Balance de Salut

Catalunya vuelve a batir su récord histórico de trasplantes pese a que aumentan las negativas a donar

MULTIMEDIA | Catalunya y España: tres décadas marcando el camino

España sigue líder en trasplantes: la actividad recupera el ritmo de antes de la pandemia

Un equipo médico realiza un trasplante de corazón.

Un equipo médico realiza un trasplante de corazón. / Agencias

Beatriz Pérez

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Catalunya ha vuelto a batir el récord histórico de trasplantes de órganos, pese a que también han aumentado las negativas a donar. En 2023, el sistema sanitario catalán realizó un total de 1.393 trasplantes, un 3,5% más que el año anterior, y ha superado la cifra de 2019, cuando se hicieron 1.296, el máximo hasta ahora. Nunca antes se habían alcanzado estos números. Además, también han aumentado en un 7,6% los donantes de cadáver reales, algo que sitúa a Catalunya como "referente del Estado y también internacional", en palabras del 'conseller' de Salut, Manel Balcells.

Los hospitales catalanes realizaron 1.393 trasplantes el año pasado, un 3,5%, y Vall d'Hebron sigue siendo un centro puntero en toda España

"Hemos batido dos nuevos récords, tanto en donantes como en trasplantes. No solo nos hemos recuperado de las cifras de la pandemia [cuando la actividad bajó], sino que además hemos superado las de 2019, el año de todos los récords", ha señalado el director de la Organització Catalana de Trasplantaments (Ocatt), Jaume Tort, este lunes en rueda de prensa. Como contrapunto, las negativas para donar también han aumentado un 4%, situándose en el 22%, una cifra, pese a todo, "muy por debajo de las de cualquier país del entorno", ha precisado Tort, donde este porcentaje se sitúa entre el 30% y el 50%. "Estamos acostumbrados a que las negativas estén entre el 15% y el 20%", ha afirmado.

Órganos trasplantados

En 2023, Catalunya realizó un total de 1.393 trasplantes: 976 de riñón, 226 de hígado, 56 de corazón, 102 de pulmón y 33 de páncreas. "Todos los trasplantes han aumentado. Los renales lo han hecho un 3%. Los pulmonares han bajado un 4,7% pero no le damos mucha importancia a esta cifra porque hay muy pocos centros en el mundo que los realizan. El incremento general [de trasplantes de todos los órganos] es del 3,5%", ha explica el director de la Ocatt. Un año más, el Hospital Vall d'Hebron se ha situado como el primer centro de catalán en trasplantes. Y, a la espera de que salgan esta semana los datos estatales, Vall d'Hebron podría ser también el hospital que más trasplantes realizó en toda España. A la vez, han aumentado las donaciones de tejidos de cadáveres (un 7,4%) en toda Catalunya y hubo un total de 21 donantes post-pram (prestación de ayuda a morir).

En cuanto a los trasplantes pediátricos, se practicaron 59 el año pasado (dos menos que en 2022), la segunda mejor cifra de la historia.

Pese a todo, hay un total de 1.285 personas en lista de espera para ser trasplantadas en Catalunya. "No hay trasplantes sin donantes", ha recordado Tort. En 2023, hubo un total de 384 donantes de cadáveres, una cifra "un poco por encima" de la de toda España. El perfil de este tipo de donante es un hombre de 61 años, con muerte en asistolia a causa de un accidente cerebrovascular y nacido en España. Los donantes vivos fueron 187, un 5,1% más que en 2022, y todos fueron donantes de riñón.

Las donaciones

Además, este año también se ha querido destacar la actividad de hospitales que, aunque no cuentan con programas de trasplantes, sí obtienen unas cifras muy elevadas en cuanto a donaciones, como es el caso del Josep Trueta de Girona. Por este motivo, en esta rueda de prensa ha estado presente la intensivista y coordinadora de Trasplantes del Josep Trueta, Núria Masnou, que ha reflexionado sobre las negativas de familiares a donar. "Ahora estamos preguntando a las familias si quieren donar en una situación diferente de hace años. La muerte encefálica ha ido cayendo en los últimos años, y ahora, en el 50% de los casos, la donación es en asistolia", ha explicado Masnou. La donación en asistolia procede de una persona a la que se le diagnostica la muerte tras la confirmación del cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias.

"Estamos en el final de vida de un paciente, pero esa vida aún no ha acabado, sino que es muy probable que esa persona muera al quitársele el tratamiento. Emocionalmente es una situación muy compleja para las familias y es ahí cuando les hacemos la pregunta. Deberemos ver si podemos hacer algo los profesionales para disminuir las negativas", ha señalado la médica.

"Los llevamos en el corazón"

En la rueda de prensa también ha estado presente una joven paciente que fue trasplantada de corazón el año pasado. Se llama Ona Alsina. Ha explicado cómo hacía años que tenía fuerte taquicardias, hasta que le detectaron una cardiopatía hipertrófica. Al cabo de un año y medio del diagnóstico, sufrió una insuficiencia cardiaca. Le pusieron un desfibrilador. Había que trasplantar.

"Estuve en lista de espera un mes. Fue una mezcla de emociones, porque sabes que necesitas ese trasplante para vivir", ha explicado Ona, quien ha recordado cómo se despertó en la UCI sin la sensación de ahogo que la había acompañado tanto tiempo. A partir de ahí fue todo muy rápido: a las cinco semanas ya pudo hacer una excursión. "Fue un cambio brutal. Y esto fue gracias a un donante y su familia, que tomaron esta decisión tan dura. A todos ellos los llevamos en el corazón", ha dicho la joven, quien ha asegurado que un grupo de personas receptoras de órganos organizarán en junio una 'diada' para agradecer a los donantes todo lo que les han "dado".

Y ella, Ona, además, también fue donante. Los médicos descubieron que, aunque su corazón no funcionaba correctamente, sí se podían aprovechar las válvulas que han podido ayudar a otra persona, ha explicado, satisfecha.