El padre del "niño de la maleta", buscará su inocencia en juicio 31 octubre

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Rafael Peña.

Alí Ouattara, el padre del pequeño Adou, conocido como "el niño de la maleta" tras ser descubierto por el escáner de la Guardia Civil en la frontera entre Ceuta y Marruecos, tratará de demostrar su inocencia cuando se siente en el banquillo de los acusados el próximo 31 de octubre.

Ese día, según han informado a Efe fuentes judiciales, se celebrará la vista oral contra el padre de Adou y la mujer que llevaba la maleta, la marroquí Fátima E.Y., en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta.

Dos años y cinco meses después de los hechos, el caso migratorio más mediático de los últimos años llegará a los órganos judiciales de la ciudad ceutí.

Tanto el padre de Adou como su "pasadora", que cuando se produjeron los hechos tenía 19 años, se enfrentan a un delito contra los derechos de los extranjeros por haber favorecido la inmigración irregular, agravado por las condiciones en las que viajó el pequeño por el calor dentro de la maleta, así como por el hecho de que Adou tenía 8 años.

Su padre, que actualmente reside en Bilbao, se enfrenta a tres años de prisión mientras que la joven -que sigue en la cárcel- tendrá que escuchar las peticiones de una pena de seis años de cárcel.

En principio, Alí Ouattara será defendido por el abogado sevillano Juan Isidro Fernández, quien solicitará la absolución de su patrocinado, y Fátima E.Y., natural de Castillejos (Marruecos), contará con un abogado de oficio, según han detallado las mismas fuentes judiciales.

Los hechos ocurrieron el 7 de mayo de 2015 cuando el escáner de la Guardia Civil de la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos detectó la imagen de un niño dentro de una maleta.

La fotografía, difundida por la propia Guardia Civil, dio la vuelta al mundo.

En ese momento, los agentes detuvieron a la mujer que portaba la maleta y una hora y media antes fue arrestado en el mismo paso fronterizo a Alí Ouattara, quien estuvo unos días en el centro preventivo de Los Rosales de Ceuta antes de ser trasladado a la cárcel de Puerto II en el Puerto de Santa María (Cádiz).

El padre abandonó la prisión el 8 de junio tras pagar una fianza de 5.000 euros y se desplazó junto a su mujer y Adou a Puerto del Rosario (Fuerteventura), donde estaba trabajando.

La historia, reflejada en el libro "Me llamo Adou" editado por Planeta, es la de un padre que había llegado en patera a España, donde se había instalado y llevaba muchos años trabajando, disponía de un piso en Fuerteventura y cumplía todos los requisitos para la reagrupación familiar, a excepción del criterio económico (le faltaban 56 euros en ingresos, según la Delegación del Gobierno en Canarias).

Actualmente, la familia sigue separada, ya que la madre y los dos hijos viven en Francia, mientras que el padre reside en Bilbao a la espera de la resolución del proceso judicial en el que está inmerso.

Alí Ouattara, que tuvo que someterse a unas pruebas de ADN para certificar que era el padre del pequeño, ha mantenido desde el primer momento que desconocía que el niño iba a ser introducido dentro de una maleta ya que le habían indicado que pasaría oculto en un vehículo.

Este trabajador marfileño siempre ha defendido que desconocía cómo pretendían hacer cruzar la frontera al niño las personas a las que pagó para que lo trajeran a España y ha explicado en varias ocasiones que antes intentó reunirse con él, pero el Gobierno le denegó la reagrupación familiar por el bajo sueldo que cobraba en una lavandería de Puerto del Rosario.