EL TURÓ DE L'HOME. Historia del observatorio del Montseny

Alfred Rodríguez Picó

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El Turó de l'Home es la cima más alta del macizo del Montseny. Situada a 1.712 metros de altura, es una atalaya privilegiada y punto estratégico para las observaciones meteorológicas. Por ello vamos a explicarles la historia del observatorio que durante décadas nos ha facilitado informaciones de gran valor.

En 1880, la Associació d'Excursionistes Catalana propuso construir un refugio-observatorio en la cima del Turó de l'Home. En abril del año siguiente se programó una excursión para buscar el sitio idóneo y en julio de 1881 se iniciaron las obras. Los trabajadores resistieron varias tormentas y vientos huracanados. La comida se la llevaban desde Breda y el agua la recogían de la Font de Briançó. Entre el Turó de l'Home y Breda se comunicaban con hogueras que se observaban desde todas las comarcas vecinas. El 31 de agosto subieron algunas autoridades, pero una terrible tormenta les obligó a bajar rápidamente. Por desgracia, meses más tarde dejó de haber donaciones y el trabajo iniciado quedó interrumpido durante muchos años.

De hecho, no fue hasta el año 1932 cuando Eduard Fontseré, con ayudas del Govern catalán, instaló un observatorio que, salvo interrupciones durante la guerra civil, facilitó informaciones diarias de gran valor. Primero, a cargo de Josep Gil y su mujer, y posteriormente y durante 32 años, del entrañable Fernando García de Castro. Una vez retirado éste, continuó su hijo Miquel. Ahora lleva años sin funcionar, pero hay buenas noticias: el Servei Meteorològic de Catalunya reemprenderá las observaciones en poco tiempo.

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