Fruta congelada para los animales del Zoo

Estos días especialmente calurosos también lo sufren los animales del Zoo de Barcelona. La administración del parque ha puesto en marcha medidas para paliar los efectos de la canícula. Las especies combaten el sofoco con la ayuda de fruta congelada, acceso a zonas interiores y agua más fría de lo habitual en los espacios de baño y abrevadero.

La cercanía al mar, la vegetación abundante y el arbolado determinan que la temperatura en este recinto permanezca regularmente a tres grados centígrados menos en el que en el resto de la ciudad de Barcelona. Muchos de los animales del Zoo, además, provienen de zonas subsaharianas donde acostumbran a un clima superior al que puede haber en Catalunya. No obstante, sería peligroso asumir que solo por este motivo no habría que tomar precauciones en época estival.

Alimentación complementaria

Primates como el mangabey de corona blanca, el chimpancé o el gorila común son mamíferos de origen generalmente africano, aunque aquí nacen en las reservas y luego pasan a la vida en el parque. Dos mangabeys sentados junto a las piedras, observados por turistas y locales que visitan el zoológico, tienen algo entre las manos. “Son como helados de fruta congelada”, explican los encargados. “Intentamos adaptar su alimentación a de una forma más refrescante. Es algo complementario a su comida habitual (generalmente caldo o fruta), como un regalo a un niño”.

Suricatos y mangostas, ambos carnívoros, comen gusanos congelados que les suministran los empleados. Viven junto a madrigueras artificiales con ventilación incorporada. “Intentamos que asocien las madrigueras a un posible refugio. No son mascotas y si no las acostumbramos a la vida salvaje luego tendremos problemas para reinsertarlas”, aseguran desde el Zoo.

Suministro de agua

Junto a la zona de los chimpancés han activado sistemas de suministro de agua fina, una práctica frecuente en verano. Especialmente en momentos de pico de calor, los cuidadores renuevan con regularidad las zonas de baño para que el agua esté más fresca, al igual que los bebederos. Instalaciones como esta cuentan con aspersores que generalmente pulverizan el agua pero que ahora también se utilizan para refrescar a los animales.

Mamíferos acuáticos como los leones marinos de California o los hipopótamos también conviven en el parque. Oriol, uno de los cuidadores del zoológico, saca una sandía congelada y la lanza a los hipopótamos que asoman la cabeza del agua. A los leones marinos, en cambio, los alimentan con pescado azul (también congelado) como capelines o larache.

El sol incide sobre los pequeños lagos de agua en los que viven estas dos especies, que aun así pueden refugiarse en espacios más sombríos a los que también tienen acceso. “Los animales son los que deciden donde ponerse. Nosotros intentamos que tengan la proximidad y los recursos para hacerlo”. Según administradores del zoológico, ninguno de las especies que custodian ha sufrido en los últimos días problemas relacionados con golpes de calor.