EN CATALUNYA

Solo se denuncia una cuarta parte de casos de violencia machista

Manifestación contra la violencia doméstica

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Teresa Pérez

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Solo una cuarta parte de las mujeres que han sufrido un acto de violencia machista que consideran delectivo presentan denuncia. Este dato está incluido en la segunda 'Encuesta de Violencia Machista en Catalunya' realizada en el 2016 y que ha sido presentada este lunes en Barcelona. Aunque el porcentaje de denuncias ha aumentado el 8,4% respecto al incluido en la anterior encuesta, del año 2010, que lo situaba en el 17,7%. El principal motivo para no denunciar estos hechos es que no se identifican los hechos como violencia machista, o se les quita importancia (53%). Sin embargo, en otros muchos casos se ocultan a causa del «sentimiento de culpa o vergüenza (14%) y el miedo (13%)».

Los porcentajes de mujeres que habían sufrido algún tipo de violencia machista en el año anterior se mantienen similares en los dos sondeos: más del 17%. Pero a lo largo de toda su vida, el 50,7% de las encuestadas dicen haber sufrido al menos un acto de violencia machista a lo largo de su vida, sin contar comentarios y gestos sexuales, y el 27,4% de ellas, de carácter muy grave.

El informe, presentado este lunes en Barcelona por la 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, y el de Interior, Miquel Buch, revela otros datos inquietantes: el 41% de las mujeres con discapacidad física o psíquica ha sufrido agresiones machistas por parte de su pareja o excompañero durante toda su vida. El 17% de este colectivo vulnerable ha padecido estos hechos durante su infancia, es decir cuando todavía no había cumplido los 15 años. 

Miedo a salir sola

La encuesta impulsada por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Bancaria La Caixa incide en las nefastas repercusiones de estas agresiones, ya que el 44,3% de las víctimas declara que tiene miedo salir sola de casa y el 15% sale provista de un objeto para defenderse por si se repiten las situaciones de peligro. Tras el ataque, el temor se arrastra en el tiempo hasta el punto que las encuestadas declaran que han modificado sus actividades habituales.

El 12% de las agredidas por sus compañeros explica que estas actitudes se han producido durante todo el tiempo que ha durado la relación, lo que acrecienta los daños emocionales. El miedo está adherido a la existencia de estas víctimas, ya que el 32% del colectivo que se ha sentido maltratada por su pareja declara que ha tenido esta sensación de pánico "muchas veces, a menudo o continuamente". Gran parte de las mujeres han necesitado tratamiento psicológico para superar el trauma que les ha producido la actitud de su pareja o expareja.

Contrato precario

El informe rasga por primera vez el manto de silencio que ocultaba la violencia en la infancia y también saca a la luz el acoso que se padece en el ámbito laboral. Así, el 15% de las trabajadoras reconoce que ha sufrido discriminaciones y que esta situación es el doble en las mujeres que no tienen contrato indefinido.

Los motivos de estos agravios son por la diferencia salarial (62%), falta de valoración (61,5%), por tipo de tarea (55%), por la política de ascensos (54%) y por las faltas de respeto personales (47%). Los protagonistas en el 67% de los casos han sido jefes o cargos superiores a la empleada y en el 33% las agresiones proceden de otros compañeros. Casi el 2% de las encuestadas confirman que fueron acosadas sexualmente en el trabajo. En este porcentaje "no se incluyen comentarios, gestos sexuales ni exhibicionismos".

La encuesta pone el foco en los menores y revela que el 12% de las mujeres denuncia que en esta primera etapa de su vida, hasta cumplir los 15 años, ha vivido "hechos muy graves". Sus agresores eran personas conocidas por estas víctimas infantiles (44%) y en el 37% de los casos eran familiares. Las mujeres recuerdan que durante esos años sufrieron intentos de violación, tocamientos o fueron obligadas a ver pornografía. 

Niños afectados

El estudio, que ha recogido las respuestas de 9.577 mujeres y 1.378 hombres, también analiza dónde suceden las agresiones y pone de manifiesto que la mayoría se producen en lugares de ocio (20,9%) y el 17% en el transporte público (en el caso de la ciudad de Barcelona todavía es superior). Otros lugares especialmente peligrosos para las agresiones son el trabajo (12%) y las redes sociales (el 7%). 

La Encuesta de Violencia Machista en Catalunya se detiene también en analizar cómo afecta a los hijos menores de la pareja. El 32% de las mujeres afirma que los niños estaban presentes en el momento de producirse los hechos y casi el 14% de las afectadas denuncia que sus hijos han sufrido "directamente algún tipo de agresión física, psicológica o sexual". Estos ataques tienen múltiples y graves consecuencias emocionales en los pequeños tales como trastornos del sueño, depresión, problemas de aprendizaje y falta de concentración, rabia y agresividad y la ausencia de relaciones con otros niños y niñas de su edad. 

Golpes y humillaciones

La violencia machista no se percibe con la misma intensidad y gravedad por las mujeres que por los hombres. Un ejemplo de este hecho es que el 6% de los varones no considera que sea un ataque "no dejarle hablar con otros hombres" y el 3% tampoco lo califica así actitudes como dar "una bofetada, un golpe o un empujón" o "menospreciar, humillar, gritar o insultar". Estas consideraciones permiten comprobar que algunos hechos todavía no se consideran reprochables.

La titular de Presidència, con estos datos en la mano, ha anunciado que el próximo 12 septiembre se reunirá la Comisión Nacional para una intervención coordinada contra la violencia machista. El 'conseller' Buch ha incidido en el hecho de que la sociedad se tiene que "alarmar" por la tolerancia que aún existe respecto a la violencia sexual. Ha animado a denunciar los hechos porque "sin denuncias es difícil activar las herramientas y los mecanismos necesarios para poder acompañar a las víctimas". Montse Aguilera, una de las coordinadoras de la encuesta, ha remarcado que pese a que se ha avanzado a la hora de identificar las agresiones tanto dentro como fuera de la pareja todavía existe "una cifra negra" respecto a los casos no denunciados. 

Las olas de calor disparan los crímenes machistas

Sucede generalmente en todo tipo de crímenes y se cumple en los de violencia machista. Un estudio elaborado por varios centros de investigación españoles en colaboración con el Ministerio del Interior subraya que "hay evidencias científicas que muestran que la temperatura ambiental está asociada con el riesgo de comportamientos violentos" y con el incremento de la violencia doméstica. Así, tomando como referencia el periodo 2008-2016, del estudio se desprende que el riesgo de que una mujer sea asesinada por su pareja o expareja se incrementa un 28,8% tres días después de que se produzca la ola de calor; que las denuncias por violencia de género aumentan un 1,7% un día después de alcanzar dicha temperatura; y que las llamadas al 016 experimentan un ascenso de un 1,4% cinco días después.