SANIDAD

La sífilis y la gonorrea avanzan sin freno en adultos y adolescentes

Dispositivos para hacer un test rápido de detección del virus del sida en un centro de Barcelona.

Dispositivos para hacer un test rápido de detección del virus del sida en un centro de Barcelona.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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Las infecciones de transmisión sexual aumentan de forma extraordinaria en Catalunya desde hace casi un decenio, sin que apenas haya variado la oferta de centros especializados en detectar y atender las míticas sífilis, gonorrea, clamídias o herpes genital. La cifra de afectados se duplica cada año en España, de forma que, según los expertos, ha crecido en más del 2.000% desde 1999, periodo en que ha descendido de forma notable la edad de las personas afectadas. Ahora son mayoritariamente mujeres de 16 a 25 años y hombres de 24 a 35, informó ayer el doctor Álvaro Vives, andrólogo de la Fundació Puigvert, de Barcelona, uno de los dos únicos servicios de Catalunya especializados en atender este tipo de infecciones. El otro es el centro de enfermedades de transmisión sexual de Dressanes, de Barcelona.

Para compensar este déficit, la Conselleria de Salut prevé difundir entre los médicos de asistencia primaria una guía en la que se describen los síntomas y el tratamiento de las infecciones de tramsisión sexual, así como la forma de evitarlas. Este manual se considera necesario dado el general desconocimiento médico de unas infecciones que casi desaparecieron en los años 90, en la primera etapa de irrupción del virus del sida. La mayoría de facultativos no han diagnosticado jamás una sífilis, reconocen los técnicos de Salut.

Uno de los factores que explican la reaparición de estas infecciones es la ausencia del miedo al sida, aue explica la desprotección con que se practica el sexo; el descenso en la edad de inicio de esas relaciones y la abundancia de parejas distintas que los adolescentes incorporar a su vida en un corto espacio de tiempo, explica la doctora Rosa Ros, directora del Centre Jove d’Anticoncepció i Sexualitat. «Los adolescentes practican una monogamia seriada: son fieles a cada una de sus parejas, pero les duran muy poco. Varían constantemente», describe. La doctora Ros considera que el aumento de estas infecciones –«un grave problema de salud pública, de difícil solución»– es un elocuente exponente de lo que ocurre en la vida de muchos adolescentes. «Su conducta sexual habla por ellos: refleja situaciones de mucha agresividad, de abusos, de violencia. Existe una banalización de las relaciones, y seduce una cierta sexualidad perversa», dice.

PROTECCIÓN ORAL / El fenómeno no solo afecta a los muy jóvenes. La sífilis y la gonorrea se están transmitiendo con gran frecuencia entre parejas adultas que practican el sexo oral sin protección, afirmó Vives. «No se suele usar preservativo al practicar sexo oral y es un error –afirmó–. Es imprescindible utilizarlo para evitar gonorreas y herpes oral que, muchas veces, se sufren y transmiten sin notar síntomas». Detectadas y tratadas a tiempo, tanto la sífilis como la gonorrea y las clamídias tienen curación, con antibióticos. No diagnosticadas, pueden dar lugar, tiempo después, a graves alteraciones neurológicas y, en el caso de las mujeres, ser motivo de infertilidad.

La llegada de inmigrantes procedentes de países poco habituados a las medidas preventivas, y el pudor que produce a las parejas autóctonas plantear la conveniencia de analizarse la sangre para detectar o descartar estas infecciones impide detener la expansión de estas enfermedades. «Cuando dos personas deciden ser pareja estable, deberían hacerses un análisis que detecte o descarte el VIH, la sífilis, el virus del papiloma o el de la hepatitis B –propuso Vives–. En el norte de Europa lo tienen claro y es habitual, pero aquí se ve como una desconfianza». Este especialista considera imprescindible la creación de más centros especializados en estas infecciones.