Càritas alerta de que la vulnerabilidad severa se enquista en Catalunya

Los atendidos por Càritas Catalunya han bajado un 31% en el 2018 respecto al año anterior, hasta 69.161 hogares en los que viven 220.631 personas, "pero las que se están atendiendo tienen más necesidades", ha explicado este miércoles la representante de Acción Social de la entidad, Conxa Marqués, quien ha alertado de que ven "cronificarse la vulnerabilidad, enquistándose". Esta bajada se debe, aseguran, a que ha habido más iniciativas ciudadanas y de administraciones de entrega de comida y tarjetas monedero -con lo que ha disminuido el número de usuarios que van a buscar alimentos a las parroquias-, y a que "algunos" han mejorado su situación, ha añadido Marquès, junto al arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, y el presidente de Càritas Catalunya, Francesc Roig.

La entidad de referencia en la atención a los más vulnerables ha explicado también que en un año han aumentado las personas solas atendidas, que representan el 33% del total, diez puntos por encima del 2017: "Sabemos que se refleja en el aumento de gente que no tiene hogar y el aumento de inmigrantes que llegan solos", han analizado.

Realquilados

Si bien detectan entre sus atendidos problemáticas de precariedad laboral, dificultad de acceso a la salud en los ámbitos que no son públicos --dentista, oculista y salud mental-- y aislamiento social, la falta de vivienda digna es el principal motor de vulnerabilidad, tanto en los recursos que se destinan como por los efectos que tiene. La proporción de personas que no viven en una vivienda digna ha crecido hasta el 50% en los atendidos por Càritas Catalunya en el 2018 --frente al 37% que representaba el año anterior--, entre los que hay un 7% del total que no tienen hogar y un 21% que están realquilados --el doble que en el 2017--, y esta falta de vivienda está siendo el principal creador de vulnerabilidad. Por ejemplo, han señalado que los realquilados desconocen cuándo van a echarlas, tienen restricciones para usar el baño y dificultades para empadronarse, ante lo que la responsable de Comunicación, Anna Roig, ha reclamado que la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) sea compatible con ayudas para la vivienda, además de urgir a que se apruebe el reglamento.

Roig ha alertado de que la recuperación económica que demuestran algunos datos incrementa las desigualdades actuales: "La sociedad está sufriendo una fractura en la cohesión social, los extremos están cada vez más alejados" y hay más brecha entre los que tienen más y los que tienen menos, ha lamentado. Marquès ha añadido que el aislamiento social se vincula a perfiles como el de empleadas del hogar que viven en las casas en las que trabajan todo el día en tareas de cuidados y que, al tener horas libres el fin de semana, se encuentran que "no tienen grupo de relación".

"Pedimos que la administración haga un replanteamiento de presupuestos más equilibrados y no dejar de lado elementos básicos", y ha reclamado aumentar el gasto en elementos básicos que permitan sostener a la sociedad, también ante futuras crisis, aunque han dicho que no pueden prever si habrá otra o no.