Acaparan la siniestralidad

El límite de velocidad baja a 90 en 10.000 km de carreteras convencionales

La velocidad en las carreteras secundarias se reduce a 90 Kilómetros por hora

La velocidad en las carreteras secundarias se reduce a 90 Kilómetros por hora. / periodico

Manuel Vilaseró

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La primera gran medida contra los accidentes de tráfico del nuevo Gobierno, la bajada del límite máximo de velocidad de 100 a 90 km/h en todas las carreteras convencionales (es decir, de un carril por sentido y sin desdoblar), entra en vigor este martes en toda la red viaria española. La administraciones ultiman el cambio de señales en los más 10.000 kilómetros afectados, de los que unos 1.400 transcurren en Catalunya. Ni la Dirección General de Tráfico (DGT) ni el Servei Català de Trànsit (SCT) aplicarán ningún tipo de moratoria en las sanciones. La multas se empezarán a imponer desde el primer día.  

 “La medida se aprobó y anunció hace un mes, cuando se nos dio este plazo a las administraciones para implantarla, por tanto entendemos que el conductor ya está suficientemente avisado”, ha indicado a este diario el director del SCT, Juli Gendrau.

"No tendría sentido una moratoria, con el gran retraso que lleva un reducción que ya nos planteábamos hace 7 años", ha añadido el director general de Tráfico, Pere Navarro, para quien "lo más difícil es hacer que se cumpla el nuevo límite", por lo que "serán necesarios más radares y más guardia civil".

 El Servei Català no se plantea, por su parte, ninguna medida de control excepcional. Sólo la actualización de los 35 radares que ya están instalados en los tramos afectados, que se ejecutará "de inmediato".

Europa lo hizo antes

Nadie en el sector de la seguridad vial cuestiona una reducción que se basa en unos datos muy claros. “El 75% de los accidentes con víctimas ocurren en este tipo de carreteras y en los países donde se ha aplicado la reducción se ha visto como descendían”, recuerda Gendrau.

En Europa sólo cinco países (Alemania, Austria, Irlanda, Polonia y Rumanía)  se mantiene el límite en 100 km/h. La mayoría lo han bajado desde hace años a 90 km/h (Bélgica, Bulgaria, Chequia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Portugal), mientras que un grupo importante la ha fijado en 80 km/h (Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Liechtenstein, Malta, Noruega, Países Bajos y Suiza). Suecia es el país que ha ido más allá al rebajarlo a 70 km/h.

En España la norma de los 100 km/h data de principios de los años 80, cuando apenas existían autopistas y autovías y había que aumentar la fluidez de la red convencional. Ahora esta malla ya no se utiliza para los recorridos más largos sino para los locales o regionales.

Un retraso de ocho años

Pese a la unanimidad de los expertos, la medida ha tardado más de ocho años en implantarse desde que se anunció en el 2011. En esa fecha la reducción de velocidad ya figuraba en un borrador de reforma del reglamento de Circulación elaborado por el propio Pere Navarro, pero su relevo la paralizó.

Aunque su sucesora, María Seguí, quería implantarla, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lo frenó “por conveniencias políticas”, según reconocería ellas misma posteriormente. Ha habido que esperar a la vuelta de Navarro al cargo que, tras el verano, puso en marcha la reforma legal.

El director general de Tráfico explica los motivos del retraso sin rodeos. "Sino se ha hecho en estos últimos años ha sido porque hay gente que piensa que bajando la velocidad se pierden votos o a la inversa, que subiendo la velocidad se pueden ganar votos", ha señalado. "Es habitual cuando hablas de bajar la velocidad que te ridiculicen y que te pongan de vuelta y media", puesto que se trata de "un tema que culturalmente lo tenemos muy metido", ha añadido.

900 fallecidos

Navarro, que ha asistido a la colocación de la última nueva señal de 90 km/h en la Comunidad de Madrid, ha recordado que la mayoría de muertes en este tipo de carreteras se producen por la salida vía de del vehículo (32% de los casos) y por choque frontal (28%), dos tipos de asccidentes en los que el exceso de velocidad es decisivo.  "Más de 900 personas fallecieron en estas carreteras el año pasado", ha recordado. 

El límite de 90 km/h regirá también para autobuses, autocaravanas de masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kilos, pick-up, vehículos derivados de turismo y vehículos mixtos adaptables. El tope será de 80 km/h para camiones, tractocamiones, furgonetas, autocaravanas de masa máxima autorizada superiora 3.500 kilos, vehículos articulados, automóviles con remolque y resto de vehículos.

El Ministerio de Fomento tenía previsto gastar alrededor de 440.000 euros en cambiar las señales con límite de velocidad de 100 km/h a 90 km/h. A esa cantidad hay que añadir lo que habrían destinado al cambio de señalización las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales y los cabildos insulares, que también son titulares de vías de ese tipo.