El cuerpo del hombre que apareció atado a una piedra en el pantano de Boadella llevaba muerto poco tiempo

Dos ciudadanos extranjeros residentes en Barcelona hallaron ayer sábado a los 12.00 horas del mediodía el cadáver de un hombre flotando en el pantano de Boadella, al norte de Girona. Debido a la complejidad idiomática que requería denunciar policialmente los hechos, pidieron a un desconocido que en ese instante se encontraba también en el embalse que llamara al 112.

Para dar con el cadáver, fue necesario activar a la Unitat Subaquàtica de los Mossos d'Esquadra, dado que flotaba lejos de la orilla. Cuando lo sacaron del agua, los investigadores observaron que el hombre presentaba signos de violencia y que tenía una piedra anudada al cuello y otra a los pies. Las manos, sin embargo, estaban libres. Al mover el cuerpo sobre el terreno, este expulsó algo de sangre. Un fluido que indicaría que llevaba poco tiempo, tal vez horas, fallecido. La sangre presente en este punto, subrayan fuentes policiales, se debe a este hecho. No a que este lugar sea el escenario del crimen. Los Mossos ignoran todavía dónde fue atacado. En realidad, ni siquiera confirman que se trate de un asesinato. 

Este lunes se practicará la autopsia al cadáver del hombre, de complexión grande y mediana edad. Los policías han revisado la lista de desapariciones más recientes. Aunque hasta que no resulte posible identificarlo, tampoco será posible determinar si se ha denunciado o no su desaparición. 

La autopsia buscará, sobre todo, si tiene agua en los pulmones y tratara de ubicar temporalmente las heridas que presenta su cuerpo. Ambos detalles serán decisivos para confirmar que, tal como parece, se trata de un asesinato.