En los próximos 45 años

Jaume Tort: "En el futuro no se necesitarán donantes de órganos"

España y Catalunya, tres décadas marcando el camino de los trasplantes

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Desarrollan riñones humanizados en embriones de cerdo

45 aniversario El Periódico

45 aniversario El Periódico / Ferran Nadeu

Núria Navarro

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En España se realizaron 5.383 trasplantes de órganos –1.346 en Catalunya– en un 2022 de récord. Pero, a la vez que sube al podio mundial, solo por detrás de EEUU, estallan revoluciones científicas y tecnológicas que podrían acelerar los beneficios y reducir los impactos de los procedimientos. Desde la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT), su director, el doctor Jaume Tort (Manlleu, 1959), apunta con cautela de científico escenarios futuros.

Jaume Tort

Jaume Tort / Ferran Nadeu

¿Qué veremos allá por el año 2060?

Es casi imposible aventurarlo. Todo va muy deprisa. Vengo del congreso de la European Society for Organ Transplantation, en Atenas, y se han debatido dos ámbitos: las máquinas de perfusión 'ex vivo' –mantienen la viabilidad de los órganos, incluso mejoran su función– y la biopsia líquida, clave en la detección temprana del rechazo de un trasplante. Podría ser que en el futuro no necesitemos donantes.

"Podría ser que en el futuro no necesitemos donantes"

Pero seremos un poco cerdos.

'Why not'? En EEUU se han trasplantado dos corazones y tres riñones de cerdos modificados genéticamente y, aunque los cuerpos colapsaron, aguantaron la fase aguda. El cerdo es asequible, no es un animal protegido y algunos órganos son parecidos a los nuestros. Llegará un momento en que las barreras microbiológicas y de especie irán cayendo una tras otra, lo que hace pensar que los órganos se generarán en un laboratorio.

Eso plantea un problema bioético.

La pregunta es: ¿tenemos órganos suficientes para todos los que los necesitan? A nivel mundial, solo se cubre un 10% de las necesidades. Los animales son una solución al problema. Otra es la regeneración celular. Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Catalunya han creado minirriñones vascularizados a partir de células madre. De momento son útiles para testar fármacos y evitar biopsias. Quién dice que no serán capaces de construir órganos enteros.

"La impresión 3D servirá para reparar muchos tipos de tejidos"

Y si no, ¿a imprimirlos en 3D?

Hoy la impresión 3D es capaz de hacer estructuras. Se está probando coger un tejido, descelularizarlo y quedarse con las fibras, para luego recelularizarlo con sangre del cordón umbilical, por ejemplo. Llegaremos pronto a imprimir un tipo de células, pero de ahí a conectar funcionalidades... Creo que la impresión con biotintas servirá para reparar muchos tipos de tejidos. Hoy no damos abasto con los tendones –que proceden de donantes– y se podrán imprimir. Pero un hígado no se entrevé.

¿Cómo prevé el impacto del 'big data' y la inteligencia artificial?

Una de las funciones será el 'matching' [la compatibilidad] donante-receptor, pero para que un supercomputador determine patrones, la información clínica debe estar en determinados formatos y aún no estamos ahí.

"Es difícil que un robot pueda salvarte la vida. El cirujano seguirá estando ahí"

¿Los robots podrían remplazar a los cirujanos?

Recientemente se han hecho dos trasplantes de útero en el Clínic y la extracción de la primera donante fue robótica, con el Da Vinci. En el primer caso estuvieron más de 12 horas, turnándose dos equipos. ¿Lo podrá hacer el robot solo? Alguien lo comandará. Es difícil que un robot pueda salvar. Si a media cirugía se rompe un vaso, o se estropea una broca, el cirujano entra rápido y lo resuelve. Ir más allá sería entrar en la ciencia ficción.

A menudo acierta.

De momento, hay que llegar a construir órganos para países en que los que donación no existe. Eso ahora se prevé estratosféricamente caro. Una terapia CAR-T [consiste en extraer linfocitos del enfermo, modificarlos y convertirlos en 'killers' contra células cancerosas, por ejemplo] cuesta 327.000 euros a nivel comercial; el Clínic ha desarrollado una que cuesta 90.000. De aquí a unos años podría bajar el precio, como ocurrió con los antirretrovirales de la hepatitis C. Al inicio valían 52.000 euros, hoy cuestan 2.000. Han bajado a la mitad los trasplantes de hígado, aunque por el camino el sistema público de salud ha gastado 90 millones en antirrovirales.

"Los nuevos tratamientos serán inicialmente estratosféricamente caros"

Alguna distopía dibuja un futuro de ricos 'renovados' y pobres 'donantes'. ¿Lo ve?

No creo en una sanidad como la de las películas 'Elysium' o 'Passengers', donde te ponen en una cápsula y te mejoran desde una consola. A medida que las tecnologías se abaraten, confío en que se extiendan sus beneficios. Si la humanidad lo consigue será porque muchos de los avances serán democráticos.

Un giro político puede descalabrar el sistema.

Pese a que los sistemas públicos de salud tienen problemas, en el momento en que un gobierno recortase prestaciones, saltaría por los aires.