Psicología

¿Qué hacer ante un ataque de ansiedad? Así deberías actuar

Ante una crisis emocional sentimos que no podemos gestionar nada

Persona en ansiedad

Persona en ansiedad / 123RF

Ángel Rull

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La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones estresantes o amenazantes. Sin embargo, cuando esta respuesta se vuelve excesiva o desproporcionada, puede manifestarse en forma de ataques de ansiedad, también conocidos como crisis de ansiedad o ataques de pánico. Estos episodios pueden resultar abrumadores y angustiantes, pero es importante recordar que existen estrategias eficaces para hacerles frente.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta emocional y física que experimenta una persona cuando se encuentra en una situación estresante o peligrosa. Es una parte normal de la vida y puede motivarnos a tomar medidas para protegernos o resolver problemas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve crónica o se desencadena sin una causa real, puede convertirse en un trastorno de ansiedad.

La ansiedad puede manifestarse de diferentes formas, como preocupación constante, miedo irracional, tensión muscular, dificultad para concentrarse, insomnio y síntomas físicos como palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden ser debilitantes e interferir con la vida cotidiana de una persona.

Señales de que estás sufriendo un ataque de ansiedad

Los ataques de ansiedad son episodios intensos de miedo y malestar que suelen alcanzar su punto máximo en unos pocos minutos. En la mayoría de los casos, si la persona no está familiarizada con ello, no entiende qué le ocurre y a su cabeza vienen pensamientos catastrofistas. Al notar los primeros síntomas y no entenderlos, el miedo aumenta y la ansiedad se dispara.

Algunas señales de que estás sufriendo un ataque de ansiedad son:

  • Palpitaciones rápidas o fuertes.
  • Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
  • Mareo.
  • Sudoración excesiva.
  • Sensación de sofoco o ahogo.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de náuseas o malestar estomacal.
  • Sensación de irrealidad o de estar desconectado de la realidad.
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.

Estos síntomas pueden ser aterradores y hacer que la persona que los experimenta busque desesperadamente alivio. Sin embargo, es importante recordar que un ataque de ansiedad, aunque angustiante, no es peligroso y no suele causar daño físico.

Consecuencias psicológicas de la ansiedad

La ansiedad crónica y los ataques de ansiedad recurrentes pueden tener consecuencias psicológicas significativas. Las personas que sufren de ansiedad a menudo experimentan un deterioro en su calidad de vida y pueden tener dificultades para funcionar en el trabajo, en las relaciones personales y en otras áreas importantes de su vida.

La ansiedad también puede llevar a la depresión, ya que el constante estado de preocupación y tensión puede agotar emocionalmente a una persona. Además, las personas con trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de abuso de sustancias como mecanismo de afrontamiento inadecuado.

Pero la ansiedad es tratable y existen numerosas opciones de tratamiento disponibles, que van desde la terapia psicológica hasta los medicamentos recetados, según la gravedad y las necesidades individuales.

¿Qué debo hacer si estoy sufriendo un ataque de ansiedad?

Cuando te encuentres en medio de un ataque de ansiedad, es importante recordar que este pasará. Aunque pueda parecer insoportable en ese momento, los ataques de ansiedad tienen un inicio, un pico y una disminución gradual.

Estas son las cinco pautas para ayudarte a lidiar con un ataque de ansiedad:

1. Reconoce y acepta tu ansiedad

El primer paso es reconocer que estás experimentando un ataque de ansiedad y aceptar que es una respuesta temporal y manejable. Recuerda que no estás solo y que muchas personas han pasado por lo mismo.

2. Practica la respiración diafragmática

La respiración diafragmática puede ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir la sensación de ansiedad. Intenta inhalar lenta y profundamente a través de la nariz, mantén el aire durante unos segundos y luego exhala suavemente por la boca. Repite este proceso varias veces hasta que te sientas más tranquilo.

3. Utiliza técnicas de relajación

Experimenta con diferentes técnicas de relajación, como la meditación, la visualización guiada o la escucha de música relajante. Encuentra la técnica que mejor funcione para ti y practícala regularmente para reducir el estrés y la ansiedad.

4. Distrae tu mente

Intenta distraer tu mente de los pensamientos negativos y catastrofistas que suelen acompañar a un ataque de ansiedad. Puedes hacerlo realizando una actividad que te guste, como leer un libro, escuchar música, dibujar o hacer ejercicio físico suave.

5. Busca apoyo

No tengas miedo de pedir ayuda cuando lo necesites. Puedes recurrir a un amigo de confianza, un familiar o un profesional de la salud mental. Compartir tus sentimientos y preocupaciones con alguien puede proporcionarte alivio y perspectiva.

Experimentar un ataque de ansiedad puede ser aterrador y abrumador, pero es importante recordar que hay esperanza y ayuda disponible. La ansiedad es tratable, y hay estrategias eficaces para manejar los ataques de ansiedad y reducir su impacto en tu vida diaria.

Recuerda que, si estás sufriendo un ataque de ansiedad, puedes tomar medidas para ayudarte a ti mismo. Reconoce y acepta tu ansiedad, practica la respiración diafragmática, utiliza técnicas de relajación, distrae tu mente y busca apoyo. Si la ansiedad persiste o interfiere significativamente en tu vida, no dudes en buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.

No estás solo en tu lucha contra la ansiedad. Con el tiempo y las estrategias adecuadas, puedes aprender a manejarla y vivir una vida plena y satisfactoria.

* Ángel Rull, psicólogo.