EN LA ZONA FRANCA

Cae una mafia de blanqueo con coches de lujo en Barcelona

Operación policial de los Mossos contra el blanqueo de capital y tráfico de drogas en la Zona Franca de Barcelona.

periodico

Guillem Sànchez / J. G. Albalat

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Los Mossos d’Esquadra activaron la madrugada del martes al miércoles una operación contra el blanqueo de capitales de una red familiar afincada en el barrio de la Zona Franca de Barcelona. El registro, practicado en diversas viviendas, en una oficina y en el bar Gasoil, ubicado en los bajos de la misma finca de la calle de la Mare de Déu del Port, duró casi ocho horas y finalizó con la detención de cuatro personas. La investigación, que considera que el entramado está formado por 16 miembros -incluidos los cuatro arrestados-, se encuentra bajo secreto de sumario por orden del juzgado de instrucción número 10 de Barcelona.

Entre los detenidos se encuentra Simón Montero Jodorovich, presidente de la Federació d’Associacions Gitanes de Catalunya (Fagic). Los otros tres arrestados son familiares cercanos a él y miembros del clan de los Mulatos. No consta que la trama investigada afecte a la gestión de Montero al frente de la Fagic, cuya sede no ha sido objeto de ningún registro. El detenido, considerado por los investigadores como uno de los responsables de la presunta red desarticulada este miércoles, preside dicha entidad al menos desde el 2013, fecha en la que consta como presidente en un documento colgado en la web de la federación.

Coches de la marca Ferrari

Fuentes consultadas por EL PERIÓDICO subrayan que se trata de una investigación centrada en el blanqueo de dinero negro que la red llevaría a cabo, presuntamente, con la compraventa de coches de lujo de segunda mano. Una de las vías de ingreso del dinero que lavaban con el mercadeo de vehículos, en ocasiones tan preciados como los de la casa Ferrari, procedía del tráfico de droga, en concreto de plantaciones clandestinas de marihuana. La oficina registrada sería el lugar donde habría cristalizado el intercambio de coches.

Las pesquisas, a cargo de la Divisió d’Investigació Criminal (DIC) de los Mossos, se mantienen abiertas y los cuatro arrestados pasarán este jueves a disposición judicial. Tras tomarles declaración, a ellos y a los otros doce investigados, la jueza resolverá si alguno debe ingresar en prisión preventivamente a la espera de juicio o debe recuperar su libertad con cargos.

Amenazas a los gráficos

Familiares y conocidos de las familias afectadas por la intervención policial se concentraron junto a la zona acordonada por antidisturbios de los Mossos en la calle de  la Mare de Déu del Port. Algunos de ellos amenazaron a los periodistas gráficos que seguían los registros. A un redactor de la Agència Catalana de Notícies (ACN) trataron de romperle las cámaras lanzando su mochila contra el suelo. Antes de este incidente, otros habían intentado, aunque sin agresividad, impedir el trabajo de la prensa colocándose frente a las cámaras.

Un clan investigado

El clan de los Jodorovich ha sido objeto de numerosas operaciones policiales en el pasado, casi siempre relacionadas con el tráfico de droga que, a veces, conectaba con el menudeo del barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs.

En el 2017 falleció Luisa Jodorovich, casada con Antonio Montero, el Mulato. Desde entonces, a la poderosa familia nacida de la unión entre los Jodorovich y los Montero se la conoce indistintamente como la de los Mulatos o la de los Manolos.

Un vecino que lleva residiendo en la Zona Franca desde hace 42 años recordaba que la familia afectada por la operación policial de este miércoles fue una de las que llegó a estos pisos de la calle de la Mare de Déu del Port procedente de las casas baratas Eduardo Aunós, que se extendían por una zona que actualmente acoge equipamientos como la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Sants-Montjuïc.

Las de Eduardo Aunós eran uno de los cuatro conjuntos de casas baratas que se construyeron en los años 20 del siglo pasado para recolocar a familias desalojadas de la montaña de Montjuïc a causa de la celebración de la Exposición Internacional de 1929. Los otros tres conjuntos estaban en el Baró de Viver, Bon Pastor y Can Peguera. Solo estas últimas casas baratas han sobrevivido a las excavadoras. Al grupo de Eduard Aunós llegaron a comienzos de la década de los 90.

"Al principio les costó un poco integrarse porque hacían su vida dentro de aquellas casas, en algunos casos casi chabolas, pero, poco a poco, y sobre todo gracias a las mujeres, se mezclaron con el barrio", explicaba el vecino de la Zona Franca. En su memoria siguen intactas las imágenes de los inmensos coches Dodge Dart, que la casa española Barreiros fabricó a finales de los 60 a imagen y semejanza de los americanos, que conducían cuando llegaron al barrio.