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Girona tiene nuevo exorcista, pero pide el formulario para "invitar al maligno" a marcharse

El nombramiento del sacerdote Josep Puig Bofill sigue las directivas del Vaticano, que pide que cada diócesis tenga un especialista en retirar al demonio del cuerpo de una persona

sacerdote católico

sacerdote católico / Franco Origlia / Getty Images

Luis Benavides

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El Obispado de Girona tiene, desde este lunes, un exorcista en la diócesis. El obispo Francesc Pardo ha dado el cargo al rector de Roses y Palau-saverdera, el sacerdote Josep Puig Bofill. Este nombramiento sigue las directivas del Vaticano, que pide que cada diócesis tenga un expulsador de criaturas malignas.

El flamante nuevo exorcista fue ordenado en 1984, tiene 60 años y, confiesa, no tiene una formación específica para ser exorcista. Puig explicaba en Catalunya Ràdio que afronta esta designación “con ganas de ayudar si se puede” y, no esconde, albergar dudas más que razonables sobre su nueva misión: “Creo que me costará distinguir, si es que se puede, entre enfermedades psicológicas y posesiones reales”, ha afirmado.

Para sacar al demonio existen, asegura el rector de Roses, un protocolo o “formulario”. “Yo todavía no lo tengo. Rezar y poco más. Escuchar, acompañar si es posible, pero no hacer hacer cosas especialmente llamativas”, puntualiza el nuevo exorcista del Obispado de Girona. “Si se tiene que invitar al maligno para que se vaya, pues no sé, ya me pasarán el formulario para hacer esas cosas”, insiste el exorcista titular de la provincia de Girona.

Sacarse el título de exorcista requiere una semana de preparación. El pasado abril, el Vaticano lanzó un curso para exorcistas y se matricularon más de 200 católicos, la mayoría sacerdotes. Con este curso se aprende, explicaban los responsables  a expulsar demonios incluso a distancia mediante el teléfono móvil. 

Licencia para expulsar demonios

Las clases, a las que podría asistir el nuevo exorcista de Girona para aprender las herramientas adecuadas, incluyen materias variopintas que van desde la "artesanía en África" hasta "cómo diferenciar entre posesión demoniaca y enfermedad mental", además de una guía para principiantes con el "paso a paso" para expulsar demonios. 

Aunque está abierto a todo el mundo, también laicos (siempre y cuando envíen una carta de declaración de las intenciones por las que se queire hacer el curso), solo los sacerdotes podrán aplicar los conocimientos adquiridos y con el permiso de su obispo o una licencia especial. Así, las mujeres pueden cursar estos estudios pero reciben un certificado, no una autorización para realizar exorcismos.  

El próximo curso tendrá lugar del 6 al 11 de mayo en Roma. El precio de este título diseñado como "una ayuda para  profundizar en la realidad del Ministerio del exorcismo" es de 300 euros que incluye material. Los servicios de traducción cuestan 350 euros adicionales.