Familia acusada de agredir a concejal de Caldes d'Estrac niega iniciara pelea

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La Audiencia de Barcelona ha juzgado hoy a un matrimonio y a su hijo por la agresión en 2010 al concejal de CiU de Caldes d'Estrac (Barcelona) Marcos Blázquez y han asegurado que fue él quien inició la pelea, que han negado que estuviera relacionada con el despido de su hijo del Ayuntamiento.

En el juicio en la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, que hoy ha quedado visto para sentencia, el fiscal ha retirado la acusación contra la mujer, por falta de claridad entre los testigos, pero la ha mantenido contra el padre y el hijo por un delito de atentado, por el que pide un año y medio para cada uno, ya que en el momento de los hechos Blázquez era concejal de vía pública y medioambiente del Ayuntamiento de Caldes d'Estrac.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2010, cuando Blázquez se encontraba por la calle y, según su versión y la de varios testigos del juicio, el padre de la familia acusada se le acercó y, tras insultarle, le empezó a dar golpes, a lo que se añadió su hijo.

El motivo de la pelea, según Blázquez, es que hacía pocos días que a la familia se le había notificado la desestimación del recurso que presentó contra el Ayuntamiento por no haber renovado el contrato a su hijo, que trabajaba en la brigada municipal.

Marcos Blázquez fue quien decidió no renovar el contrato del acusado, así como el de otras personas "por falta de presupuesto", y ha asegurado que era algo sabido por la familia.

En el juicio, Blázquez y otra concejala de Caldes d'Estrac, que ha declarado como testigo, han recordado un pleno del Ayuntamiento en el que el padre y el hijo insultaron y amenazaron al alcalde y a Blázquez por no haber renovado el contrato de su hijo.

Blázquez también ha afirmado que, tras estos hechos, se sentía "intimidado" por la familia, puesto que al vivir en un pueblo "de unos 2.800 habitantes" era habitual coincidir con los acusados y, en más de una ocasión, ha asegurado que recibió "insultos" por parte de la madre.

A pesar de ello, los acusados han afirmado que desconocían quien era el responsable directo de la no renovación del contrato de su hijo y han asegurado que los motivos de la pelea fueron otros.

Según el padre, cuando el concejal supo que habían perdido el recurso contra el Ayuntamiento por el "despido" de su hijo se "reía" de ellos al encontrarse por la calle.

Pero el hecho que desencadenó la pelea, según la familia, fue que un socio del concejal insultó a la mujer acusada, quien interpuso una denuncia por ello.

Tras este encuentro, el marido se acercó a Blázquez para pedirle una explicación por los insultos de su socio y el acusado ha manifestado que, sin mediar palabra, el concejal le dio un "manotazo" y que él solo "se defendió".

Durante el juicio, varios testigos que presenciaron los hechos, han negado esta versión y han respaldado el testimonio del concejal, quien ha afirmado que fue agredido por el padre y el hijo, y que tan solo se protegió de los golpes.

Al lugar también se desplazó una ambulancia que trasladó al herido al Hospital de Mataró (Barcelona) donde fue atenido por las múltiples heridas en la cabeza, cara, estómago y rodillas.

Por todo ello, el fiscal ha mantenido en sus conclusiones definitivas una pena de un año y medio por un delito de atentado contra la autoridad para el padre y el hijo, así como una multa por un delito leve de lesiones.