REGRESO A LAS AULAS

Ripoll, la vuelta al cole más difícil

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María Jesús Ibáñez / Barcelona

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Hay una escuela en Ripoll donde el curso no empezará el próximo 12 de septiembre con normalidad. O al menos, no con la normalidad de otros años. Es el colegio público al que asistieron cuatro de los jóvenes musulmanes muertos por su implicación en los atentados del pasado agosto y en el que siguen estudiando algunos de los hermanos menores de los radicales. "Ha sido un verano angustioso y muy difícil, por lo ocurrido y por la presión policial y mediática que se generó los días siguientes a los atentados. Nuestro cometido ahora va a ser ayudar a los chicos a tirar adelante, aunque no resultará sencillo", reflexiona la directora del centro.

Los maestros de este colegio, de titularidad pública, han recibido las últimas semanas una formación específica de la Conselleria d’Ensenyament para saber cómo abordar lo ocurrido cuando sus alumnos lleguen el próximo martes a clase. Entre otras acciones, los profesores están valorando la posibilidad de que los más mayores, los de cuarto, quinto y sexto curso, realicen una actividad sobre el asunto el mismo día de la vuelta al cole. "Hemos de ver qué les proponemos, todavía no está decidido", indica la directora. Para los más pequeños, de momento, no se plantea tratar la cuestión, "al menos si no preguntan".

"También estamos mirando cómo ayudar a las familias, que son un elemento clave en este proceso", subraya la responsable de la escuela, que no es ajena al incremento de comentarios islamófobos que ha habido en el pueblo a raíz de lo sucedido. "Tantos años trabajando por la inclusión, por la tolerancia, por que todos los niños se integraran y ahora, de repente, todo este esfuerzo podría haberse venido abajo", lamenta la docente.

El objetivo es "recuperar la normalidad", señala Ensenyament en el documento ‘Orientaciones para trabajar con los alumnos los atentados terroristas’ que ha enviado esta semana a las escuelas de toda Catalunya. Le acompaña un dosier dirigido a las familias, con orientaciones para que traten el tema con sus hijos. Se trata, como anunció el viernes pasado el secretario de Polítiques Educatives de la Generalitat, Joan Mateo, de la recopilación de materiales existentes, con los que ya se venía trabajando en colegios e institutos, y que han sido actualizados como consecuencia de los atentados de Barcelona y Cambrils.

El papel de los adultos

Es importante, dicen estas orientaciones para padres y maestros, "que cuando un niño se hace una pregunta y no tiene o no sabe dónde encontrar la respuesta", haya un adulto cerca. En caso contrario, advierte, el menor elaborará respuestas a partir de lo que haya hablado con niños de su misma edad. Y eso, advierten los expertos, no solo es un riesgo a largo plazo, sino que puede tener efectos inmediatos y desencadenar discusiones graves en las horas de patio, sin un adulto que guíe el debate.

A la hora de abordar la cuestión conviene ser "claro, coherente y contrario a todos los tipos de violencia, odio y radicalidad", dice el documento de Ensenyament para las escuelas. Eso sí, hablar con claridad no significa que haya que expresarse con crudeza. "Procurad utilizar un lenguaje ajustado, por ejemplo, en lugar de hablar de terrorismo islámico, los expertos recomiendan usar el nombre del grupo terrorista ISIS (las siglas en inglés del Estado Islámico de Siria e Irak)", prosigue el documento.

Hay que transmitir seguridad, mostrar una permisividad cero ante cualquier manifestación violenta, atender de forma diferenciada a los alumnos de acuerdo con su edad, mantener la vigilancia en la clase por si persisten las preocupaciones o se producen comportamientos inusuales (de aislamiento, tristeza o agresividad).

Evitar la estigmatización

"Y evitar, en la medida de lo posible, la polarización", insiste Ensenyament. En concreto, recuerda el documento de orientaciones (y aquí coincide de pleno con la directora del colegio de Ripoll), "la vuelta al cole puede ser especialmente difícil para algunos alumnos, ya sea porque han vivido los atentados como un ataque personal a su cultura o porque tienen miedo de ser señalados o excluidos por ser musulmanes".

Solo en casos muy excepcionales, la ‘conselleria’ considera la posibilidad de abordar la cuestión en grupos más reducidos de alumnos, teniendo en cuenta su cultura o su país de origen. Sería, en todo caso, para los alumnos que "estuvieran más implicados emocionalmente en los acontecimientos". De todos modos, insiste Ensenyament, es importante trabajar estos temas (tanto la tolerancia y la diversidad religiosa como la violencia y la radicalización) con todo el grupo de clase, "sin hacer agrupaciones para evitar así la posible estigmatización de estos alumnos o su replegamiento identitario".

Algunas orientaciones para las familias

<u><strong>Tolerancia cero ante cualquier violencia</strong></u>