El lado oscuro de la tele infantil

Misoginia, racismo y pedófilos en el plató: la docuserie de HBO Max que destapa el #MeToo de los niños

'Silencio en plató', que se estrena el viernes, recoge crudos testimonios de antiguas estrellas y empleados del imperio de entretenimiento construido por el productor Dan Schneider en Nickelodeon 

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La serie 'Zoey 101', protagonizada por Jamie Lynn Spears, la hermana pequeña de Britney Spears, es una de las analizadas en la nueva docuserie de HBO Max.

La serie 'Zoey 101', protagonizada por Jamie Lynn Spears, la hermana pequeña de Britney Spears, es una de las analizadas en la nueva docuserie de HBO Max. / EPC

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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En un Hollywood demasiado cercano, ni siquiera las producciones de series con y para niños estuvieron a salvo de la misoginia, el racismo e incluso el abuso sexual. Nos lo recuerda la docuserie de cuatro episodios 'Silenció en plató: El lado oscuro de la televisión infantil' (HBO Max, viernes, día 19), en la que las directoras Mary Robertson y Emma Schwartz exploran el turbio trasfondo del imperio de entretenimiento levantado por el productor Dan Schneider en Nickelodeon desde finales de los noventa.

Fue en 2018, un año después de viralizarse el #MeToo, cuando empezaron a surgir alegaciones de mala conducta sexual o discriminación de género contra el creador de series tan populares como 'Drake & Josh', 'Zoey 101' y 'Victorious'. Por aquella misma época circulaban por la red montajes de momentos extrañamente sexuales de sus producciones: Cat Valentine (Ariana Grande) tumbada con la cabeza colgando y rociándose cara y pecho con agua; Zoey Brooks (Jamie Lynn Spears) recibiendo un chorro de líquido viscoso en el rostro, o algunos chistes sobre pies con raro regusto fetichista. 

Christy Stratton, exguionista de Nickelodeon, en una imagen promocional de 'Silencio en plató'

Christy Stratton, exguionista de Nickelodeon, en una imagen promocional de 'Silencio en plató' / HBO Max

En 2022, la reportera de 'Business Insider' Kate Taylor aclaraba sospechas e iluminaba el lado oscuro de Nickelodeon con un famoso artículo que acabaría siendo hoja de ruta para Robertson y Schwartz en esta explosiva 'Silencio en plató'. Con ayuda de la propia Taylor, han conseguido colocar delante de la cámara a antiguas estrellas infantiles y miembros de equipos de Schneider para hablar sobre sus incómodas experiencias. Testimonios que han sacudido la industria, generado un debate necesario e invitado a muchos a hablar de una especie de movimiento #MeToo infantil

Humillaciones

Tras algunas intervenciones como actor en películas 'teen' de los ochenta y un rol más importante en la serie 'Los primeros de la clase', Schneider decidió orientar su carrera a la creación de programas infantiles. Su primer éxito en Nickelodeon fue la comedia de 'sketches' 'Todo eso y más', una especie de 'Saturday night live' para chavales estrenado en 1994. La pregunta es si Schneider (y, por extensión, el público) se reía con ellos o de ellos. Uno de los jóvenes miembros del reparto, Leon Frierson, recuerda sufrir por tener que llevar leotardos apretados que le dejaban expuesto en un momento delicado de su crecimiento; además, uno de sus personajes, Captain Big Nose, llevaba unas hombreras con clara forma de genitales masculinos. En uno de los 'sketches', el también negro Bryan Hearne debía vender galletitas de 'girl scout' como si fuera un camello de crac; según su madre Tracey, sus quejas por el trato hacia su hijo llevaron al despido de Bryan. 

La propia Tracey Hearne asegura que Schneider tenía "mejor relación con algunos de los chicos blancos". Su debilidad más clara era, cuenta la serie, Amanda Bynes, para quien acabó creando 'The Amanda show' y, algo más adelante, la 'sitcom' adolescente 'Lo que me gusta de ti'. El documental recuerda aspectos intrigantes de su relación, como cierto 'sketch' dudoso en un jacuzzi (ella en aparente bañador, él vestido de calle) o un fracasado intento de emancipación en el que Schneider pudo estar involucrado. 

También se recuerda el caso de Jennette McCurdy, la Sam Puckett de 'iCarly' y el 'spinoff' 'Sam & Cat', cuyas memorias de 2022 ('Me alegro de que mi madre haya muerto') incluían la revelación del intento (en vano) de Nickelodeon de comprar su silencio sobre su experiencia en la cadena. McCurdy habla en el libro de sus malos tragos con alguien a quien se refiere como, simplemente, El Creador, obstinado en hacerle probar el alcohol durante una cena o darle masajes en la espalda. 

La confesión de Drake Bell

Según recuerda la docuserie, dos empleados de 'Todo eso y más' fueron condenados por abusos sexuales en un mismo año: 2003. El ayudante de producción Jason Handy siguió en contacto con la joven actriz Brandi tras su participación en el programa y acabó enviándole una foto de él mismo masturbándose. El actor y 'coach' de diálogo Brian Peck se interpuso entre el actor Drake Bell y su padre y mánager Joe, se convirtió en conductor de la joven estrella y le invitó en repetidas ocasiones a quedarse a dormir en su casa de Los Ángeles. 

Bell rechazó participar en un proyecto similar hace una década –supuestamente el documental 'Un secreto a voces', de Amy Berg, en el que se contaba su historia sin revelar su identidad–, pero aquí se atreve a hablar en público sobre su experiencia. Son evidentes tanto la liberación como la incomodidad. Su gesto es valiente, pero a algunos les habría gustado que, de paso, se hubiera profundizado en los abusos cometidos por el propio Bell: "'Silencio en plató' malgasta una gran oportunidad de explorar las complejas y a menudo amorfas razones que llevan a las víctimas de abusos a continuar el ciclo y convertirse ellos mismos en perpetradores", ha escrito el periodista y crítico Ben Rosenstock en un interesante artículo de 'New York'.

Guionistas maltratadas

Las malas conductas se extendían a la sala de guionistas, que dos antiguas empleadas de Schneider describen como un calvario sexista. Para trabajar en la primera temporada de 'The Amanda show', Jenny Kilgen y Christy Stratton no solo tuvieron que acceder a repartirse un único salario, sino aguantar un ambiente extremadamente misógino donde las bromas de mal gusto estaban a la orden del día. Según explica Kilgen, en cierta ocasión Schneider pidió a Stratton que presentara su idea para un 'sketch' de instituto como si estuviera siendo sodomizada. Ninguna de las dos duró mucho en la producción: Stratton fue despedida tras la primera temporada; Kilgen se quedó en paro por voluntad propia y pudo subsistir tras demandar a Nickelodeon por discriminación de género y llegar a un acuerdo monetario. Las sombras detrás de un mundo de colores brillantes.