TERRITORIO

La DO Alella explotará el turismo vinícola usando el tirón de BCN

Cava rosado en una bodega de Alella.

Cava rosado en una bodega de Alella.

FEDE CEDÓ
ALELLA

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Cultura y vino. Son solo dos de los atractivos que el recién constituido consorcio de la Denominación de Origen (DO) Alella ha planificado impulsar en sus promociones turísticas con un objetivo claramente definido: pellizcar una porción de la gran tarta del turismo cuya guinda es la ciudad de Barcelona. La clave para los quince municipios repartidos entre el Maresme y el Vallès Oriental, y el consejo regulador de la DO Alella, pasa por realzar el valor de sus atractivos históricos, culturales, paisajísticos y comerciales.

«Debemos convertirnos en un referente del enoturismo de calidad y hacer de la DO Alella un polo de atracción de visitantes». Así lo describe el presidente del nuevo consorcio, Andreu Francisco, alcalde de Alella, que cuenta con el apoyo de sus homólogos de Cabrils, El Masnou, La Roca del Vallès, Martorelles, Montornès, Òrrius, Sant Fost de Capsentelles, Montornès del Vallès, Premià de Mar, Teià, Tiana,

Vallromanes, Vilanova del Vallès i Vilassar de Dalt, para dar a conocer al turista ocasional el encaje de los atractivos turísticos con los vitivinícolas.

Es objetivo prioritario para el consorcio es la creación de una red de itinerarios centrados en la interpretación de los viñedos y el conocimiento del vino, que se realizarán a través de un enobús, un servicio de autocares que enlazará con Barcelona y que será presentado en breve a los operadores de las grandes compañías de cruceros que atracan en el puerto de la capital catalana, a menos de 20 kilómetros de Alella, y que mueven anualmente a más de dos millones de personas.

RUTAS PREHISTÓRICAS / Como prueba piloto de las rutas enoturísticas, el próximo verano la DO Alella contará con un servicio de cinco autocares para recorrer los yacimientos prehistóricos vitivinícolas, tales como los hornos romanos de la Fornaca en Vilassar de Dalt o el Centro de Acogida Turística de Teià, que acoge los restos de la Cella Vinaria, el centro de producción vinícola de la Laietania romana, con actividad documentada entre los siglos I aC y V dC, sin obviar las visitas programadas a cavas históricas como Alella Vinícola.

Pieza clave para el desarrollo turístico de la DO Alella es también el complejo comercial de La Roca Village, eloutletdel Vallès Oriental que suma 3,5 millones de visitantes al año, de los que el 40% son turistas. De la comarca interior destacan otros elementos o «herramientas de dinamización económica del territorio», como describe el alcalde de La Roca del Vallès, Rafael Ros, al recomendar los importantes yacimientos de arqueología megalítica en su territorio.

LA DO MÁS PEQUEÑA / Tras la promoción institucional, le tocará el turno a los productores de la DO Alella, la denominación de origen vinícola más pequeña de España, que con tan sólo 314,7 hectáreas de viña cultivada y un producción de 420.000 litros de blancos y 140.000 de tintos y la misma cantidad de rosados, dedican sus esfuerzos a la innovación, fruto de la cual son los cavas experimentales de Parxet o las bodegas Alta Alella Cava Privat, que apuestan por la vieja tradición del cultivo ecológico en pendiente, salvando unos inconvenientes que, según su propietario, Josep Maria Pujol-Busquets, «se compensan con la mejora en la calidad del producto obtenido».