El Govern destinará 250 millones de euros a 16 enlaces nuevos en la AP-2 y la AP-7

El Govern destinará 250 millones de euros para la mejora de la conectividad de la AP-2 y la AP-7, con actuaciones en nueve enlaces y la construcción de siete nuevas conexiones. El dinero procederá del Ministerio de Transportes, como parte de los 914 millones del protocolo firmado el pasado viernes, que también incluye a los intercambiadores de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) con Rodalías en Sant Cugat del Vallès, intervenciones en la N-II y en el Eje Pirenaico (N-260).

La consellera de Territori, Ester Capella, ha dicho que el gobierno español ya tiene sobre la mesa los convenios que hay que firmar para sacar adelante los proyectos y empezar a trabajar lo antes posible.

Capella ha visitado este miércoles dos puntos de estas futuribles inversiones, en el nudo donde confluyen la N-150, la AP-7 y la C-58, en Barberà del Vallès, y en la zona de los intercambiadores en Sant Cugat.

Las actuaciones viarias son nueve enlaces de la AP-7: remodelaciones en Girona Nord, Girona Sud, la C-60 en la Roca del Vallès (Vallès Oriental), la C-35 en Maçanet de la Selva, la N-150 y C-58 dirección Tarragona, la B-30 y C-58 dirección Barcelona y Vilafranca del Penedès centro. Además, se mejorarán accesos a Montmeló-Parets del Vallès y la conexión con la C-17 y C-33 y la B-30, en el tramo entre Sant Cugat y Cerdanyola.

El proyecto también contempla la construcción de siete enlaces: en la AP-7 en Sant Celoni / la Batllòria, Banyeres del Penedès y C-51 en El Vendrell y en la AP-2 en Castelldans (Les Garrigues). De este set, tres el ministerio español no los tenía previstos y se han incluido: se trata de los enlaces de la AP-7 de la T-315 en Bellisens, en Reus, y en Masdenverge (Montsià) y la unión B- 40 y C-55 en Abrera (Baix Llobregat).

La responsable de Territorio ha explicado que estos trabajos vienen motivados por la finalización de las concesiones de los peajes, que han comportado "un incremento de la congestión y una falta de capacidad para dar respuesta" por parte del Estado. Esto, a su vez, se ha traducido con un incremento de la siniestralidad. Por eso, se interviene en estos puntos, ha remarcado.

Capella también se ha desplazado hasta la estación de Volpelleres de FGC, donde ha podido visualizar la posible conexión con Rodalías en Sant Cugat, de la R8. La consellera ha criticado que "sólo tiene la frecuencia de un tren a la hora" y ha cargado contra la "mala planificación" del gobierno español por no prever el paso de la compañía ferroviaria catalana.

"La pelota en el tejado del ministerio"

La consellera de Territori ha asegurado que se han enviado los convenios para estos proyectos al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para que los firmen y se pueda empezar a trabajar. "Tienen el balón en su tejado", ha señalado Capella, quien ha recalcado que si "hay voluntad política" los procesos se pueden acelerar. La consellera ha exigido el cumplimiento de los acuerdos, avisando de que "si no, se rompen y después es muy difícil construir" un nuevo entendimiento.

Las inversiones en la N-II

Este protocolo también incluye obras en el ámbito del Maresme como la pacificación de la N-II, con la creación de un carril bicicleta y otro para peatones, nuevos enlaces en la C-32 y trabajos en la línea R1 de Rodalíes. El protocolo firmado con el gobierno español había reservado 386 millones de euros y este jueves está previsto que se concrete el proyecto con un acto en El Masnou (Maresme) que encabezará el presidente, Pere Aragonès.