colectivo vulnerable

Una entidad catalana lleva al Senegal la lucha por la escolarización de las niñas

Cooperativa de mujeres agricultoras en Kolda (Senegal).

Cooperativa de mujeres agricultoras en Kolda (Senegal).

Elisenda Colell

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Kolda es una región rural de Senegal donde, cuando las niñas cumplen 12 años, su presencia en las aulas se reduce a la mitad. Y las que quedan pueden ser, fácilmente, víctimas de violaciones o de cualquier tipo de agresión sexual por parte del profesorado o del resto de compañeros de clase, según ha apuntado este martes en rueda de prensa la fundación Guné, que lleva un año trabajado para garantizar la educación a todas estas niñas. 

Según ha explicado la presidenta de la entidad, Mònica Solé, hace ya décadas, desde la colonización, que la población local de esta zona no ve la escolarización como una "necesidad". Principalmente porque la enseñanza recibida durante la colonización, en francés y basada en asuntos europeos, no era vista como "algo útil" para la población local. Hoy, muchas chicas abandonan las aulas para ser casadas. Si en la primaria la presencia de niños y niñas es cercana al 50%, en la secundaria se rebaja a una proporción del 30% y 70%. 

Otra problemática que destaca la entidad es la violencia sexual a la que se exponen las niñas que siguen en las aulas. "Se dan casos de abusos y agresiones sexuales cometidas por profesores o compañeros de clase", ha señalado. Y en muchos casos las chicas desconocen que hay un servicio sanitario y psicológico que las pueda ayudar.  

A lo largo del año pasado, esta entidad buscó conexiones entre docentes, asociaciones de padres, técnicos sanitarios y los jóvenes en el país para tratar de revertir la situación. Por un lado, dando argumentos a las niñas para defenderlos ante los padres que quieren ir a clase. Y por otro, conocer los servicios contra agresiones machistas que las puedan ayudar. Sin embargo, también se han referido a los jóvenes y maestros, para atajar estas violencias. 

Simultáneamente, el proyecto se ha extendido por institutos catalanes para tratar, en este caso, de revertir el absentismo y el fracaso escolar de los niños y niñas senegaleses, que puede llegar a rozar el 50% en algunos casos. 

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