Los peligros de la red

Bomberos del tuit

Grupos de voluntarios lidian con falsas noticias en situaciones de emergencias

C. J.
BARCELONA

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Incendios forestales, temporales marítimos, accidentes y tragedias varias, en las que puede darse una situación de descoordinación o de caos, parecen ser pasto abonado para la difusión de rumores que en un momento concreto pueden causar problemas a los equipos de emergencia o dificultar su acción. Es el caso de cuando se piden voluntarios para un incendio ocasional o se hace un llamamiento a evacuar una zona cuando ya hay un dispositivo previsto y funcionando. Para evitar estas situaciones se crearon las redes VOST, grupos de profesionales que en una situación grave se coordinan para dar información fiable y desmentir bulos o rumores utilizando las redes sociales.

«Tenemos cuentas de Twitter que trabajan coordinadas para redistribuir información de servicios de emergencias para que no se filtren informaciones falsas o que provoquen situaciones de alarma innecesaria. Los bomberos no piden nunca voluntarios, por ejemplo. Lo que hacemos es hablar mucho entre nosotros y estar muy atentos a las fuentes oficiales», explica Josep Lluís Pouy, jefe de emergencias del Ayuntamiento de Blanes y community manager de la cuenta de Twitter @VOSTcat, el equipo de voluntarios de emergencias digitales en Catalunya, en su mayoría trabajadores públicos.

La asociación, que se estrenó en el verano del 2012 a raíz de una devastadora temporada de incendios forestales en toda España, nació inspirada por sus homólogos estadounidenses @Vost, que la habían iniciado un año antes en Nueva York. Importada la idea por el jefe de emergencias del 112 en Madrid, es totalmente voluntaria, tiene cuentas en todas las comunidades y sus miembros se dedican a cotejar todo lo que les llega, sobre todo los testimonios particulares.

Fotos sacadas del archivo

«Ahora, con el temporal del Cantábrico, ha habido quien ha tuiteado fotos de hace años, que hacían pensar en que la situación era peor de lo que ya era o que sucedían cosas en otros puntos que los reales», explica Pouy. «En esos casos tienes que tirar de memoria, de archivo o de Google Images para saber si son ciertas. No somos infalibles, pero antes de lanzar algo lo hablamos». Cada uno en su casa o en el lugar de trabajo con varias pantallas abiertas y tuiteando todo el tiempo.

«Hay que desconfiar cuando ves imágenes demasiado sensacionalistas o muy bien hechas, porque si la gente la ha tomado con el móvil, tan buena no será», añade. «Hay quien cuelga fotos profesionales de hace años y las hace pasar como propias. Si citan la fuente, ya merecen más confianza», explica Pouy como norma general. Los voluntarios de Vost también tienen que luchar con la suplantación de cuentas. Ellos tienen denunciadas algunas en su web.

Problemas parecidos tienen otros implicados en la difusión de noticias: los periodistas. La cadena pública británica, la BBC, tiene un departamento exclusivo dedicado a rastrear noticias en las redes sociales, The Hub, y a canalizar los mensajes de sus usuarios de televisión, radio y web. Utilizan un montón de herramientas informáticas para verificar las informaciones, muchas al alcance de cualquiera, como Tweetdeck, Topsy o Banjo, entre otras, e incluso corroboran la veracidad de las fotografías con programas específicos como FotoForensics o TinEye.

Otra herramienta a la que recurren es Storyful, una agencia de noticias anglosajona que distribuye contenidos extraídos de fuentes que consideran fiables en redes sociales.