Evacuados unos 60 vecinos de un edificio en Santa Coloma tras la aparición de grietas en la estructura interna

Unos 60 vecinos han sido evacuados este pasado martes por la noche de sus casas en el número 9 de la calle Pirineus de Santa Coloma de Gramenet, en la frontera de los barrios del Raval y de Santa Rosa, tras la aparición de grietas en la estructura interna. Este martes, tras recibir el informe del arquitecto municipal que verificaba el peligro de derrumbe, el Ayuntamiento de Santa Coloma dictó el cese de habitabilidad de 19 de las 31 viviendas del inmueble, todas en la escalera A de la finca, y se procedió al desalojo de los residentes.

"Con la evacuación hemos evitado una posible desgracia. Ahora mismo, nuestra prioridad es salvaguardar a los vecinos afectados, de manera que ya se han activado los recursos asistenciales de que dispone el Gobierno local", ha declarado la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon (PSC), en una comparecencia ante la finca, que se se ha producido este miércoles por la tarde, horas después que EL PERIÓDICO informara sobre la evacuación de los vecinos. La alcaldesa ha explicado que, tras recibir hace unas semanas el aviso de una vecina que alertaba de la aparición de grietas en su vivienda, se activaron los recursos municipales para inspeccionar la finca.

De las 60 personas evacuadas, 51 han comunicado al consistorio que no disponen de alternativa habitacional en casa de amigos o familiares, de manera que están siendo realojadas de manera temporal en el Centre d'Urgències i Emergències Sociales de Barcelona (CUESB). Esta noche, la del martes, ha sido la primera en que han dormido fuera de su casa: "No dejaremos a nadie en la calle, se ha puesto en marcha el protocolo de servicios sociales municipales para atender a las familias vulnerables el tiempo que haga falta", insiste el consistorio colomense. Entre las 51 personas realojadas hay 13 menores de edad.

Sonia, vecina del 2º 1ª, explica que la primera noche en el albergue, en el barrio de Sant Martí de Barcelona, ha sido una penuria: "No nos han ofrecido nada para cenar y hemos tenido que comprarnos algo para comer". Esta vecina muestra su preocupación por la gran cantidad de personas mayores y menores que se encuentran entre los evacuados, entre las cuales su propia abuela, con problemas de salud, comenta.

Por su parte, Verónica, residente en el entresuelo, advierte que hace un par de semanas que alguien colgó una nota informativa en la escalera, anunciando que en los siguientes días se realizarían revisiones en los pisos: "A mí me picaron el techo de dos habitaciones, y por lo que me decía el operario, aquello no pintaba nada bien", explica esta residente en la finca desde hace diez años. "En casa somos tres personas y el perro, y con él no me voy a ir a ningún albergue". Verónica y su familia se han repartido este martes por la noche para dormir en casa de amigos y familia, pero se muestra contraria a seguir pasando más noches fuera de casa: "El seguro ya me ha dicho que no se hará cargo", se lamenta".

La finca tiene dos entradas, una de ellas señalizada con el número 11, aunque desde esa puerta solo se accede a unos bajos. En el interior, intrincado, las viviendas se separan en dos escaleras. El Ayuntamiento explica que ninguna de las viviendas de la escalera B ha sido desalojada, de manera que este miércoles noche aún duermen en sus casas. Para el jueves, sin embargo, el Gobierno local tiene previsto realizar las inspecciones pertinentes para asegurarse que la estructura está en buen estado: "La otra escalera podría estar en la misma situación, estudiaremos de inmediato si son necesarias ahí las mismas diligencias que hemos llevado a cabo en la escalera A", ha informado Parlon.

Diversos vecinos han comentado a este diario que el apuntalamiento de los pisos afectados, que corre por su cuenta, se inició el mismo lunes por la noche. "Será el arquitecto municipal quien tendrá que verificar que es seguro volver a entrar, una vez se acabe de apuntalar". Las fincas se levantaron en los años sesenta del siglo pasado y, a falta de que los servicios técnicos lleven a cabo las comprobaciones necesarias, la alcaldesa Parlon ha mencionado a "la posible calidad precaria del material con que fueron construidas" como posible causa de las grietas aparecidas que hacen temer por un posible desprendimiento.

Parlon se ha puesto también en contacto con el vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Antonio Balmón, y la 'consellera' de Territori, Ester Capella, para pedir "el mismo trato que en Badalona" y "garantizar el realojamiento". De hecho, el Ayuntamiento es consciente del envejecimiento de su parque de viviendas y ya en 2016 se puso en marcha un proyecto piloto para facilitar las rehabilitaciones.

Esta evacuación se produce tres semanas después del derrumbe del número 9 de la calle del Canigó de Badalona, en el que perdieron la vida tres personas y que mantiene fuera de sus casas (hasta que se realicen las perceptivas inspecciones y reformas) a casi ochenta familias, de las cuales siete están realojadas también en el CUESB.

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