Alfonsa Reinoso: «Marina sabía que yo no la di en adopción»

Reinoso, con su denuncia en la portada de EL PERIÓDICO.

Reinoso, con su denuncia en la portada de EL PERIÓDICO.

V. VARGAS LLAMAS / J. G. ALBALAT / Barcelona

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-¿Cómo supo de Marina?

--En mayo recibí una comunicación de Benestar Social. Llamé y un empleado me preguntó si di a luz en la Dexeus el 18 de junio de 1987. Dije que sí y me soltó que mi hija biológica me buscaba. Me dio un ataque de ansiedad. Mi marido concertó cita para ese mismo día. El funcionario me dijo que tenía una hija y que llevaba años buscándome. Que detectó irregularidades, como erratas en los nombres, pero finalmente él ató cabos y pudo localizarme. Me habló de la asistenta social, los centros donde estuve... Todo coincidía. Empecé a creérmelo y pedí ver a mi hija.

-Háblenos del reencuentro.

-Fue la misma semana, el 17 de mayo. Imagínate el hartón de llorar que nos pegamos. Empezamos a hablar, a ponernos al día, explicarnos nuestras vidas. Me dijo que ella sabía, que le habían dicho que yo no le había dado en adopción en ningún momento. Que empezó a buscar porque tenía dudas y que ahora le cuadraban algunas cosas. Ella estaba más tranquila que yo. Llevaba más de un año con la búsqueda y estaba más preparada. Para mí fue todo nuevo.

-Al repasar su vida, Marina le regaló un álbum de fotos.

-Sí, y en la primera salía una mujer. Pregunté a Marina quién era y respondió que era su madre adoptiva. Le dije que la conocía, que era una de las asistentas sociales que me acompañaban a la clínica. Me dijo si estaba segura. Le expliqué que hay caras que no se me pueden olvidar. Como la de esa mujer y la de Mercedes [la exdirectora de la Casa de la Jove].

-¿Cómo es su relación con Marina?

-Muy buena. También con sus hermanos. Pasó el verano en casa, compaginándolo con sus padres adoptivos. Hemos viajado, hemos hecho celebraciones... La primera semana ya me trajo documentación importante para la investigación. Me entregó el certificado de nacimiento original que tenía su madre adoptiva. Marina pensó que me pertenecía a mí.

-¿Entre la documentación figura una declaración del padre adoptivo?

-Marina me dijo muchas veces que su padre adoptivo le ayudaba en la búsqueda y que él sabía que hubo cosas que no eran normales. Que el día del parto la madre adoptiva salió con la niña en brazos. Cuando decidí poner la querella, Marina me dijo que él podía presentar un escrito firmado de cómo vivió la situación, que era lo mínimo que podía hacer por mí. Tiene sentimiento de culpa y se siente engañado, por lo que sé.

-¿Qué siente al recuperar a su hija en estas circunstancias?

-Un cúmulo de sensaciones extrañas. Mucha alegría al saber que vive y que te acepta. Un tormento al pensar que rezaste 26 años por un niño muerto que era niña y vive. Y porque tiene una madre que no soy yo. Y por no haber podido darle la educación que quería, darle yo los biberones.

-¿Qué espera de la justicia?

-Quiero la verdad, que paguen su culpa quienes me arrebataron a mi hijo. Fíjate, aún digo mi hijo... Que un papel diga que abandoné a mi hija... ¡Tantas mentiras! No lo asimilas. O vives con esto toda la vida o descubres la verdad y descansas.

-¿Sufre por la situación de Marina?

-Sí. Puedo entenderle, pero no tengo ningún interés por sus padres adoptivos. Me duele la situación de ella, pero tiene que entender que yo necesito conocer mi verdad. Y creo que la verdad también la liberará a ella.

-La Dexeus asegura que usted cedió al bebé en un contrato de adopción.

-Es falso. Que enseñe mi firma. Tampoco creo que una niña de 15 años en mi situación debiera firmar ningún documento, pero es que no lo hice. Mi querella se basa en documentos. Que aporte las pruebas y me calle la boca.