Un asesor del Gobierno acusó a la industria de los refrescos de experimentar con fetos abortados

El genetista Nicolás Jouve, uno de los nuevos miembros del renovado del comité de bioética, defendió esta tesis en televisión hace un año

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Varias asociaciones de mujeres han lamentado el"sesgo ideológico" del nuevo Comité Español de Bioética, que estemartes ha tenido su primera reunión. El PSOE pedirá explicaciones en el Congreso por una selección de miembros, 10 hombres y 2 mujeres, con unperfil conservador y antiabortista, que considera hecha a medida paraapoyar la reforma del ministro Gallardón. Rajoy ha renovado un organismo asesor del Gobierno cuyos miembros se han manifestado contrarios a la investigación con células embrionarias y alguno, como el catedrático en Genética Nicolás Jouve, además, considera la homosexualidad como "un modo de vida irregular y desordenada".

Pero estas polémicas declaraciones del catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares no han sido las únicas que han salido a relucir estos días a, raíz de su nombramiento como asesor del Gobierno. Además de uno de los firmantes de la Declaración de Madrid del 2009 contra la actual ley de plazos del aborto, a finales del 2011 defendió en Intereconomía defendió la teoría de que las empresas de refrescos investigan con "fetos abortados" para buscar edulcorantes. "Es bastate frecuente, no solo edulcorantes, sino también otro tipo de aditivos alimenticios, vacunas, productos cosméticos...". "Estamos alimentando una especie de canibalismo industrial a gran escala", defendió. 

Investigación de edulcorantes

Dichas declaraciones eran, entonces, en respuesta a unadenuncia del grupo antiabortista Children of God for Life, que aseguraba que la compañía PepsiCo utilizaba fetos humanos abortados para investigar sobre sustancias edulcorantes.

El profesor aseguraba, también, que dichas investigaciones tienen consecuencias para la salud, y relacionaba el uso de las células humanas como sustrato para cultivar los virus con los que se hacen las vacunas, como la tripartita para el sarampión, poliomelitis y rubeola, con el supuesto incremento del autismo en EEUU (sic).