España hará 150 controles de ADN por el fraude de la carne de caballo

Los Veintisiete rebajaron ayer el plan diseñado por la Comisión Europea para tranquilizar al consumidor tras el descubrimiento del fraude de la venta de platos precocinados de carne de vacuno que contenían carne de caballo. A España, como a los otros seis grandes países, le corresponderá realizar 150 pruebas frente a las 200 que se proponían, según fuentes comunitarias.

Los responsables de la seguridad alimentaria de los 27 países de la Unión Europea (UE) estimaron que era excesivo el número de pruebas propuesto, máxime cuando no se había producido ningún riesgo sanitario y se trataba de un fraude limitado a pocos países (Reino Unido, Suecia, Alemania, Francia y Austria) en el que el producto no correspondía con lo anunciado en la etiqueta.

El Comité Permanente de Seguridad Alimentaria de la UE aprobó realizar en total 2.250 pruebas de ADN en marzo para verificar si el tipo de carne en los platos precocinados coincide con el anunciado en la etiqueta. La Comisión Europea pretendía inicialmente realizar 2.500.

CONTROL DE FÁRMACOS / Frente a las 4.000 pruebas propuestas por la Comisión Europea para detectar la posible presencia del antiinflamatorio fenilbutazonaen en la carne de caballo que va al matadero, los Veintisiete aceptaron realizar en marzo un test por cada 50 toneladas de carne de caballo. No obstante, los gobiernos solo se comprometieron a hacer un mínimo de cinco análisis por país, según reconoció la Comisión Europea.

El fenilbutazona se utiliza como analgésico y para combatir la fiebre en los caballos, pero tiene efectos secundarios muy perjudiciales para el ser humano. Los caballos criados para consumo cárnico tienen prohibido recibir esta medicación y su ficha veterinaria se comprueba en los mataderos, que realizan además controles aleatorios.

El comisario de Salud, Tonio Borg, se vio obligado además a prometer que el presupuesto de la UE asumirá el 75% coste de los análisis (300-400 euros cada uno) para que los Veintisiete aceptaran una versión suavizada del plan inicial.

El Gobierno francés, por su parte, responsabilizó a la compañía Spanghero del fraude por haber vendido durante seis meses 750 toneladas de carne de caballo como carne de vacuno, comprada a través de intermediarios holandeses y chipriotas a Rumania. Esa carne se utilizó para preparar 4,5 millones de platos precocinados que podrían haberse distribuido a 13 países dentro y fuera de la Unión Europea. Francia ha suspendido la licencia sanitaria a Spanghero.