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El Gobierno estudia prohibir los móviles en los centros escolares

El 'conseller' Bargalló rechaza el veto y defiende que cada escuela regule el uso

Isabel Celáa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Isabel Celáa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros / JOSÉ LUIS ROCA

El Periódico

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El Gobierno de Pedro Sánchez estudia la posibilidad de prohibir el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos, siguiendo los pasos de la ley aprobada para este curso en Francia, que los veta completamente a los menores de 15 años, incluso en los descansos, con el objetivo de disminuir la adicción digital de los estudiantes. Así aseguró este viernes la ministra de Educación y Formación Profesional (FP), Isabel Celaá, en una entrevista con Efe, en la que ha manifestado que, de momento, está encontrando "posturas fuertemente enfrentadas" sobre si estos aparatos deben entrar en los colegios o no.

"Tenemos demasiados adolescentes muy adictos a la tecnología. Hay que reflexionar sobre si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción. (...) En algunos casos el móvil ayuda, pero si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital, merece la pena valorarlo", comentó la ministra. 

Debate superado en Catalunya

En Catalunya, el 'conseller' de Ensenyament, Josep Bargalló, terció en el debate considerándolo superado. "En Catalunya, que somos gente más avanzada a veces en algunas cosas, tenemos un dictamen del Consell Escolar de Catalunya del 2015 sobre el uso de la tecnología móvil en el aula", señaló. "Por motivos didácticos y pedagógicos, el uso del móvil consideramos que es positivo y que ha de ser regulado por cada centro docente. Nosotros somos contrarios a prohibir y a dar la espalda a los progresos tecnológicos, y somos favorables a utilizar los avances tecnológicos para mejorar la escuela", dijo. 

En Catalunya, desde hace años y gracias a los acuerdos con la Mobile World Capital, una iniciativa entre Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y la GSMA, la patronal de las operadoras de telefonía y organizadora del Mobile World Congress, los móviles se utilizan como instrumento pedagógico en el programa M-Schools, en el que los alumnos construyen proyectos sociales y tecnológicos que terminan en apps.  

Los colegios e institutos catalanes, sin embargo, han implantado normas para intentar evitar el mal uso de los terminales, igual que hacen con otras pantallas, y controlar la adicción que presentan algunos adolescentes. Algunos centros tienen restringido el uso del terminal en algunas áreas (gimnasios, bibliotecas...), especialmente para evitar la toma de fotografías, y hay hasta mapas de zonas donde se pueden utilizar en distintos grados: si libremente, con precaución o en ningún caso. Y, por lo general, no está permitido ni hacer llamadas ni consultar el Whatsapp para fines privados mientras se está en clase.

A nivel estatal, también es cada centro el que decide si permite o no el uso de estos dispositivos en su recinto. El sindicato STES, en declaraciones de su portavoz a la agencia Efe, consideró que el móvil "entorpece" más que facilita la actividad docente, aunque también puede usarse en clase.

Bajo rendimiento y acoso

Pedro José Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), se ha mostrado a favor de la prohibición de móviles en las aulas y se ha ofrecido a trabajar con el Ministerio para estudiar alternativas que permitan aprovechar las nuevas tecnologías en las clases.  "Queremos que se regule y cuanto antes mejor", aseveró Caballero, quien destacó que el uso de móviles está detrás de una buena parte de los casos de acoso escolar y se refirió a distintos estudios que aseguran que el abuso de estos dispositivos está detrás de 15 % de los casos de fracaso escolar y del bajo rendimiento de los menores en el colegio.

Por su lado, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra, afirmó que la opinión mayoritaria en los colegios que ellos agrupan es que "los móviles no aportan nada, perjudican bastante e influyen en la distracción de los alumnos".

Mientras, la portavoz del Sindicato de Estudiantes, Ana García, opinó que no existe en la actualidad "un gran problema" en las aulas por el uso de los móviles, "pero sí hay grandes problemas educativos por la falta de recursos, por los recortes y por las políticas clasistas del PP y que de momento no se han revertido".