Psicología

"Me cuesta salir del armario en el trabajo": seis pasos que nos facilitan el camino

Expresar nuestra identidad y nuestra orientación no siempre es un proceso sencillo

Persona aislada en el trabajo

Persona aislada en el trabajo / 123RF

Ángel Rull

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Salir del armario, o "coming out", es el acto de revelar la orientación sexual o la identidad de género a otras personas. En el contexto laboral, esto puede significar informar a compañeros, supervisores y subordinados sobre este aspecto de la identidad. Este proceso es profundamente personal y varía enormemente de una persona a otra, influenciado por factores como el entorno laboral, las relaciones personales en el trabajo y la percepción de seguridad emocional y física.

Decidir salir del armario en el trabajo implica considerar cuidadosamente cuándo y cómo hacerlo, evaluando los posibles beneficios contra los riesgos involucrados. Para muchos, este paso no solo es una cuestión de ser abiertos sobre quiénes son, sino también una forma de vivir con integridad y honestidad en todos los aspectos de su vida, incluido el profesional.

Sin embargo, la decisión de salir del armario puede acarrear ansiedad y temor, ya que implica exponer una parte muy íntima de la identidad a un entorno que podría no ser completamente receptivo. La diversidad de experiencias en este proceso refleja la variedad en las culturas empresariales y las actitudes sociales hacia la comunidad LGTBIQ+.

¿Qué implicaciones tiene?

La decisión de salir del armario en el trabajo conlleva varias implicaciones. Positivamente, puede aumentar la autenticidad y la comodidad del individuo, reduciendo el estrés que implica ocultar una parte significativa de su identidad. Esto puede mejorar la satisfacción laboral y las relaciones interpersonales. La apertura sobre la identidad de género o la orientación sexual puede fomentar un ambiente de trabajo más inclusivo y abierto.

Sin embargo, también puede haber consecuencias negativas, dependiendo del clima de la empresa respecto a la diversidad sexual. Estas pueden incluir discriminación, cambios en la dinámica de trabajo o incluso el despido, aunque esto último esté protegido por leyes en muchos lugares. Es crucial que las organizaciones trabajen hacia la creación de entornos seguros y acogedores para todos los empleados, independientemente de su identidad sexual o de género.

Además, salir del armario puede llevar a un mayor bienestar psicológico a largo plazo, aunque inicialmente se presenten obstáculos. Los empleados que sienten que pueden ser completamente ellos mismos en el trabajo suelen reportar mayores niveles de felicidad y compromiso laboral, lo que también puede traducirse en una mayor productividad y creatividad en sus roles.

¿Por qué nos cuesta hacerlo?

Revelar la orientación sexual o identidad de género en el trabajo puede ser complejo por múltiples razones. El miedo al rechazo y a las repercusiones laborales juega un papel central en esta dificultad. Muchas personas temen que su profesionalismo o capacidades sean cuestionadas basadas en prejuicios o estereotipos. Esta incertidumbre es un obstáculo significativo que requiere ser abordado con sensibilidad y precaución.

Además, la incertidumbre sobre cómo reaccionarán los demás y cómo esto podría afectar las relaciones laborales existentes crea un umbral de ansiedad que no es fácil de superar. El temor a perder el respeto de los compañeros o enfrentarse a un ambiente de trabajo hostil puede disuadir a muchos de dar este paso. La seguridad laboral es otro factor crítico, especialmente en regiones o sectores donde las protecciones legales para el colectivo LGTBIQ+ son insuficientes o inexistentes.

El aspecto emocional de salir del armario también puede ser abrumador. Aunque algunas personas pueden recibir apoyo y aceptación, otras pueden enfrentarse a la indiferencia o al rechazo, incluso en entornos que parecían seguros. Estos factores pueden llevar a un considerable estrés emocional, haciendo que la decisión de salir del armario no sea solo una cuestión práctica, sino también una carga emocionalmente significativa.

Pasos para salir más fácilmente del armario en el trabajo

Todo lo que en el pasado ha sido tabú, está comenzando a abordarse con mayor apertura y respeto. Uno de estos es la diversidad sexual y de género en los espacios laborales. Salir del armario, o revelar voluntariamente la orientación sexual o identidad de género en el trabajo, es un proceso significativo para muchas personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+.

A través de estos pasos podremos hacerlo más fácilmente:

1. Evalúa el ambiente laboral

Antes de tomar cualquier decisión, observa cómo se manejan temas de diversidad en tu lugar de trabajo. ¿Hay políticas de inclusión? ¿Cómo se han tratado casos similares en el pasado? Esta evaluación inicial es crucial para determinar el mejor enfoque a seguir.

Investiga si tu empresa tiene grupos de recursos para empleados o iniciativas de diversidad que puedan proporcionarte una red de apoyo. Estos recursos pueden ofrecer un espacio seguro para explorar tus opciones y prepararte para salir del armario con mayor confianza.

