Montilla esquiva al dalái lama, que será recibido por Carod

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La visita de tres días que el dalái lama, el jefe espiritual del budismo tibetano, prevé iniciar el domingo a Barcelona ha cosechado ya un primer contratiempo. Los organizadores de la estancia en Catalunya del hombre que ejerció como líder político de Tíbet, hasta que en 1959 fue forzado por las autoridades chinas a exiliarse, no han logrado que elpresidentde la Generalitat le reciba. Montilla ha trasladado ese cometido al vicepresidente Carod-Rovira, de cuyo departamento dependen los asuntos religiosos, con el pretexto de que no se trata de un líder político .

A diferencia de lo ocurrido ahora, en su primera visita a Barcelona, en 1994, el dalái lama no solo logró entrevistarse con Jordi Pujol, sino que el entoncespresidentposó incluso para los fotógrafos con un pañuelo colgado del cuello, unakataque le acababa de regalar el invitado. Cinco años antes había obtenido el Premio Nobel de la Paz. El líder budista llegó incluso a almorzar con Xabier Arzalluz y Josep Antoni Duran Lleida, que le brindaron su apoyo. Durante la misma jornada se entrevistó con el alcalde, Pasqual Maragall, con el que volvió a reunirse en 1997.

FALTA DE DIPLOMACIA

La embajada China, país que acusa al actual dalái lama, de 73 años, de promover la independencia de parte de su territorio, el Tíbet, le obsequió ayer con su menosprecio. Un portavoz de la legación diplomática expuso ayer los motivos por los que no habrá un comunicado sobre su visita a España. "Es un pobre hombre que no tiene ninguna representación dentro del budismo", argumentó.

Y añadió: "Él no tiene ningún problema con China, como tampoco lo tenemos nosotros con él. Lo que ocurre es que el mundo occidental siempre trata de buscar fricciones en este asunto. Y en Occidente, Catalunya es especial. Quizá por los problemas de identidad que tienen los catalanes".

Desde su última visita, hace 10 años, el dalái lama ha intentado viajar en dos ocasiones a Barcelona. En el 2004, las presiones de las autoridades chinas lograron que no acudiera al Fòrum. Una nueva intentona se anuló por razones de salud.