Psicología

Bienestar en la tercera edad: cómo podemos llegar a potenciarlo

Los aspectos psicológicos son eclipsados por el deterioro físico

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Ángel Rull

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El bienestar psicológico en la tercera edad es un aspecto fundamental para una vida plena y satisfactoria en esta etapa de la vida. A medida que envejecemos, enfrentamos problemas únicos que pueden afectar nuestro bienestar mental y emocional. Vivir una vida plena, implica superar esos problemas y poder estar conectados con el bienestar psicológico.

¿Qué es el bienestar psicológico?

El bienestar psicológico, también conocido como bienestar emocional, abarca una amplia gama de aspectos que influyen en la satisfacción general de una persona. Esto incluye la autoestima, la resiliencia, la capacidad de manejar el estrés y las emociones, así como la calidad de las relaciones interpersonales. En la tercera edad, el bienestar psicológico se convierte en un pilar esencial para mantener una mente equilibrada y un corazón lleno de alegría.

El bienestar psicológico no implica una ausencia completa de problemas emocionales, sino la capacidad de afrontarlos de manera saludable y adaptativa. En esta etapa de la vida, las personas pueden enfrentar situaciones como la jubilación, la pérdida de seres queridos y la disminución de la movilidad, lo que puede afectar su estado emocional. Cultivar una mentalidad positiva y desarrollar estrategias para lidiar con el estrés son aspectos clave del bienestar psicológico en la tercera edad.

¿Qué consecuencias tiene para la tercera edad la falta de bienestar?

La tercera edad, una etapa que debería estar marcada por la sabiduría y la plenitud, a menudo se ve afectada por la falta de bienestar psicológico. Esta carencia no solo impacta la vida de los adultos mayores, sino que también tiene repercusiones significativas en la sociedad en su conjunto. La falta de bienestar en la tercera edad conlleva consecuencias multifacéticas que abarcan tanto el plano individual como el comunitario.

Algunas consecuencias son:

1. Aislamiento social

El aislamiento social es una de las consecuencias más perjudiciales de la falta de bienestar en la tercera edad. Las personas mayores pueden experimentar la pérdida de amigos y familiares, la jubilación o la disminución de la participación en actividades sociales. Esto puede conducir a un sentimiento abrumador de soledad, que a su vez puede desencadenar problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. La falta de interacción social puede tener un impacto negativo en la autoestima y la percepción de uno mismo.

2. Depresión y ansiedad

La falta de bienestar psicológico aumenta el riesgo de desarrollar depresión y ansiedad en la tercera edad. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas formas, desde sentimientos persistentes de tristeza hasta preocupaciones excesivas y síntomas físicos como el insomnio o la fatiga. La depresión y la ansiedad pueden afectar negativamente la calidad de vida y la capacidad para disfrutar de las actividades diarias. Es importante destacar que estos trastornos son tratables, y buscar apoyo emocional y profesional es esencial.

3. Problemas de salud física

El estrés crónico y la falta de bienestar psicológico pueden tener un impacto directo en la salud física de las personas mayores. El sistema inmunológico puede debilitarse, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras afecciones médicas. Además, el dolor crónico y las afecciones médicas crónicas pueden afectar negativamente el estado de ánimo y la calidad de vida en general.

4. Falta de sentido de propósito

La falta de bienestar psicológico puede llevar a una sensación de falta de propósito en la vida. Las personas mayores pueden sentir que han perdido su papel en la sociedad o que ya no tienen metas claras. Esto puede resultar en una disminución de la motivación y la participación en actividades significativas. La falta de sentido de propósito también puede contribuir a la sensación de vacío emocional y la falta de satisfacción en la vida cotidiana.

¿Por qué es tan importante potenciar el bienestar en la tercera edad?

La importancia de potenciar el bienestar en la tercera edad no puede subestimarse, ya que esta etapa de la vida viene acompañada de retos únicos que afectan tanto a la salud mental como emocional de las personas mayores. A medida que envejecemos, enfrentamos cambios significativos, como la jubilación, la pérdida de seres queridos y la disminución de la movilidad, que pueden poner a prueba nuestra resiliencia y capacidad para mantener una vida satisfactoria.

Estas son las razones principales:

1. Mejora la calidad de vida

El bienestar psicológico mejora la calidad de vida de las personas mayores, permitiéndoles disfrutar de sus años dorados con plenitud y satisfacción. Al mantener un estado mental positivo y equilibrado, las personas mayores pueden apreciar las pequeñas alegrías de la vida, como pasar tiempo con la familia, disfrutar de pasatiempos y experimentar un mayor sentido de bienestar.

