Joe Dante: «Ahora importan los efectos y no la historia»

El realizador, uno de los grandes directores pop de los 80, clausura el sábado el festival de Sitges con 'Burying the ex'

El director norteamericano Joe Dante, fotografiado ayer en Sitges.

El director norteamericano Joe Dante, fotografiado ayer en Sitges.

JUAN MANUEL FREIRE / JULIÁN GARCÍA / SITGES

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El estadounidense Joe Dante, uno de los grandes directores pop de los 80, clausura el sábado el festival de Sitges con Burying the ex, comedia de terror que ha filmado desde la más estricta independencia. También el sábado (Auditori, 12.30 horas) se recupera aquí uno de sus clásicos: Gremlins, producción de Steven Spielberg que este año cumple su 20º aniversario. El director de Aullidos, Exploradores, El chip prodigioso o No matarás… al vecino, de 67 años, reflexiona sobre su vasta carrera en este entrevista con EL PERIÓDICO.

-Empezó a dirigir  (Esas locas del cine, Pirañabajo los auspicios de Roger Corman, el mítico productor de cine de bajo presupuesto. ¿Qué recuerdos tiene de aquella época?

-Si no fuera por Roger Corman, no estaría aquí. Dirigir en esos días era difícil, porque estaba todo dominado por sindicatos en los que no podías entrar si no habías trabajado antes. Pero él te dejaba trabajar si estabas dispuesto a aceptar un sueldo bastante escaso. A nadie le importaba cobrar poco. Corman tenía una gran habilidad para encontrar a gente que realmente quería hacer películas. Solía decir: «Si sirves para esto, solo trabajarás un par de veces conmigo».

-¿Qué ha pasado con ese cine familiar inventivo que usted cultivó en los 80?

-Ese cine ha desaparecido. Fue un margen de tiempo en el que, por fin, los argumentos para películas familiares se abrieron un poco. Ya no eran películas sobre un niño y un perro, sino, digamos, sobre un niño y un alien. No todas funcionaron bien, pero eso daba igual por entonces; se seguían haciendo porque los estudios querían hacerlas, y los directores rodarlas.

-Eran películas de acción real con energía de cartoon. De cartoon de Tex Avery, para ser precisos.-Así es. Y eso fue posible porque, por entonces, las empresas de efectos especiales estaban floreciendo y competían entre ellas por ver quién hacía lo más salvaje. Es el único aspecto que ha pervivido de esas películas de los 80: la competición por los efectos, pero ahora sin prestar atención a las necesidades de la historia. Una película reciente que me ha sorprendido es Al filo del mañana. Es fabulosa. Y nadie esperaba algo así, creo. Todo el mundo esperaba otra Jack Reacher.

-Pocos directores cultivan ahora cine pop con precisión; entre los pocos, Edgar Wright (Zombie party, Bienvenidos al fin del mundo). 

-Edgar Wright es un amigo. Existe una generación de jóvenes directores, quizá ya no tan jóvenes, que quiere ver películas como las que veían cuando eran pequeños. Lo que me cuesta imaginar es a un niño de hoy queriendo hacer su propia Transformers 2 en el futuro, pero pasará, seguro que pasará.

-Hablemos de Gremlins 2: La nueva generación.¿Cree que una secuela tan arriesgada y autorreferencial recibiría hoy el visto bueno de un gran estudio?-No, pero es que tampoco entonces recibió el visto bueno. Ellos no sabían qué iba a hacer… Solo me dijeron: «¡Haz algo!». Hice lo que quise y con tres veces más dinero que para la primera. Por supuesto, la película no les volvió locos. Pero hoy en día tiene buen nombre.

-Después de Pequeños guerreros(1998), dejó de rodar para los grandes estudios.

-Había demasiadas interferencias. Me encontraba con que cada vez me costaba más hacer entender las ideas que se me ocurrían. Todo el mundo tenía algo para decir. Y decidí pasarme al cine independiente.

-También dirige televisión (Hawai 5.0, Las brujas de East End, «para pagar el alquiler», ha dicho.

-Es para pagar el alquiler. Y está bien. Si te gusta dirigir, no hay nada de malo en levantarte por la mañana y hacer este trabajo. Pero tampoco puedes poner mucho de tu parte: son productos controlados al milímetro por productores, cadenas… Hace poco no pude llevar a cabo una idea porque en esa serie no querían que los personajes mirasen a cámara. Y puse al personaje mirando por la ventana.

-¿Qué puede contarnos de Burying the ex¿Cómo encaja esta película en su trayectoria?

-Es uno de los proyectos indies que he barajado estos años, uno entre muchos. Has de sopesar varios; no lo puedes apostar todo a uno. Este salió, por suerte. Se rodó rápido, en menos de un mes, con poco dinero. Y ahora haré Ombra amore, una versión de Romeo y Julieta con hombres lobo y vampiros.