Quedarse en casa no frena la propagación de epidemias

La movilidad puede contribuir a reducir los contagios, sostiene un estudio

Empleados sanitarios rocían insecticida para combatir el zika en el Sambodromo de Río de Janeiro.

Empleados sanitarios rocían insecticida para combatir el zika en el Sambodromo de Río de Janeiro.

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Investigadores de las universidades de Zaragoza y Rovira i Virgili (Tarragona) han publicado un estudio que se sirve de un modelo matemático para concluir que la movilidad de la población puede contribuir a reducir la expansión de una epidemia.

El estudio señala que a pesar de parecer "obvio" que la restricción de la movilidad debería ser suficiente para controlar y evitar la propagación de las epidemias, el nuevo análisis matemático realizado contradice esta tesis.

El modelo desarrollado, que permite hacer predicciones sobre el alcance enfermedades en situaciones diversas, ha puesto de manifiesto que la movilidad reduce a menudo la heterogeneidad de la distribución de la población y, por tanto, hace disminuir el riesgo epidémico.

Por tanto, destacan los investigadores, la movilidad recurrente entre diferentes poblaciones o distritos de una gran ciudad (de casa al puesto de trabajo y de regreso a casa, por ejemplo) puede minimizar los efectos de una epidemia, "contrariamente a lo que se podría intuir".

Esta conclusión es el resultado final de una investigación llevada a cabo por los investigadores Jesús Gómez y David Soriano, de la Universidad de Zaragoza, y Àlex Arenas, de la Universitat Rovira i Virgili, que se acaba de publicar en la revista 'Nature Physics'.

Zika o ébola

Los patrones de movilidad a escala mundial permiten explicar recientes brotes epidémicos de enfermedades autóctonas como el zika o el ébola, mientras que a escala local se pueden determinar las cadenas de propagación de procesos víricos (colegios o centros de trabajo).

Destacan los autores del estudio que aunque el "sentido común" aconseja el aislamiento de los afectados para disminuir las probabilidades de nuevos contagios, esta medida "no siempre es efectiva".

"Al contrario -advierten-, lejos de mejorar la situación, en la mayoría de los casos disminuir la movilidad de las personas conlleva un aumento de las probabilidades de contagio, agravando la situación epidémica.

Los investigadores se sirven de un estudio realizado con datos de una gran urbe como Cali (Colombia), en el que se demuestra que la movilidad diaria entre distritos reduce la incidencia de la propagación de una epidemia.

Para elaborar su estudio, los especialistas han elaborado un nuevo modelo matemático capaz de incorporar los datos reales disponibles sobre hábitos de movilidad humana en ciudades y regiones.