Las uniones homosexuales dividen Italia

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lmauri32580257 two supporters of same sex civil unions hold clock160128192349 / FILIPPO MONTEFORTE / AFP

IRENE SAVIO / ROMA

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Guerra abierta por las uniones homosexuales en Italia. Un proyecto de ley presentado por el Gobierno del progresista Matteo Renzi para promover las uniones de parejas de gais está desatando una enorme controversia en el país -a golpe de declaraciones, comunicados y un sinfín de protestas callejeras- entre colectivos de homosexuales, políticos favorables y opositores, la iglesia local e incluso el Vaticano. Una pugna que, si bien lleva tiempo ya, esta semana ha inflamado como nunca los ánimos de ultracatólicos y conservadores, los cuales lanzaron su ofensiva en coincidencia con la inminente votación de la iniciativa en el Congreso italiano, prevista para la semana que viene.

“Esta ley altera la leyes de la naturaleza”, criticó la Paola Binetti, católica y exdiputada del Partido Democrático (PD). “Están logrando dividirnos también en los asuntos en los que estábamos de acuerdo. Han dividido al país, el Parlamento y los partidos. ¡Dejen ya de hacer propaganda!”, continuó Mara Carfagna, diputada del partido derechista de Forza Italia, liderado por Silvio Berlusconi. “Ya no hay vuelta atrás. Roma aprobará la ley y eso nos permitirá vivir en Europa con orgullo”, contraatacó Mónica Cirriná, la redactora del proyecto de ley, en referencia al hecho de que Italia es el único gran país europeo que no tiene una reglamentación al respecto.

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En este clima, el debate no se ha centrado solo en la posibilidad de que gais y lesbianas puedan casarse civilmente con todos los derechos jurídicos que eso conlleva, como los sucesorios. En en particular, lo que provocó la ira de los más conservadores es que los homosexuales puedan adoptar. Y esto, a pesar de que la propuesta no prevé que se puedan adoptar niños ajenos a la pareja, solo permite la adopción de los hijastros, es decir, los hijos de uno de los miembros de la pareja. Esto resulta inaceptable para las organizaciones católicas. “Nuestro objetivo es tutelar a los niños”, se defendió Cirinná.

MANIFESTACIONES CONTRARIAS

El pasado domingo miles de activistas favorables al proyecto de ley tomaron las calles de 82 ciudades, desde la septentrional Bolzano hasta la sureña Reggio Calabria. En respuesta, un grupo ultracatólico llamado Las Centinelas convocó protestas en pie y en silencio frente a edificios o plazas simbólicas en otras tantas urbes. De igual manera, para este sábado, los católicos han convocado otra manifestación multitudinaria bajo el lema de 'El día de las familias'.

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La más activa en su ofensiva ha sido precisamente la Iglesia italiana. “Los creyentes tienen el deber y el derecho de manifestarse”, dijo el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de los obispos italianos, que hizo una intensa campaña para que el papa Francisco interviniese en el asunto. Y se salió con la suya. “No puede haber confusión entre la familia que Dios quiere y cualquier otro tipo de unión”, afirmó Jorge Mario Bergoglio el domingo. “La familia está fundada en el matrimonio indisoluble que une y permite la procreación”, continuó el Papa, parafraseando su usual retórica sobre el tema como ya hacía cuando era obispo de Buenos Aires.

SIN GARANTÍA

En estas circunstancias, la aprobación de la ley -que, tras el beneplácito del Congreso, necesitará el del Senado- no parece garantizada. No es la primera vez que se intenta en Italia, país-contenedor de uno de los Estado confesionales más poderosos en el mundo, el Vaticano. Ya en el 2007, una iniciativa para aprobación de las uniones gais promovida por el Gobierno del entonces primer ministro Romano Prodi contribuyó a la caída del Ejecutivo, ocurrida en enero de 2008. También entonces los católicos habían convocado a un 'Día de las familias'.

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