo el matorral, con 1.514 hectáreas y que a día de hoy es el que presenta un mayor aspecto de recuperación. De cultivos se quemaron más de 950 hectáreas y de pastos unas 60.