Considera también la cultura general de la empresa y las actitudes de tus superiores directos y compañeros. Un entorno laboral que valora abiertamente la diversidad puede ser un indicador positivo de que tu revelación será recibida con apoyo.

2. Busca aliados

Identificar a compañeros o compañeras que sean abiertos y comprensivos puede proporcionar un importante apoyo emocional. Establecer una red de apoyo dentro del entorno laboral puede facilitar el proceso y proporcionar una seguridad emocional importante.

Conversa con compañeros en los que confíes y siente cómo reaccionarían antes de compartir algo tan personal. Iniciar diálogos sobre diversidad y aceptación de manera más general puede ser un buen primer paso para evaluar posibles aliados.

Si tu lugar de trabajo tiene un grupo de afinidad LGTBIQ+ o aliados de la diversidad, considera unirte o participar en sus reuniones para ganar apoyo y consejo de quienes han pasado por experiencias similares.

3. Comienza por pequeños pasos

No es necesario hacer un anuncio generalizado; puedes comenzar compartiendo tu orientación sexual o identidad de género con personas de confianza en el trabajo. Este enfoque gradual puede ayudarte a sentir cómo se recibe la noticia y prepararte mejor para un paso más amplio.

Puedes elegir un momento y lugar adecuados que te hagan sentir seguro y en control. Compartir tu identidad con un pequeño grupo inicialmente puede ayudarte a construir la confianza necesaria para abordar círculos más amplios gradualmente.

Valora las reacciones iniciales y utiliza esta información para ajustar tu enfoque si decides continuar compartiendo con más personas. Esto puede ayudarte a manejar mejor cualquier problema que pueda surgir.

4. Prepárate para las reacciones

Es importante estar preparado para una variedad de reacciones. Algunas personas pueden necesitar tiempo para procesar la información, mientras que otras podrían ofrecer apoyo inmediato. Mantener una postura profesional y abierta puede ayudar a manejar diversas reacciones de manera efectiva.

Considera desarrollar respuestas a preguntas o comentarios que puedas anticipar. Tener listas respuestas claras y educadas puede ayudarte a mantener la conversación respetuosa y centrada.

Asegúrate de mantener tus límites claros y expresar amablemente cómo te gustaría que se manejara esta información. Establecer desde el inicio cómo quieres que te traten puede evitar malentendidos futuros y fortalecer tu posición en el lugar de trabajo.

5. Sé claro y directo

Cuando decidas compartir tu identidad, sé claro sobre cómo te gustaría que esta información influyera (o no) en tus relaciones laborales. Establecer tus expectativas puede ayudar a prevenir malentendidos y promover un ambiente de respeto mutuo.

Comunica tus necesidades de manera transparente y considera ofrecer algún contexto sobre por qué has decidido hacer esta revelación ahora. Esto puede ayudar a tus compañeros a entender mejor tu situación y cómo pueden ofrecerte su apoyo.

Es vital que mantengas un tono profesional durante estas conversaciones. Aunque sea un tema personal, la forma en que lo manejes puede influir en cómo los demás responden y respetan tus deseos y límites personales.

6. Cuida tu bienestar emocional

Salir del armario es un proceso personal y a menudo emocionalmente complejo. Asegúrate de cuidar de tu bienestar emocional a lo largo de este proceso. Esto puede incluir dedicar tiempo para actividades que te relajen y te hagan sentir bien, o buscar apoyo en amigos, familiares o grupos de apoyo confiables fuera del trabajo.

Reconoce que es normal sentir una gama de emociones, desde alivio hasta ansiedad. Permitirte vivir estas emociones sin juzgarte y darte espacio para procesarlas es fundamental. Comprender que cada paso en este proceso es un avance puede ayudarte a manejar mejor los momentos difíciles.

Considera establecer límites claros sobre cómo discutes tu orientación sexual o identidad de género en el trabajo. No tienes obligación de compartir más información de la que te sientas cómodo, y está bien solicitar que no se discuta tu vida personal más allá de lo que tú elijas compartir.

Salir del armario en el trabajo es un acto de valentía y autoafirmación. No obstante, cada persona debe evaluar cuidadosamente su situación particular y proceder de una manera que priorice su seguridad y bienestar emocional. Al tomar estos pasos, se puede facilitar el proceso, pero siempre es importante proceder con cautela y consideración hacia uno mismo y hacia los demás.

Cada situación es única y mientras que algunos encuentran un camino relativamente libre de obstáculos, otros pueden enfrentar problemas más significativos. Lo importante es avanzar a un ritmo que se sienta manejable y en un entorno que ofrezca el mayor soporte posible. La decisión de salir del armario debe ser personal y tomada con pleno conocimiento de las posibles repercusiones en el entorno laboral.

* Ángel Rull, psicólogo.