2. Promueve la salud física

El bienestar psicológico está vinculado a una mejor salud física. Las personas mayores que se sienten bien consigo mismas tienden a cuidar mejor de su salud. Participar en actividades físicas, mantener una alimentación saludable y buscar atención médica cuando sea necesario son más probables cuando existe un equilibrio emocional positivo. Esto a su vez puede ayudar a prevenir o gestionar enfermedades crónicas.

3. Facilita el envejecimiento activo

Potenciar el bienestar en la tercera edad promueve un envejecimiento activo, en el que las personas mayores pueden seguir participando en actividades que les apasionan y mantienen una mente y un cuerpo activos. Mantenerse activo física y mentalmente es fundamental para mantener la independencia y la autonomía en la tercera edad. Esto puede incluir actividades como el voluntariado, la educación continua y la participación en grupos de interés.

4. Reduce el riesgo de trastornos mentales

Al fomentar el bienestar psicológico, se reduce el riesgo de desarrollar trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Tener estrategias efectivas para manejar el estrés, mantener relaciones sociales satisfactorias y cultivar una mentalidad positiva son herramientas poderosas para prevenir y abordar estos problemas de salud mental. Promover el bienestar emocional también puede contribuir a una mayor resiliencia en la tercera edad, ayudando a las personas mayores a enfrentar los problemas de la vida con mayor fortaleza.

Pautas para potenciar el bienestar en la tercera edad

La tercera edad es una etapa de la vida que puede estar llena de complejidades, pero también de oportunidades para el crecimiento personal y el bienestar. Por eso, es importante saber pautas esenciales que pueden ayudar a las personas mayores a potenciar su bienestar psicológico y emocional. Estas pautas son prácticas, accesibles y fundamentales para disfrutar plenamente de esta etapa de la vida.

Estas son las pautas que se pueden seguir:

1. Mantener relaciones sociales

Fomentar las relaciones sociales es crucial. Participar en actividades sociales, unirse a clubes o grupos de interés y mantenerse en contacto con amigos y familiares ayuda a combatir la soledad y el aislamiento. El apoyo social puede proporcionar un sistema de apoyo emocional valioso y una sensación de pertenencia.

2. Practicar la actividad física

El ejercicio regular no solo beneficia la salud física, sino que también mejora el estado de ánimo y la salud mental. Incentivar la actividad física acorde a las capacidades individuales es esencial. Caminar, nadar, hacer yoga o incluso hacer ejercicios de estiramiento pueden tener un impacto positivo en la salud en general.

3. Cultivar pasatiempos y hobbies

Fomentar pasatiempos y actividades que se disfruten puede brindar un sentido de logro y satisfacción personal, lo que contribuye al bienestar emocional. Ya sea la jardinería, la lectura, la pintura o la música, dedicar tiempo a actividades creativas y recreativas puede ser enriquecedor.

4. Mantener una dieta equilibrada

Una alimentación saludable es clave para mantener la salud física y mental en la tercera edad. Consumir alimentos ricos en nutrientes es esencial. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros proporciona los nutrientes necesarios para el bienestar.

5. Practicar la relajación y la meditación

Aprender técnicas de relajación y meditación puede ayudar a reducir el estrés y promover la tranquilidad mental. La meditación y la respiración profunda son prácticas que pueden ayudar a calmar la mente y mejorar la resiliencia emocional.

6. Establecer metas y objetivos

Mantener un sentido de propósito en la vida es fundamental. Establecer metas y objetivos personales, incluso pequeños, puede dar un propósito y motivación significativos. Esto podría incluir aprender una nueva habilidad, viajar a lugares que siempre se quisieron visitar o contribuir a la comunidad a través del voluntariado.

7. Buscar apoyo emocional

Hablar con amigos, familiares o incluso un consejero de confianza sobre las preocupaciones y emociones puede ser beneficioso para la salud mental. Compartir las experiencias y emociones con otros puede ayudar a aliviar el estrés y proporcionar un sentido de conexión y apoyo emocional.

En conclusión, el bienestar psicológico en la tercera edad es esencial para una vida satisfactoria y plena. Al comprender las consecuencias de la falta de bienestar y la importancia de promoverlo, las personas mayores pueden tomar medidas para mejorar su calidad de vida y disfrutar de sus años dorados al máximo. Siguiendo estas siete pautas, se puede avanzar hacia un estado de bienestar emocional y mental que enriquece la experiencia de envejecer. La inversión en el bienestar psicológico en la tercera edad es una inversión en una vida más saludable, feliz y significativa.

* Ángel Rull, psicólogo.