DATOS DE CATALUNYA

Las mujeres viven seis años más que los hombres, pero 20 son con mala salud

Un grupo de mujeres hace deporte entre las playas de Nova Icaria y Bogatell, en Barcelona.

Un grupo de mujeres hace deporte entre las playas de Nova Icaria y Bogatell, en Barcelona. / periodico

Beatriz Pérez

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Las mujeres catalanas tienen una esperanza de vida de 86,2 años, una de las más altas de Europa y seis años más que los hombres (80,7 años), pero los últimos 20 de esos años ellas los viven con mala salud. Así, ellas viven más, pero se encuentran peor. Es lo que señala el Informe de Salud de Catalunya 2019, elaborado por la Conselleria de Salut y que debe servir como base para el próximo plan sectorial que se prevé desarrollar a lo largo de este año, según un comunicado enviado este viernes por el departamento. Las mujeres de más edad, con nivel socioeconómico y de estudios bajo, son las que declaran tener peor salud. 

A nivel general, las mujeres tienen unas conductas más saludables que los hombres, ya que el consumo de tabaco es menor (20,5% frente al 30,9% de los hombres), también hacen un consumo de riesgo de alcohol menor (1,7% frente al 6,4%) y siguen más la dieta mediterránea (67,2% por 57,5%). Las mujeres también tienen menos exceso de peso (43,2% respecto un 59,3% de los hombres) aunque los hombres hacen más actividad física saludable (81,1% de mujeres frente a un 84,5% de hombres).

El tabaquismo, en concreto, preocupa a los expertos. "Hace dos o tres años que el consumo no baja en los hombres. Ha bajado mucho en espacios públicos, pero deben tomarse otras medidas, como por ejemplo subir la fiscalidad: no puede ser que aquí un paquete de tabaco cuesta la mitad que en Francia", señala a este diario Ricard Tresserras, portavoz de la Direcció General de Planificació en Salut.

Enfermedades de transmisión sexual

En cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, Tresserras destaca un "cambio de tendencia". Entre el 2009 y el 2018, la gonococia se ha multiplicado más de 10 veces y la sífilis, más de cuatro. Ambas son más frecuentes en hombres. En cuanto a la clamidia, esta es más elevada en mujeres que en hombres. "La clamidia se ha multiplicado por 14 en las mujeres y en personas nacidas en el extranjera", señala Tresserras.

Sin embargo, lo que más preocupa a las autoridades sanitarias son las enfermedades crónicas. Este es un problema de salud más frecuente en las mujeres (41,4%) que en los hombres (32,5 %). El informe alerta de que las patologías crónicas pueden desembocar en situaciones de dependencia, sobre todo en las mujeres, y, así, casi la mitad de las mujeres de 75 años y más son dependientes y necesitan ayuda o compañía para hacer actividades básicas de la vida diaria a causa de un problema de salud (46,3% por un 28,1% de los hombres).

A pesar de esta dependencia, las mujeres son las que más a menudo declaran un bajo apoyo social (13,3% las mujeres y 4,4 %los hombres de 75 años y más). También se precisa en el estudio que la proporción de mujeres que tiene depresión es más del doble que la de los hombres (11,2% de mujeres frente a un 3,9% de hombres).

"Lo quemás nos preocupa son las enfermedades crónicas: las respiratorias, de corazón, la insuficiencia renal, el haber padecido antes un cáncer... Suelen sufrirlas mujeres mayores o muy mayores -de más de 85 años-, con unas condiciones económicas desfavorables. Acaban consumiendo muchos recursos públicos", precisa Tresserras, quien señala que este fenómeno tiene que ver con el envejecimiento progresivo y, que por lo tanto, alerta de que deben prevenirse factores de riesgo como el tabaco, la obesidad, el sedentarismo o el alcohol. "La cronicidad y el enfermo complejo -con muchas patologías- supone una gran carga social".

El Informe de Salud de Catalunya también pone el foco en el entorno físico, es decir, en aspectos como la contaminación, el cambio climático o las olas de calor. "Hemos de centrarnos en prevenir estos fenómenos que irán a más", señala. "Hará más calor, vendrán más mosquitos... Todo esto pensábamos que pasaría dentro de mucho, pero no", añade.

Por último, en cuanto a las tareas domésticas, sigue sin haber igualdad: el 41% de ellas declaran ser las únicas responsables de ello, frente al 11% de ellos. "La cosa va mejorando un poquito en edades jóvenes, pero no en las mayores. Para conseguir cambios muy drásticos habrán de pasar muchos años", señala Tresserras.