Retratos de los invisibles

La cuestión era cambiar la lógica. Servirse del noble arte del retrato, históricamente símbolo de posición social, asunto de reyes y presidentes -todavía resuena el eco de la polémica por los casi 100.000 euros gastados por el Congreso en el retrato de José Bono-, para visibilizar la cara más incómoda de Barcelona: las 3.000 personas sin hogar que deambulan por sus calles, según cifras de la Fundació Arrels, organización de referencia en el trabajo con este colectivo.

Desde hoy y hasta el 30 de noviembre, el proyecto Retrats Sense Sostre Retrats Sense Sostreexhibe 13 retratos de 13 de barceloneses sin hogar en 13 espacios distintos repartidos por la ciudad. «Cada obra está en un lugar especial para su protagonista. El retrato de William, que era marinero, está en Casa Calicó, una tienda de artículos de pesca en la plaza de les Olles», explica Albert Soler, ideólogo y coordinador del proyecto, impulsado por la Xarxa d'Atenció a les Persones Sense Llar , de la que forman parte 33 entidades sociales que trabajan con el colectivo y el Ayuntamiento de Barcelona.

Soler insiste en que se trata de un proyecto «cultural», para humanizar y hacer visible la realidad de estas personas. «El simbolismo del retrato lo convierte en una metáfora potente para reclamar que todos somos iguales y, por tanto, tendríamos que tener los mismos derechos», prosigue el coordinador de la iniciativa, que ha contado con la colaboración, además de 20 personas sin hogar y de 14 artistas, de 26 investigadores sociales de la UB, encargados de elaborar las historias de vida de estas personas. El estudio etnográfico -las historias que hay detrás de esos hombres y mujeres, de esos retratos repartidos por la ciudad- realizado por estos investigadores, coordinados por el antropólogo Manuel Delgado, se presentará en un acto académico en la Facultat de Geografia i Història de la UB los días 25 y 26 de este mes. Pueden leerse también en la web del proyecto (www.retratssensesostre.org) y escucharse en el Convent de Sant Agustí, en una instalación sonora, con la voz de sus generosos protagonistas.

Doce de las 13 historias -con las que también se ha rodado un documental junto a la asociación Càmeres i Acció que se estrenará en la Filmoteca el 27 de noviembre- son de personas atendidas por la Xarxa. Pero estos no son los únicos que sufren la exclusión residencial por motivos económicos tras cinco años de crisis. El último de los retratos -en este caso una fotografía expuesta en en la Casa Antich, en la calle de las Trompetes-, es de una familia de la PAH. La familia Martínez, de origen ecuatoriano, desahuciada del piso de alquiler en que vivían en Nou Barris el día en que su hija María Ángeles cumplía 17 años.