PEQUEÑOS HURTOS

La fiscala jefa de Barcelona reclama reformar la ley para luchar contra la reincidencia

Concha Talón, fiscala jefa de Barcelona

Concha Talón, fiscala jefa de Barcelona / RICARD CUGAT

J. G. Albalat

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“Tenemos que cambiar la ley”, así de contundente se ha mostrado este lunes la fiscala jefa de Barcelona, Concha Talón, sobre el incremento de delincuentes multireincidentes que cometen hurtos en la capital catalanadelincuentes multireincidentes. La máxima representante del ministerio público en la provincia ha asegurado que la solución del problema no corresponde a los jueces y fiscales, tal y como han apuntado algunos políticos sino al poder legislativo. “Los jueces y fiscales con la ley que tenemos no podemos hacer otra cosa y somos los primeros que queremos la reforma”, ha explicado.

El remedio, a su entender, sería una mínima modificación técnica del artículo 235 del Código Penal que regula el delito de hurto y extender la condena de hasta tres años de cárcel a los delincuentes que cometan una sustracción de un objeto valorado en menos de 400 euros si ya ha sido condenado antes por tres delitos de las mismas características. En julio del 2017, el Tribunal Supremo interpretó restricitvamente la agravación de las penas por hurto aprobada en el 2015. “Nosotros aplicamos la ley y el que tiene que debe legislar es el Ejecutivo”, ha insistido, para añadir que la fiscalía ha reclamado en varias ocasiones una reforma.

La fiscala jefa se suma así a la demanda de colectivos de vecinos,  comerciantes, el sector turístico y juristas de reconocido prestigio que propugnan la modificación de la ley para endurecer las condenas a los multireincidentes, como publicó EL PERIÓDICO la semana pasada.  La gravedad de la reincidencia ha quedado demostrada por las estadísticas, que reflejan un incremento por encima del 50% en el número de detenciones, lo que no ha impedido que los robos con violencia aumenten más del 30%. Especialmente alarmante es el robo en comercios que se ha disparado en Barcelona hasta el 66% en los primeros seis meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior. La decisión del Tribunal Supremo, según los juristas consultados, ha provocado que se dispararan estos delitos.

En el casi el año largo que lleva en el cargo, la fiscala jefa se ha reunido en una quincena de ocasiones con mandos policiales y representantes políticos, incluso con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para tratar el tema de la delincuencia en la ciudad y, especialmente, de los hurtos cometidos por carteristas y ladrones de móviles, ha detallado Talón. Juntos han analizado la posibilidad de poner en marcha respuestas, como la aplicación de un delito continuado, dictar órdenes de alejamiento o atribuir los hechos a un grupo criminal, pero todas ellas tienen un difícil encaje penal.

Talón ha criticado que, tras la junta de seguridad del pasado viernes, Colau y el 'conseller' de Interior, Miguel Buch, trasladaran a los jueces y fiscales la responsabilidad de combatir el incremento de los robos. "Con la legislación que hay, no se puede hacer nada", ha insistido. La fiscala jefe ha recalcado que los responsables políticos son conscientes de esta situación. Tanto la edil como el 'conseller' defendieron el pasado viernes una reforma legislativa en la rueda de prensa conjunta que celebraron tras la junta de seguridad de Barcelona, a la vez que anunciaron otras medidas.

Lazos amarillos

Precisamente Concha Talón no acudió ese día a la junta de seguridad. Declinó asistir por la presencia en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona de un lazo amarillo en protesta por el encarcelamiento de dirigentes independentistas. “Que no vaya a la junta de seguridad no quiere decir que nos desinhibamos del problema. Desde la fiscalía estamos trabajando”, ha puntualizado. Por ejemplo, existe una fiscala especial de Ciutat Vella desde 1992.

Respecto a la polémica sobre su ausencia en la junta, la fiscala jefa ha subrayado: “Con los lazos amarillos se nos dice que estamos prevaricando y si a mi me lo ponen en el Ayuntamiento de Barcelona, institucionalmente yo no puedo ir. No puedo ir a un sitio donde me dicen que hay presos políticos y no los hay”.

En las reuniones que ha mantenido con los mandos policiales, tanto de la Guardia Urbana como de los Mossos, también se ha tratado sobre la situación de los menores extranjeros que llevan a Barcelona sin ningún adulto. Es decir, los menas. En este sentido, Talón ha explicado que se está investigando si existen grupos que captan a esos menores para delinquir. Por ahora, son unas pesquisas policiales y muy iniciales. La Fiscalía de Barcelona, asimismo, ha archivado unas diligencias que abrió ante las aglomeraciones de menas en las comisarías, al constatar que la Generalitat carece de medios suficientes y que no se cometió ninguna infracción penal.