nueva instrucción

El Papa ordena eliminar el secreto pontificio para los casos de pederastia

Las víctimas habían pedido que se aboliera la práctica de la Iglesia de imponer reglas de silencio en las causas judiciales del Vaticano sobre abusos

El papa Francisco

El papa Francisco / periodico

Rossend Domènech

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Los documentos que existen en el Vaticano y en las diócesis de la Iglesia relacionados con casos de pederastia estarán a disposición de las autoridades civiles a partir de ahora. Con dos documentos hechos públicos este martes, el papa Francisco ha dado un paso más sobre el mayor escándalo que jamás haya afectado a la Iglesia católica, completando la legislación sobre los casos de pederastia clerical. Era cuanto habían pedido insistentemente las víctimas de los abusos y cuyo secreto resultaba incomprensible para la opinión pública católica y agnóstica.

Los documentos elevan también de los 14 a los 18 años la edad de los menores que activa o pasivamente hayan sido implicados en los abusos y en la confección de material pedopornográfico, así como en la distribución, "incluso por vía telemática" del material.

"No constituirán secreto las denuncias, procesos y decisiones que afectan a quien obliga a alguien con violencia, amenaza o mediante abuso de autoridad a realizar o sufrir actos sexuales", reza el documento, que incluye explicitamente a las personas discapacitadas. En el mismo, se afirma que el secreto pontificio ya "no impide el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cualquier lugar por las leyes estatales, incluídas las obligaciones de cumplir las peticiones ejecutivas de las autoridades judiciales civiles". Tampoco se podrán silenciar las intimidaciones de testigos, aunque deberá mantener la necesaria "confidencialidad y respecto por la causa".

Sumarios canónicos

La Santa Sede seguirá instruyendo sus sumarios canónicos contra los presuntos culpables, pero los mismos no contarán con la losa del “secreto pontifício”, que frenaba o impedía la actuación civil y favorecía la prescripción de los delitos.

Los abusos de clero empezaron a  hacerse públicos a partir del año 2000 en EEUU, pero no fue hasta unos 10 años más tarde cuando los tribunales estadounidenses comenzaron a imponer indemnizaciones,  que ocuparon las primeras páginas de los diarios. Los obispos de aquel país, llamados a Roma donde recibieron una solemne reprimenda de Juan Pablo II –sus gritos se oyeron por los pasillos vaticanos- , fueron los primeros que confccionaron una “guía” de conducta frente a los casos de pederastia clerical.

Benedicto XVI aprobó las primeras medidas canónicas (jurídicas), que Francisco amplió hasta convocar, a principios de este año una cumbre mundial de obispos, cardenales y víctimas para afrontar la cuestión. Después de los EEUU, los casos se ampliaron a Europa, Latinoamérica, Asia y África, alcanzando una cifra de abusadores que se ignora, aunque por algunos indicios podrían ser no menos de 10.000.