Cuenta atrás para el fin de una ocupación

La PAH acepta separar a las familias del bloque de Salt

Manifestación de apoyo a la ocupación del bloque de Salt, al fondo.

Manifestación de apoyo a la ocupación del bloque de Salt, al fondo.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Girona (PAH) ha aceptado finalmente que las 14 familias del bloque ocupado de Salt sean realojadas de forma separada en pisos de alquiler social. Los activistas renuncian así a una de las reivindicaciones de la que habían hecho bandera en los últimos meses, cuando exigían que se les permitiera permanecer juntos en ese edificio o en otro bloque de la Sareb (o banco malo), para mantener la relación comunitaria que han trabado durante los  nueve meses de ocupación.

Un desistimiento en el que han pesado mucho las críticas del resto de las PAH catalanas, que la semana pasada hicieron público un comunicado en el que censuraban que los activistas de Girona mantuvieran ocupado el bloque de Salt cuando la Generalitat les estaba ofreciendo viviendas de alquiler social. Otra de las razones es la espada de Damocles que se cierne sobre sus cabezas después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos levantara la suspensión cautelar del desalojo y el juez de Girona que lleva el caso decretara que se podía llevar a cabo el desahucio del inmueble, en abierto, a partir del pasado miércoles.

Fuentes de la Agència de l'Habitatge de Catalunya explicaron ayer que este organismo está estudiando las ocho peticiones presentadas en los últimos días por familias del bloque para que se les conceda un piso de la bolsa de emergencia de la Generalitat. Si se les otorgan esas viviendas, se sumarán a los cinco pisos que ya fueron adjudicados hace un par de semanas, con lo que casi la totalidad de las 14 familias que viven en el bloque de Salt contarán con un techo alternativo bajo el que vivir en el caso de que se lleve a cabo el desalojo del edificio, tal y como exigió la justicia europea.

Ni Habitatge ni la PAH de Girona quisieron hacer ayer declaraciones, a la espera de que la negociación se cierre en los próximos días. Lo único que adelantaron los activistas es que las conversaciones «van por buen camino» y que también afectan a las condiciones del contrato de cesión de los pisos, que por el momento son por dos años, con un alquiler máximo de 50 euros. El domingo, las familias del bloque celebraron una comida popular para festejar el éxito de la ocupación y la portavoz de la PAH de Girona, Marta Afuera, destacó que el esfuerzo que se ha hecho por mantener unos días más la ocupación del edificio ha ayudado a que  las viviendas sociales se otorguen a casi todas las familias.

Aunque el desalojo del edificio se puede llevar a cabo en cualquier momento, la plataforma no espera que se produzca una intervención policial mientras duren las negociaciones. Eso sí, los activistas aseguran que una empresa próxima a la Sareb ya ha enviado unos operarios para medir las puertas de entrada del bloque con el fin de poder tapiarlas en cuanto salgan del edificio.