Violador del Eixample alega que víctimas consintieron y que era drogadicto

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 Francisco Javier C.M., conocido como "el violador del Eixample" y acusado de cinco agresiones sexuales, ha alegado hoy ante el tribunal que lo juzga en la Audiencia de Barcelona que algunas de las relaciones fueron consentidas y se ha escudado en que era adicto a la cocaína en la época de los hechos.

Según ha afirmado el acusado en el juicio, que ha quedado hoy visto para sentencia, de las cinco agresiones sexuales, por las que la fiscal ha pedido en sus conclusiones definitivas 90 años de prisión, dos de ellas fueron consentidas y en las otras tres ha dicho no recordar los hechos.

El juicio se inició el pasado lunes 8 de enero con los testimonios de cuatro de las cinco víctimas, porque una de ellas reside en el extranjero y no acudió a la declaración, y ha terminado hoy con la declaración del acusado.

Francisco Javier C.M. de 40 años, nacionalidad española y vecino de Molins de Rei (Barcelona), ha sido acusado de cinco delitos de agresión sexual contra mujeres, de 18 a 26 años, cometidos entre octubre de 2015 y enero de 2016 y, en un caso, en 2004.

El acusado también tenía antecedentes al haber sido condenado a ocho meses de prisión en 2014 por una agresión sexual cometida en 2004, aunque finalmente no ingresó en prisión.

En sus conclusiones finales, la fiscal ha afirmado que las pruebas periciales presentadas ayer ante el tribunal han demostrado que en las cinco agresiones se hallaron muestras biológicas, tanto en las víctimas como en el lugar de los hechos, que apuntan como autor de todos los delitos a Francisco Javier C.M., al que ha calificado como "depredador sexual".

En su declaración, el acusado solo ha respondido a las preguntas de su abogado y ha manifestado que desde los 18 años es adicto a la cocaína y que, en los dos casos en que ha afirmado haber mantenido relaciones sexuales consentidas, se encontraba bajo la influencia de esta droga.

El presunto violador actuaba siempre del mismo modo ya que abordaba a las víctimas de madrugada cuando entraban en el portal de su casa, en todos los casos, en el distrito del Eixample en Barcelona, y una vez dentro las amenazaba con un arma blanca y consumaba la agresión sexual.

Sobre esta acusación, Francisco Javier C.M., ha admitido que cuando le detuvieron llevaba una serie de herramientas porque es electricista aunque no ha negado que en uno de los casos usó un destornillador para robar a una joven y obtener dinero para consumir cocaína, tras lo que ha afirmado que mantuvieron relaciones consentidas en el portal.

La fiscal se ha mantenido en la petición de 90 años de prisión, 15 por cada una de las cinco agresiones sexuales, más otros 15 años por haber cometido tres delitos de robo con intimidación y un intento de robo finalmente no consumado.

Las acusaciones particulares han suscrito la pena de la fiscalía menos una de ellas que ha solicitado el aumento de la pena de 15 años a 18 años y 9 meses al considerar que en un caso se habían consumado dos agresiones sexuales diferentes.